El 27 de febrero pasado, el señor presidente, Danilo Medina Sánchez, en su calidad de Jefe de Gobierno, depositó ante el Congreso Nacional, las memorias de los ministerios y realizó un discurso que se le ha denominado “Rendición de Cuentas del año 2014”, como lo establece el artículo 128.2.f, constitucional.

Este discurso de “rendición de cuentas” solo abarcó una parte de lo que debe ser el contenido de la misma, lo correspondiente a la gestión de 2014, con bastantes realizaciones de interés social y cargados de promesas con la frase: “No les quepa duda, nos queda mucho por hacer, mucho por ofrecer, mucho por construir, mucho por crear, mucho por conquistar”.

Aquí solo me referiré a dos aspectos, uno es a la siguiente frase del discurso: “en 2014 se destinó una cifra récord a la formación de maestros, con un total de 2,333 millones de pesos”, eso solo representó el 2.2 % del total ejecutado por el ministerio de Educación, contrastando con 2,837 millones de pesos de un total presupuestado de RD$800 millones, distribuidos en compra de vehículos por un monto de RD$594 millones sin estar presupuestados; RD$635 millones en publicidad y propaganda, de solo RD$15 millones presupuestados; RD$253 millones en eventos y festividades; RD$702 millones en Ayudas y donaciones a personas; y RD$653 millones en Transferencias corrientes a ONG. ¿Dónde está la eficiencia y eficacia de esos gastos?

El otro aspecto, se refiere a “la construcción de las primeras 24 estancias infantiles”, de acuerdo a la ejecución de 2013, de un total de RD$1,333 millones presupuestados para la construcción de las primeras 100 estancias, se ejecutó la suma de RD$1,217 millones, equivalente al 91 % de lo presupuestado; para el 2014 se presupuestó, para otras 100, la suma de RD$3,370 millones y se ejecutó RD$802 millones; de donde nos preguntamos, ¿cómo es posible que con RD$2,019 millones devengados solo se hayan terminado 24 estancias?

Definitivamente, nos falta mucho por hacer, construir, crear y conquistar un verdadero y auténtico Estado Social y Democrático de Derecho, donde los gobernantes sean los primeros en cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes, una verdadera institucionalidad.

Conforme al artículo 114, de nuestra Constitución, la rendición de cuentas que se refiere el artículo 128.2.f, debe ser de la “administración presupuestaria, financiera y de gestión ocurrida en el año anterior”, es decir, en el 2014, y “acompañada de un mensaje explicativo de las proyecciones macroeconómicas y fiscales, los resultados económicos, financieros y sociales esperados y las principales prioridades que el gobierno se propone ejecutar dentro de la Ley de Presupuesto General del Estado aprobada para el año en curso”.

Llamo la atención de la parte final citada anteriormente, de que el mensaje explicativo debe ser sobre la “Ley de Presupuesto General del Estado aprobada para el año en curso”, es decir para el 2015.

La pregunta obligada aquí es: ¿sobre qué base debe hacer el señor Presidente su rendición de cuentas del año anterior? Respuesta: sobre la Ley No. 155-13, de Presupuesto General del Estado de 2014.

Conforme, entonces, con el artículo 233, constitucional, la “Ley de Presupuesto General del Estado, contempla los ingresos probables, los gastos propuestos y el financiamiento requerido, realizado en un marco de sostenibilidad fiscal, asegurando que el endeudamiento público sea compatible con la capacidad de pago del Estado”.

De aquí, varias preguntas cuyas respuestas debieron de estar en el discurso y que fueron las grandes ausentes de la “rendición de cuentas” de la administración presupuestaria y financiera durante el 2014.

  1. 1.     INGRESOS

¿Cuál fue el total de ingresos percibidos? ¿Se logró la meta de obtener un Presión Tributaria de 14.9 % del PIB? ¿Por qué se incorporaron ingresos extraordinarios y extrapresupuestarios a los ingresos corrientes sin mediar una ley? ¿Cómo queda la meta de la ley de Estrategia Nacional de Desarrollo de lograr una Presión Tributaria de 16 % del PIB para el 2015?

  1. 2.     GASTOS

¿Cuál fue el total de gastos devengados? ¿Cuáles fue el nivel de cumplimiento de los programas prioritarios establecidos en el artículo 23 de la ley? ¿Cuáles sanciones se impusieron por  la responsabilidad administrativa de los funcionarios involucrados en generar deudas superiores a los RD$15 mil millones, violando el artículo 46 de la ley? ¿En base a que disposición de la ley se ejecutaron obras no contempladas en la misma? ¿Cuál fue la participación del total de gastos, los Corrientes y de Capital?

  1. 3.     DÉFICIT FISCAL

Expresión no usada en todo el discurso. ¿Cuál fue el cumplimiento de la meta de 2.7 % del PIB para el Gobierno Central? ¿Cuál fue el déficit consolidado del Estado? ¿Se incluyeron todos los gastos de inversión para el cálculo del mismo?

  1. 4.     FINANCIAMIIENTO

¿A cuánto ascendieron los desembolsos de financiamiento de un total presupuestado de RD$179 mil millones? ¿Cuál fue el financiamiento neto del año 2014? ¿En qué porcentaje del PIB se incrementó la deuda pública?

  1. 5.     APLICACIONES FINANCIERAS

¿Cuál fue el monto total de amortización de la deuda, externa e interna, y de la disminución de cuentas por pagar?

  1. 6.     En fin, ¿cómo se terminó equilibrando el presupuesto de 2014?

Tal vez, estuvieron ausentes estos datos porque el ministerio de Hacienda no los disponía, sin embargo, conforme a la ley No. 126-01, que crea la Dirección General de Contabilidad Gubernamental (DIGECOG), dispone en su artículo 15, lo siguiente: “El estado de recaudación e inversión de las rentas deberá ser enviado a la Cámara de Cuentas a más tardar el primero (1ro.) de marzo del año siguiente al que corresponde el documento”. ¿Habrá cumplido el ministro de Hacienda?

Es decir, que al viernes 27 de febrero, las cifras del cierre del año 2014 deberían estar, además que el Sistema de Información de la Gestión Financiera (SIGEF), si se cumple, mantiene el registro al día.

En conclusión, una extraña “rendición de cuentas”: bastantes ejecutorias sin datos presupuestarios y financieros.

Así como la transparencia no es una opción, tampoco lo es la rendición de cuentas del ente gobernante, es su deber y responsabilidad.