En más de una ocasión algún cliente curioso y/o con interés en conocer detalles sobre las características de su propio encargo – hecho al arquitecto- ha formulado la pregunta que titula nuestro artículo de hoy. La respuesta a la misma, desde luego, implica considerar varios aspectos, tan variados como las condiciones climáticas o socioculturales de la zona de implantación del proyecto/encargo.
En estas breves líneas no pretendemos dilucidar todo el tema, pero si aclarar algunos puntos desde los aspectos antes señalados y otros tantos que incluyen, también, las características propias de los materiales en discusión.
Fábrica
Antes de avanzar en el desarrollo del tema, sería bueno aclara el término fábrica. Se denomina fábrica al elemento constructivo (obra de albañilería), realizado con piedras, bloques o ladrillos cerámicos, más o menos modulados y muchas veces trabados, unidos por algún tipo de aglomerante adecuado. Podemos hablar de muro de fábrica, tabique de fábrica e incluso, con el perdón de los estructuralistas, podemos hablar de elementos estructurales de fábrica como pilares o dinteles. Para dejar claro este punto del término fábrica, antes de seguir avanzando, nos gustaría hacer una significativa diferenciación entre este término y el término, o técnica, denominado mampostería.
En el diccionario de la construcción ( http://www.diccionariodelaconstruccion.com/ ), definen la mampostería como un tipo de fábrica“…de piedra natural, realizada con piezas de pequeño o mediano tamaño y de forma desigual, poco o nada trabadas y que confieren al muro un aspecto irregular. La piedra posee una gran resistencia a la compresión, la durabilidad y en muchos casos, tiene alto valor estético.”
Dicho esto surge otra posible forma de definir ambas técnicas (partiendo de que la mampostería se hace con piedra y es un tipo de fábrica) y sería plantear que la mampostería es una fábrica de aparejo irregular, generalmente no tallada ni modulada; por otro lado una fábrica regular consistiría en la colocación regular de piezas moduladas o talladas colocadas en hiladas ordenadas.
A partir de lo expuesto, nos surge un nuevo término y es el de aparejo. Un aparejo es la forma de colocar las piezas que forman una pared de fábrica cerámica (como el ladrillo), de bloques de hormigón, de piedra o de otro material, a fin de que queden trabadas. Evidentemente, y como no podía ser menos, existen varios tipos de aparejos que van de acuerdo a las prestaciones estructurales y de cerramiento que se quieren conseguir e incluso de acuerdo a tradiciones constructivas, culturales y artísticas. Estás técnicas de colocación o aparejos, han visto mayor desarrollo en las fábricas de ladrillos, con emblemáticos nombres como: aparejo inglés, aparejo belga, aparejo holandés; otros nombres se refieren a la forma de colocar el elemento, como son el aparejo a soga o aparejo a tizón.
El tema no solo es instructivo, también es interesante a nivel de cultura constructiva. Esto es solo el principio…Continuaremos la próxima semana.