Haber avistado por la televisión el pasado día 20 de febrero del 2018 la brillante intervención del tecnócrata Ájax Mercedes Contreras en el programa Revista 110 de Julio Hazim, ha sido la motivación primordial en virtud de la cual hoy deseo externar algunas impresiones en relación a la importancia e influencia que tienen, tanto la educación doméstica –la ofrecida en casa por los padres– como la nada despreciable dotación cromosómica sobre el futuro desempeño de los hijos criados dentro de la paz y el afecto prevalecientes en el hogar.
En principio quiero establecer las siguientes premisas: 1- A ninguno de los tres les conozco personalmente; 2- De sus padres José Israel Cuello, Narciso Isa Conde y el fenecido Diómedes Mercedes, sólo al primero y al último los saludaba en público a sabiendas de que me desconocían por completo; 3- Que las madres de los dos últimos Lourdes e Hilda Contreras son hijas de una prima hermana de mi madre y 4- Mis conocimientos sobre estos tres Ph.D únicamente provienen de sus trabajos, artículos y testimonios aparecidos en la prensa, o declaraciones en diversos escenarios.
Tampoco sería ocioso destacar, que aunque el progenitor del primero desertó hace algunos años de la ideología marxista, los otros dos perseveraron en su fidelidad –Mercedes hasta la muerte– a los ideales redentoristas de su juventud. En oposición a sus hijos, a cada uno de sus padres les veía con mucha frecuencia en la sede central de la UASD durante los años sesenta del pasado siglo, debiendo confesar que entre ellos Diómedes era en sus arengas de barricada quien demostraba un mayor liderazgo, un poder de convencimiento más acusado.
Aunque participaba atrevidamente en muchas movilizaciones de la época –una vez me pisó un caballo del escuadrón montado del Bueyón Despradel –nunca me dejé seducir por los cantos de sirena y las reivindicaciones sociales pregonadas por los dirigentes estudiantiles izquierdistas. No obstante, apreciaba la coherencia y obcecación con que los referidos líderes presidían su comportamiento individual cuya mejor demostración consistió sin lugar a dudas en la escogencia de sus parejas al momento de su casamiento: Lourdes Camilo, Lourdes Contreras e Hilda Contreras son mujeres que por su excepcional valor no pueden ser evaluadas, certificadas, ni siquiera por la mejor agencia de calificación europea, asiática o norteamericana.
Lourdes Camilo, con su fenotipo de reminiscencias filipinas o malayas, es hija del reconocido Doctor Antonio Camilo por suya clínica en la Calle San Luis de Santiago pasaba a diario cuando en los años 50 de la pasada centuria hacía mis estudios en el Instituto Iberia, la escuela Méjico y el UFE. Tanto a ella como su hermano Toni les recuerdo siempre con libros en las manos evidenciando así una confianza y serenidad propias de las familias bien estructuradas. Su suegro, y padre de José Israel, era el Prof. Don Antonio Cuello quien fue el padrino del matrimonio de mis padres en 1938.
De las hermanas Contreras Pérez no se podía esperar otra cosa al ser ambas hijas de Mercedes Pérez y Pérez –Doña Chechele– una Maestra por antonomasia al ver en cada hombre y mujer un potencial discípulo/a a sus enseñanzas éticas y educativas. Al igual que “Bernarda Alba” Chechele tuvo 5 hijas –Lourdes, Hilda, Miguelina, Diana y Any– pero a diferencia de la heroína de García Lorca éstas no fueron educadas en el fanatismo religioso ni en el oscurantismo sino en la verdad, la ciencia, como correspondía a las nietas de Froilán Pérez y bisnietas de Genaro Pérez, que es también mi bisabuelo.
A continuación en pocos párrafos y apretada síntesis condesaré el perfil profesional de los dos primeros componentes de esta envidiable troika de tecnócratas dominicanos, finalizando con el impresionante deslumbramiento suscitado en el autor de este artículo durante la comparecencia ante la teleaudiencia nacional del único compatriota que conozco con este singular nombre: Ájax. Como ironía resaltaré, que aunque sus padres respectivos fueron los impulsores y promotores de una Universidad estatal abierta y de masas, ninguno de éstos tres doctores fue inscrito en la UASD una vez graduados de bachiller.
En la creencia de ser el mayor de los tres, Federico Cuello Camilo –su nombre en homenaje tal vez al teórico socialista alemán Engels– es un diplomático que desde el 2011 es el embajador Extraordinario y Plenipotenciario de la República Dominicana en el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte. Antes se había desempeñado como Representante Permanente del país ante las Naciones Unidas en New York con rango de Embajador y con esa misma jerarquía lo había sido ante el Reino de Bélgica, la Unión Europea, la República Checa, Polonia y la OMC en Suiza.
