Evitar implica necesariamente estar en capacidad de prever. La prevención depende fundamentalmente de la habilidad para reconocer patrones que se supone indicativos de algo que está por acontecer. Así las cosas, por ejemplo, cuando el cielo está nublado nos preparamos para la lluvia porque la experiencia nos indica que probablemente llueva.
En materia de violencia contra la mujer, por lo general, el feminicidio no se trata de una explosión casual. Muy por el contrario la evidencia y mi propia experiencia de trabajo con victimarios indican que se trata de un proceso degenerativo. Empieza con pequeños actos de violencia, mucho más comunes y rara vez reportados cuyos cimientos, casi siempre, pueden rastrearse hasta experiencias vividas en los hogares en los que crecieron los abusadores de hoy. Romper los círculos de violencia que se viven en muchos hogares dominicanos no solo es importante porque salva la vida de los presentes, sino, que también preserva la de futuras generaciones.
Una de las cosas que le cuesta entender a algunas personas es precisamente cómo una mujer que es maltratada/amenazada por su pareja sencillamente no se aleja poniendo así distancia entre el peligro y ella. Pues bien, los factores son múltiples e incluyen presiones económicas, sociales y hasta emocionales. Después de todo no es raro para una mujer perder el sentido de lo sano y conveniente cuando su mundo llega a ser dominando por el hombre que una vez decidió amar y que todavía hoy, entre galleta y galleta, le dice que le quiere.
Acto seguido propongo una breve guía para la reflexión, un esfuerzo que tiene como meta refrescar memorias y la esperanza sincera de ayudar. Algunos la leerán y la podrán compartir entre ellos o con aquellos a los que sientan les pueda servir.
Relaciones saludables versus abusivas:
Saludable: El respeto mutuo.
Abusiva: abuso verbal, emocional o físico.
Saludable: La confianza y la honestidad. Los celos son una emoción natural. Es señal de que el otro nos importa. Los mismos deben ser abordados teniendo la comunicación como herramienta fundamental. Se deben ponderar las preocupaciones de la pareja, tomarlas en cuenta pero sin que se sacrifique la integridad emocional / física de cada uno.
Abusiva: Desconfianza. Aunque los celos son una emoción natural, en una relación no saludable a menudo conducen a un tipo de control que busca saber dónde estás y con quién estás en todo momento.
Saludable: Una buena comunicación. Deben ser capaces de hablar honesta y abiertamente entre ustedes.
Abusiva: Baja autoestima. Te dice constantemente que no eres buena. Que todo lo que marcha mal es tú culpa hasta el punto que empiezas a temerle a las reacciones que pueda tener a lo que digas o hagas en cualquier momento.
Saludable: la igualdad.
Abusiva: La posesividad. Al igual que los celos, la posesividad busca control. Si tu pareja es posesiva puedes sentirte sola y aislada de los que quieres y te quieren.
Saludable: La vida en pareja es compromiso. Unas veces tú y otras veces él. Se comparte y se apoyan mutuamente. Se trata de sumar dos vidas que juntas son más que como individuos.
Abusiva: Te pide que dejes de ser lo que eres. Te prohíbe compartir con amigos y familiares.
Está claro que puede ser difícil dejar a alguien que necesita ayuda. Pero no es saludable permanecer en una relación que implica un comportamiento abusivo de cualquier tipo. Todos merecemos estar rodeados de personas que nos valoren, nos cuiden y nos sostengan cuando haga falta.