Gracias a la intermediación del decano de la Facultad de Ciencias Agronómicas y Veterinarias de la UASD el Dr. Modesto Reyes Valentín ofrecimos el pasado día 10 de noviembre 2016 en el salón Santiago del hotel Hodelpa de la Ciudad homónima  una exposición a la que asistieron vendedores, supervisores, asistentes de ventas y certificadores de semillas de la empresa Fertilizantes Químicos Dominicanos (FERQUIDO) organizadora del evento.

El tema desarrollado fue la aplicación foliar y funciones de los Aminoácidos (AA) libres obtenidos por hidrólisis enzimática de tejidos animales – colágeno, cresta de gallos –  con la finalidad de corregir perturbaciones metabólicas transitorias por deficiencias en Nitrógeno.  Estos compuestos orgánicos sirven además para vehicular hacia los tejidos vegetales determinados oligoelementos, pesticidas y microorganismos beneficiosos añadidos a la solución que será asperjada sobre el cultivo.

Participaron unos 35 técnicos egresados de diferentes instituciones de eduación superior tales como ISA, UASD, UNPHU, UTESA, UCATECI, UCE, Loyola-Dajabón, IATESA y Texas A&M, lo cuales en más de un 50% tenían más de 10 años en la empresa, una edad promedio de 30-35 años y procedían de todas las regiones geográficas en que esta compañía de vocación agrícola tiene segmentado  el territorio nacional.

Cuando realizaba mis estudios universitarios en los años 60 del pasado siglo, la fertilización con AA, aérea o edáfica, era agrícolamente desconocida – se pensaba incluso  que los AA de origen animal no eran iguales a los de procedencia vegetal – pero de un tiempo a esta parte esta  práctica se ha generalizado y extendido en los países de agricultura intensiva, representando su comercialización en la actualidad un mercado de más de 1000 millones de dólares.

Mi misión como expositor estaba indirectamente al margen de las perspectivas y proyecciones económicas de los productos que ofrece el portafolio de la empresa así como de la eficacia fisiológica en los cultivos en que serían utilizados, pues mi cometido consistía básicamente en explicarles y comentarles el rol de los AA en la nutrición de las plantas, en su defensa ante los patógenos, en la génesis de las enzimas y en especial, en la síntesis de las proteínas.

Durante la introducción de la “conferencia” le confesamos a los asistentes que la invitación a prepararla nos había despertado una ilusión,  una emoción que creíamos sepultadas en lo más profundo de nuestro ser, ya que en el transcurso de las tres últimas décadas el destino de un porcentaje nada despreciable de ingenieros agrónomos (de la UASD) en cuya formación intervine ha sido:  desertar de la profesión, estudiar otra carrera una vez graduados de agrónomos, holgazanear en un empleo público o estar desempleado.

A los miembros del cuerpo docente de las Escuelas de agronomía de este país, les resulta frustrante, irritante, que luego de hacer un postgrado en el extranjero, ganar un concurso de ingreso, organizar  con paciencia sus clases, exponerse a los rayos solares durante las horas de prácticas de campo y participar en actualizaciones periódicas, sus estudiantes una vez graduados hagan caso omiso a los conocimientos impartidos por el profesor al dedicarse  a otras actividades ajenas a la agronomía.

Con el paso de los años éstos enseñantes piensan con razón que malgastaron su tiempo, juventud y formación académica en un ejercicio estéril, sin transcendencia en el colectivo nacional, y sí al momento de su jubilación o en su retiro definitivo se les honra con un reconocimiento o placa por sus aportes a la agropecuaria dominicana, si es sincero consigo mismo debe decirse en esos momentos las palabras del compositor italiano Giuseppe Verdi al morir: todo en el mundo es burla.

Cuando ordenaba nuestra oral capacitación a los colegas de FERQUIDO, constituía un reto y a la vez nos embargaba una sensación de utilidad profesional el saber que los presentes se apropiarían de los conceptos expuestos con la finalidad de mejorar su desempeño y ampliar sus conocimientos, facilitando en consecuencia la introducción y difusión de productos innovadores en las áreas de la nutrición, la sanidad y la resistencia de las plantas cultivadas.

Las preguntas, aclaraciones y discusiones intestinas surgidas dentro del público asistente en el transcurso de nuestra disertación fue el mejor testimonio de su total aprovechamiento, y la moderación asumida con regularidad y maestría por el Ing. Agrónomo Ramón Ronald Director comercial de la empresa nos persuadió  que ésta planifica e  implementa una política interna de fortalecimiento y enriquecimiento  constante del equipo técnico que labora en el campo y sus laboratorios.

Cuán gratificante resulta para un profesor tener constancia y seguridad de que sus palabras no se las llevaría viento; de que su discipulado le hará justicia a los afanes implícitos en su especialización y ordenamiento de sus clases; que íntima satisfacción procura  la captación es inmediata aplicación de los conocimientos transmitidos, en fin, cuánta alegría ver compensada la esencia del magisterio: experimentar la sensación de ser útiles a quienes luego tomarán nuestro relevo.

Tanto en la sobremesa como en el viaje de la ida vuelta desde Santiago en vehículos de la empresa conducidos por entusiastas técnicos de la compañía, nos apercibimos de que fiel al mandato de que en el mas mínimo detalle toda empresa que se respete debe proyectar una imagen de solvencia y respetabilidad, tanto los vehículos como la indumentaria de los técnicos y la organización del evento mostraban una clase, una calidad a ojos vista.

No creemos expresar nada nuevo si señalamos, que como las ventas representan para cualquier consorcio la póliza de su sobrevivencia, los técnicos de FERQUIDO no solamente brindan sus prestaciones profesionales en su horario de trabajo ya que durante las noches, días de fiesta y los fines de semana también ofrecen  su asistencia a productores que desean conocer los requerimientos de ventas, formalizar sus pagos o comprender el uso correcto de una fórmula de abonamiento o de un plaguicida.

Quedamos gratamente complacidos por la actividad de capacitación, refrescamiento y actualización que la empresa cuyo lema es “De sus cosechas el mejor amigo, siempre”  realiza con su personal de campo con la finalidad de que nuestros productores agropecuarios reciban el apoyo técnico indispensable para que sus esfuerzos bajo sol, lluvias, sequía y desastres naturales se vean  recompensados por una rentabilidad que justifique su presencia en las localidades más remotas del país.

Finalmente debo indicar, que al estar convencido de que a mi edad mis experiencias y conocimientos sobre  fisiología vegetal y otros dominios de la agronomía continuarán dentro de la oscuridad del túnel donde las nuevas generaciones arrinconan a las que les anteceden en el tiempo, la oportunidad facilitada por FERQUIDO representó sin lugar a dudas una luz reveladora de que el pasado puede ser utilizado por el presente,  siempre y cuando una empresa preocupada por sus técnicos así lo considere.