Ha coordinado proyectos en la CEPAL, BID, VIT, PNUD, UNCTAD y puestos de relevancia dentro de Organismos Intergubernamentales: Grupo ACP, de Río, Del Caribe y GRULAC. Estas posiciones no se las han concedido graciosamente ya que Mr Cuello, se educó en INTEC de Santo Domingo y en la Universidad de Illinois en USA. De esta última tiene un Master en Teoría Económica y un Ph.D en Economía Regional de Ciencias y Desarrollo. Ha sido profesor de INTEC y en la Pontificia Universidad Católica de Santiago. Ha disertado en varios países por el Parlamento y la Comisión Europea, Mercosur y el Pacto Andino. Sus publicaciones están disponibles –monografías, libros, artículos– en varias instituciones.
No es necesario ser un experto en Onomástica ni un conocedor de la Historia Política Contemporánea para adivinar que Pavel Ernesto Isa Contreras debe sus nombres a un enaltecimiento de sus progenitores al protagonista de la novela “La Madre” del ruso Máximo Gorki y al guerrillero argentino Ché Guevara. Mi interés por lo que escribe se despertó hace poco por un artículo suyo publicado en la edición sabatina del periódico “El Caribe” titulado “Un crecimiento sin desarrollo” donde critica el crecimiento económico del país al no traer simultáneamente aparejado un alivio de la pobreza, una disminución de la desigualdad social o un incremento salarial o del número de empleos.
Su lectura me recordó una mala práctica en mi profesión: existen productores agrícolas que abonan sus cultivos con altas dosis de fertilizantes nitrogenados viéndose sus plantas bien verdes y de gran tamaño, pero esta aparente salud retrasa la floración, afecta la fertilidad reproductiva y al final se obtiene una mediocre cosecha. De igual manera, en la actualidad observamos en la ciudad capital altas y numerosas torres, un excesivo número de vehículos resultantes del endeudamiento y el narcotráfico, pero hay concomitantemente muchos individuos en las calles bien vestidos que piden para comer y amigos que te dicen: no me brindes una cerveza, mejor dame su importe que estoy en olla.
Nacido me parece –según las Memorias de su padre– en Rumanía, un bello país de la Europa oriental, este tocayo del cantautor dominicano Pavel Núñez tiene una Maestría en Política Económica de la UNA de Costa Rica; un post-grado en Ciencias Sociales con especialización en Relaciones del Caribe de la FLACSO y un Doctorado en Economía de la Universidad de Massachusetts, USA. Ha sido asesor económico del Ministerio de Hacienda; en políticas comerciales, cambiarias y tributarias del Secretariado Técnico de la Presidencia. Director en el país del PMA de la ONU; profesor-investigador del INTEC y Consultor Permanente del RINISP. Es además articulista en la prensa nacional.
A primeras horas del martes día 20 de febrero mi hermano José Horacio me llamó desde Santiago para que sintonizara un canal televisivo donde entrevistaban a un hijo de Patica –sobrenombre afectuoso de Hilda Contreras– de nombre impronunciable del cual ambos ignorábamos su existencia. Por razones laborales no pude hacerlo teniendo la suerte de verle durante la retransmisión del programa en horas nocturnas avistando entonces en pantalla a un individuo de unos 45-49 años de edad con un asombroso parecido físico y gestual a su madre, cuya claridad expositiva y pertinentes ejemplos seducían a quienes con interés le escuchábamos.
Se trataba de Ájax Mercedes –creo que debe ser Ájax, el héroe de Homero que aparece en “La Ilíada” y que le inspiró a Sófocles una tragedia –hijo de Hilda y Diómedes Mercedes que en los momentos actuales es el Director de uno de los Programas Especiales de la Presidencia de la República –DIGEPEP– denominado “Quisqueya Digna” cuyos principales ejes de trabajo son: el combate de la pobreza extrema y la inclusión; la resiliencia entendida como la capacidad de una persona salida de la pobreza extrema para no retornar a ella de nuevo, y el tercero luchar contra la reproducción intergeneracional de la misma.
En vista de que tanto el referido programa oficial y otros implementados por el gobierno están conceptuados por amplios sectores de la población como iniciativas destinadas al fomento y preservación del clientelismo político, mi impresión inicial al verle en TV fue la de estar mirando una pintura de Picasso o de Van Gogh colgada en una letrina o en un sanitario del hospedaje en Santiago, al considerar que tanto su formación, su discurso y la justificación del trabajo que hacía no se compadecían con la posición que ocupaba entre las cumbres andinas existentes en su palaciego domicilio.
