Con el propósito de realizar un aporte al debate que busca alternativas de solución a la problemática de las expropiaciones sin cumplir con los requisitos de la Ley 344 del 29 de julio de 1943 y de los propios decretos presidenciales que ordenan dichas expropiaciones, hemos querido someter esta propuesta.
Para dar cumplimiento a los decretos presidenciales que declaran de utilidad púbica y convierten en parques nacionales y áreas protegidas parcelas de propiedad privada, se ha estado violando el Art. 51 de la Constitución que establece el derecho a la propiedad privada, la Ley 344 que establece el procedimiento para que dichas expropiaciones sean completamente legales, es decir, que deben cumplir con el pago previo a los propietarios legítimos y los propios decretos presidenciales que siempre establecen que debe cumplirse con el procedimiento de dicha Ley. En otras palabras, el Estado debe comprar dichas parcelas mediante un acuerdo mutuo con los propietarios y realizar el pago, pero no lo hace, viola sus propias leyes y decretos.
De esta costumbre, que se ha estado ejecutando por décadas, es decir, el no pago de las propiedades declaradas de utilidad pública, se desprende un razonamiento lógico. Es que el Estado no cuenta con los recursos financieros para cumplir con los compromisos creados por esta vía. Y por consecuencia ha acumulado un pasivo incalculable y no registrado como deuda pública.
En tal sentido, hemos querido proponer que se realice un estudio para determinar cuáles parques nacionales podrían entrar a formar parte de este nuevo esquema que presentamos, que ayudaría a fomentar un desarrollo sostenible del área protegida, de actividades comerciales conexas donde las comunidades se puedan beneficiar y eliminar el pasivo o deuda que tiene el Estado con los propietarios legítimos de dichas parcelas.
Proponemos la figura del fideicomiso bajo la Ley No. 189-11, para que los propietarios legítimos de parcelas expropiadas las aporten en una fiducia, la cual junto a un Patronato conformado por los propietarios, Medio Ambiente, Turismo ( si lo amerita ), el Municipio donde esté ubicada el área de que se trate y el fiduciario, tengan la responsabilidad de establecer el ordenamiento territorial y la aprobación de las inversiones que se realizarían en ese parque. Las propiedades que puedan ser desarrolladas tendrán una plusvalía, de la cual se podría obtener una parte de los recursos para pagar a los propietarios cuyas parcelas no tienen oportunidad de desarrollo, pasando dichas parcelas a propiedad del Estado, y así se elimina ese pasivo.
Hemos escogido el Parque Nacional Cotubanamá o Parque Nacional del Este como ejemplo para ejecutar esta idea, porque lo conocemos a la perfección y reúne las condiciones para facilitar este proyecto, ya que el Parque posee sólo veinte y cinco (25) parcelas y sería relativamente fácil conformar un grupo de fideicomitentes para ser aportadas a un fiduciario.
La idea general sería que se conforme un Patronato donde estén representados el Ministerio de Medio Ambiente, Turísmo, propietarios, fiduciario y las municipalidades de Bayahibe y Boca de Yuma, a fin de que en estas parcelas se desarrollen única y exclusivamente las actividades que este Patronato apruebe, y bajo una estricta vigilancia de las políticas, normas y reglamentos que el mismo establezca. Crear un plan que conceptualice al Parque como un socio ecosistema en el que el ser humano, sin ser parte integral del sistema natural, actúa como custodio del mismo y aprovecha su explotación, ya que de la conservación del capital natural depende su propio bienestar y el de las futuras generaciones. Fomentar que el Parque sea el mejor socio de las municipalidades de Bayahibe y Boca de Yuma para su desarrollo.
De esta manera, el fiduciario, junto con el Patronato, serían los responsables del manejo de los recursos que generaría el traspaso de propiedades y el otorgamiento de concesiones, haciendo una justa distribución entre los propietarios, tanto los de costas como los internos, y a la vez haría las inversiones que se acuerden, como carretera que bordee el parque, senderos peatonales para visitar las áreas de interés, observadores, paradores, escuelas vocacionales para el desarrollo técnico de los habitantes de estos municipios, así como guarderías infantiles para cuidar los niños de madres que laboren en los nuevos centros de trabajo que se crearán.
Una propuesta similar, tal vez, podría implementarse para los demás parques. Mi recomendación es sentarse y analizar cada uno en su contexto, lo que significa las actividades comerciales que se realizan, etc. No sacar a los ocupantes a la fuerza simplemente. Y además, ver la opción de cómo se les pagaría a los propietarios que definitivamente no puedan usufructuar sus parcelas.
Podemos asegurar que utilizando las áreas protegidas con un manejo científico, los Parques estarán en mejores condiciones y serán de mucho más provecho del que hasta ahora han sido, al igual como están funcionando en diversos países donde se han construido las facilidades mencionadas. Conviven humanos y ecosistemas, son una especie de socios donde se preserva y restaura el medio ambiente para que pueda seguir siendo la base del desarrollo sostenible de los Parques y de las comunidades cercanas.