Cualquiera no quisiera estar en los zapatos del presidente, pero estas cosas y tantas peores como la muerte del abogado Yuniol Ramirez, son a las que saben los presidentes que se van a enfrentar cuando se sientan en las sillas de alfileres. Y juraron y juran cumplir y hacer cumplir la ley, por lo que lo menos que puede hacer un presidente, aunque le cuesta la salud, es enfrentar desde el rumor, como prometió, todos los actos de corrupción del gobierno e incluso motivar con sus acciones aquellos tantos que se dan fuera del gobierno.

A un hombre del partido como yo, tiene que darle vergüenza y pena que hombres del partido estén involucrándose ademas en la corrupción, en el robo del dinero del erario, también en crímenes, como se sospecha aun en este caso y otros que se han dado en el pasado.( Porque aprendí del maestro y líder que nos organizamos para construir un país mejor para todos, no para que algunos malditos vengan a enriquecerse y aprovecharse de las debilidades institucionales).

Ahora bien, todo esto se agrava, por no tener la voluntad y el coraje de sancionar las violaciones de las reglas, de los procesos y de la propia ley desde las mismas filas de los partidos hasta las del país. Estamos viviendo el rompimiento del orden sin que ello nos traiga ninguna consecuencia, lo que esta sirviendo de motivación para que todos entendamos que somos libre de ejercer con IMPUNIDAD, como lo demuestra el reciente caso de Quirinito, donde lo peor es la cantidad de personas que se combinan para actuar fuera de la ley.

Es justo que la sociedad, o lo queda de bueno de la sociedad reaccione ante los acontecimientos que dentro y fuera del gobierno y el Estado se vienen sucediendo. Porque si preocupante son los actos de corrupción y los corruptos, mas aun son los que nos quedamos de brazos cruzados en el entendido de que nadie arregla nada, porque así estamos empujando esta sociedad a una etapa de barbarie que nadie querrá ver, si no enfrentamos los actos de corrupción y sus secuelas.

En mi natal San Pedro de Macoris, dos amigos perdieron la vida, por la practica indebida del CEA, que por años nadie tubo el valor de desmontar, mas que de usar para su propio beneficio, y se creo una comisión la cual no ha terminado su trabajo. Los responsables de que se produjeran estos crímenes no han recibido las sanciones requeridas, y así ha pasado con muchos hechos que vienen sumándose al rosario de barbaridades sin que asumamos con carácter, valor, coraje e inteligencia la situación, que no se resolverá con remiendo y olvido.

La sociedad necesita una catástrofe para reaccionar, pero los líderes inteligentes deben tener salidas grandiosas para desviar el curso de los acontecimientos, y para ello son elegidos por el pueblo.

Estamos avanzando, hemos avanzado, nadie lo puede negar, pero asimismo, no hemos crecido moralmente en la conciencia ciudadana, y las debilidades, la corrupción y la impunidad, nos están poniendo en juego todo lo que hasta aquí hemos logrado.

Manos a la obra, aun quedan muchas cosas por hacer, aun debemos hacer lo correcto bien hecho.