El ilustre senador nuevamente ha dado de qué hablar y, como era de esperarse y al igual que en ocasiones anteriores, la polémica y comentarios no son nada halagüeños para el connotado congresista.

En esta oportunidad, al digno representante de San Juan de la Maguana ante el Senado se le atribuye haber efectuado supuestas donaciones a favor del ex presidente peruano Alejandro Toledo, durante la campaña presidencial de 2011, por un monto superior a los US$160,000 dólares; suma que resulta insignificante si la comparamos con el abultado patrimonio del legislador, que, al año 2012, superaba los 400 millones de pesos, sólo en bienes inmuebles.

Es evidente que contar con semejante holgura económica –aunada a su espíritu de solidaridad y cooperación desinteresada- es lo que ha permitido al senador peledeísta efectuar donaciones –sin ninguna intención de que las mismas sean compensadas con beneficio alguno- a las campañas presidenciales de candidatos que se han presentado a la contienda electoral en el extranjero, como es el caso de nuestro vecino Haití.

En efecto, todos recordaremos que, en su momento, salió a la luz pública la generosidad del senador Bautista para con el actual presidente de Haití, Michel Martelly, a quien habría donado más de 100 millones de pesos mientras éste era candidato presidencial y aun luego de haber resultado electo.

Asimismo, y en el interés de no privilegiar la candidatura de Martelly, el senador por San Juan de la Maguana habría aportado, mediante una de sus compañías, la suma de US$250,000 dólares a la campaña presidencial de Mirlande Manigat, del partido opositor a Martelly.

Y como toda buena acción tiene su recompensa –aun cuando no se persiga recompensa alguna-, la generosidad del senador fue premiada. Es así que, luego de la catástrofe que sacudió a Haití en enero de 2010, Félix Bautista obtuvo, a través de algunas de sus compañías, los contratos para la reconstrucción de Haití por sumas superiores a los 350 millones de dólares; y todo gracias a que las propuestas técnicas y financieras presentadas por dichas compañías eran las mejores opciones para el Gobierno Haitiano –no sea usted mal pensado-.

Ahora bien, y visto lo anterior, la buena acción del senador resultó ser tremenda inversión. Y es que es indudable que construir un patrimonio millonario en dólares en unos pocos lustros no es tarea difícil si usted cuenta con la sagacidad para los negocios del reputado senador. A ello hay que sumar un poco de suerte, la cual, al parecer, siempre le ha mostrado su mejor sonrisa al distinguido congresista.

De igual modo, y dado que su patrimonio es fruto de arduos años de trabajo y sus negocios y donaciones no tienen nada de ilícito o pecaminoso, Félix Bautista ha actuado de manera transparente y colaboradora, al solicitar esta semana a la Cámara de Diputados, en la persona de su Presidente, Abel Martínez, la designación de una comisión que se sume a aquella nombrada por el Senado, para investigar la denuncia hecha en perjuicio del senador con respecto a la financiación de la campaña presidencial del ex presidente peruano Alejando Toledo. Actitud comprensible, la del Senador, ya que el que nada debe, nada teme; aunque, de mi parte, y sin que los trabajos de las referidas comisiones hayan siquiera iniciado, sé de antemano cómo terminará todo: igual que en ocasiones anteriores, en nada.

Pero que el caso de Félix Bautista nos sirva de ejemplo. Hay que saber elegir el árbol para arrimarse, porque si acierta con la elección y el árbol que le cobija da buena sombra –sobre todo, morada-, lo peor que puede pasarle es que usted llegue a ocupar un puesto en el Senado; y si, en adición a lo anterior, cuenta con la habilidad de saber trepar al árbol como el mejor de los felinos, tenga por seguro que su éxito –al menos, el económico- está garantizado.