Una vez más la Federación Dominicana de Fútbol ha quedado debiéndonos lo que promete. Y en esta ocasión con dos goles a último minuto.

En primer lugar, la descalificación de la selección mayor para el mundial de Brasil (una vez más) que ya es noticia vieja. Esto de cierta forma se esperaba, porque nuestro fútbol es muy primitivo, y tenemos que jugar contra selecciones de mayor trascendencia como El Salvador, Honduras, México, Costa Rica, Panamá, Trinidad y Tobago, Estados Unidos, etc. Es por el momento casi imposible. Pero las “especulaciones” que circularon luego de –por ejemplo- el partido en El Salvador, y la de los empresarios dominicanos que se han asociado a la federación para realizar los partidos de eliminatoria, dejan muy mal parada a nuestra organización de fútbol. La primera: que los jugadores dominicanos después del 3-2 en El Salvador no tenían que cenar. Y la segunda es una queja a puerta cerrada que han hecho dos empresarios, y que, por cuestión de ética no puedo exponer.

Después le sigue la eliminación del equipo femenino Sub 17 de la Copa Caribe, la cual, además, fue por goleada. El fútbol femenino que también está masificándose en el país ha sufrido un duro golpe con la derrota 5-1 frente a Trinidad y Tobago. Y esta es una descalificación más a otro mundial; es decir, otro fracaso.

Por último, ahora nos enteramos de que el amistoso que se jugaría contra la selección de Nueva Zelanda ha sido suspendido. Y la interrupción –¡oh sorpresa mía!‒ se da por la falta de un estadio que reúna las condiciones para la práctica de fútbol. En 15 años solamente la FIFA ha desembolsado 123 millones de pesos a la federación, y además hace otros años atrás otorgó 400 mil dólares específicamente para acondicionar el Estadio Parque del Este y el Panamericano de San Cristóbal. Como denunciamos en un trabajo aquí en Acento, solamente se “acondicionó” el Panamericano, si se le puede llamar acondicionamiento a eso (una mano de pintura, podar la hierba, una jaula para el VIP y llevar las graderías que estaban en Parque del Este para allá).

Pues sumémosle ahora a todo esto, que la federación –según informaciones filtradas o mejor dicho, otras especulaciones- para preparar el amistoso con Nueva Zelanda necesitaba la suma de 85 mil dólares, y esta vez, no ha conseguido ningún empresario que “caiga en el gancho”. Y una vez más, los que ya esperábamos otro partido para ver a nuestras nuevas estrellas que militan en el fútbol internacional, y que además necesitan foguearse para conocerse más, nos hemos quedado con las manos vacías.

Por otro lado, está el maltrato que recibe el presidente de la Asociación de Fútbol de la Provincia Santo Domingo, Rafael Polanco. Una persona que tanto le da al deporte y de manera honoraria. Su organización recibe 150 mil pesos anuales y con mucho trabajo Polanco logra realizar distintos torneos durante todo el año, para mantener a los futbolistas entusiasmados e incentivarlos. En un campo en terribles condiciones, sin grama ni luces, esta asociación realiza torneos constantemente. Mientras tanto, otras asociaciones no tienen ni equipos ni campos, por lo que no efectúan ningún torneo, pero si reciben el dinero.

Lo cierto es que no entiendo cómo a estas alturas todavía las asociaciones de fútbol continúan votando por una directiva desfasada que poco hace por el deporte en República Dominicana. Si somos justos con el paralelismo del título, la goleada debería ser mayor.