El mayor portento de la revolución neolítica (el momento en que la especie humana creó ese producto de la cooperación y el ingenio que nos ofrecen nuestras dotes intelectuales y que se muestra en la civilización humana), es la medición del tiempo, el establecimiento de los calendarios. Nos asombramos y así lo explicamos en esta columna, con la capacidad astronómica de los mayas para atemorizarnos con sus predicciones; hoy lo hacemos porque en el extremo oriente se celebra hoy un año nuevo medido por otro parámetro celestial: el ciclo lunar
En el extremo occidente (que debía ser del medio oriente, pues se inició con los babilónicos) se utiliza el ciclo solar. La base común es la franja del cielo capaz de ser definida a simple vista y que los antiguos creyeron reconocer figuras entre las estrellas, y que se proyectaron en una pantalla panorámica de 360% de acuerdo del movimiento de la Tierra alrededor de su eje. El calendario solar es aquel cuyos días indican la posición de la Tierra en su revolución en torno al Sol. Los calendarios construidos de esta forma tienen un año de 365 días y cada cuatro años se añade un día por ser año bisiesto. El calendario egipcio era solar y fue posteriormente adoptado por los romanos en el calendario Juliano (impuesto por Julio César) antecedente del imperante actualmente dispuesto por el Papa Gregorio Magno, por lo que le llamamos Gregoriano, con el advenimiento del control eclesial del mundo post-romano.
Un calendario lunar es la forma de calcular los años según los ciclos de la luna. Cada lunación corresponde a un “mes lunar”; es decir, a cada período comprendido entre dos momentos en que la luna se halla exactamente en la misma fase se le llama “mes lunar”. Cada mes lunar corresponde a 29.53… días solares. Los calendarios lunares fueron anteriores a los solares, por lo que el calendario litúrgico cristiano calcula la semana santa de acuerdo al calendario lunar judío y por ello cambia en las fechas que corresponden en el calendario gregoriano. El “mes lunar” siempre ha sido utilizado por los seres humanos para calcular ciertos aspectos regulares de la Naturaleza, como el ciclo sexual de las mujeres o las mareas. El comienzo del mes lunar varía según la cultura; así, por ejemplo, el calendario chino considera a la luna nueva como el comienzo del mes, mientras que otros calendarios lunares toman como primer día del mes a la primera luna creciente.
Aunque los asiáticos asumieron el calendario solar occidental hace un siglo, poco más o menos, por razones del comercio y así cumplir con los compromisos internacionales, la vida cotidiana se rige por el calendario lunar. La enciclopedia del siglo XXI, Wikipedia, nos señala que: La fecha de comienzo del Año Nuevo Chino viene determinada por el calendario lunisolar utilizado tradicionalmente en China y en otros pueblos que influidos por la cultura “han” propia de los chinos, como coreanos, japoneses o vietnamitas. La celebración del Año Nuevo puede haber tenido un origen común con festividades similares de otras regiones. El año nuevo chino cae en el día de la luna nueva más próximo al día equidistante entre el Solsticio de Invierno (冬至,Dōng zhì, entre el 21 y el 23 de diciembre) y el Equinoccio de Primavera (春分,Chūn fēn, entre el 20 y el 21 de marzo) del hemisferio norte. Ese día equidistante entre esas dos fechas cae entre el 3 y el 5 de febrero, en una fecha que está aproximadamente 45 días después de la del Solsticio de Invierno, y 45 días antes de la del Equinoccio de Primavera. En el calendario de las 24 estaciones solares (二十四节气,èr shí sì jiéqì) del año ese día equidistante se llama Comienzo de la Primavera (立春,Lì chūn).
Por otra parte, en vez de ver figuras en el cielo, el nombre de los años (y no los meses como hacemos en occidente) proviene de la leyenda de que Buda llamó a los animales a su presencia, y estos salieron en estampida, y el ratón se subió en el lomo del más fuerte y antes de llegar saltó y fue el primero, siguiéndole en el orden que fueron llegando: el sexto de los doce fue la serpiente, símbolo de sabiduría, y que le toca al año 4711. Por lo que nos aprestamos a celebrar el año de la serpiente y desearles a todos Feliz Año Nuevo Chino.