Esta engañosa y primeriza percepción prontamente se desvaneció cuando su presentación no obedecía a proporcionar resultados favorables a su gestión y al gobierno sino más bien, a la explicación de los procedimientos, métodos e indicadores utilizados en su Programa cuya aplicación han permitido el conocimiento de cuáles son las reales y prioritarias motivaciones –como lo haría todo funcionario técnico cuyo ejercicio se limita a la realización de sus atribuciones, no a otras– que impulsan a los dominicanos a escapar, evadirse cuando están atrapados en el analfabetismo y la pobreza.
Cuando el panelista José I. Cuello le recordó que desde Trujillo se vienen instrumentando campañas de alfabetización y no apreciamos grandes progresos en sus resultados, Ájax, al destacar que en la actualidad es inferior al 7% –hace cinco años era de 15%– le hizo unos comentarios fruto del trabajo de campo –no de gabinete– de su Programa que para mi resultaron no solo novedosos e instructivos sino de que su Director, a diferencia de muchos jóvenes tecnócratas, está felizmente aterrizado utilizando para sus conclusiones datos, pormenores de indiscutible verificación.
Aunque estuvo de acuerdo con el citado panelista en el sentido de que muchos adultos analfabetos al tener cierta edad, una familia, salud y seguridades sociales no les atribuyen importancia alguna a la necesidad de alfabetizarse, le refirió a Cuello que lo interesante es establecer cuál era el principal motivo para que una buena parte de ellos se decidiera hacerlo, alfabetizarse. La causa más invocada y que más me extrañó –pero no me sorprendió al ser el nuestro un pueblo conservador y religioso– fue la de poder leer ellos mismos el Nuevo Testamento y no ser víctimas de predicadores, farsantes y fariseos. Querían, sin intermediarios, conocer por sí mismos la verdad.
Le informó además que los jóvenes analfabetos querían saber de letras por estar convencidos de que la cabeza es mejor pagada que las manos, o sea, que el trabajo pensante está mejor retribuido que el manual. La más extraordinaria fue la opinión de las muchachas jóvenes no alfabetizadas al afirmar que deseaban hacerlo para poder asistir a sus hijos en la realización de sus tareas al regresar de la escuela. Decían que se avergonzarían si desmerecían de sus hijos al no poder ayudarles es sus labores escolares, humillación que con frecuencia y en silencio padecen muchas madres solteras que no pudieron aprender a leer y a escribir. Esto último resultó para mí una formidable revelación.
Al hablar sobre esto y de los procedimientos para evitar que un tránsfuga de la pobreza extrema regrese nuevamente a la misma y de las actitudes, inconductas y comportamientos que perpetúan la heredabilidad o reproducción de la pobreza, transparentaba el joven Mercedes una coherencia, firmeza, convencimiento y ausencia de rebuscamiento que debería ser la pública comparecencia de todo funcionario técnico ceñido a las atribuciones propias de su cargo. La intervención de Ájax, quizá sin quererlo, ha sido uno de los mejores testimonios televisivos a favor de la sensibilidad social del gobierno del presidente Medina.
Para quienes ignoran su bagage académico debo decirles, que de acuerdo a su progenitora Ájax fue en el INTEC un estudiante Summa Cum Laude es decir el egresado más destacado de su promoción alcanzando las máximas alabanzas. Por ello se le concedió una beca en el Programa Fulbright patrocinado por los Estados Unidos haciendo un Doctorado en Ciencias Políticas y Sociales en la prestigiosa Universidad de Harvard, Massachusetts. No conforme al parecer con esto, con posteridad hizo un post-grado en las mismas disciplinas en Londres, Inglaterra, siendo en consecuencia un profesional que honra a su familia y al país.
Finalmente expresaré, que en los años 60 y 70 del siglo retro-próximo las arengas y peroratas nacionalistas pronunciadas en los terrenos de la UASD por los padres de éstos tres profesionales de alto nivel, nunca me resultaron trascendentes, ilustrativas, en fin, deslumbrantes, lo cual no es el caso de las intervenciones orales o escritas de esta sorprendente troika. Salvo Cuello, los otros dos progenitores, quizá al momento de su partida definitiva, podrían sentirse frustrados –como pudo ocurrirle a Diómedes– por el incumplimiento en el país de sus sueños de liberación y redención del proletariado, pero siempre tendrán la recompensa, la satisfacción de haber engendrado a tres toletes de profesionales que enorgullecen a las presentes y futuras generaciones nacionales.