En el contexto del V Congreso Iberoamericano de Filosofía, celebrado en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), tuve la oportunidad de conocer a la Dra. Moira Pérez, integrante del personal docente e investigador de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires.
La Dra. Pérez presentó una ponencia sobre el tema que compartí con ustedes en mi artículo anterior, el concepto de injusticia hermenéutica, un resumen de una de las ponencias que expuse en el referido evento.
La académica argentina abordó, en el marco de su exposición, lo considerado por ella como expresiones de la injusticia hermenéutica. Estas expresiones son:
- La carencia de conceptos para hacer comprensible una experiencia social.
- El rechazo de los conceptos de una colectividad.
- La falta de voluntad para comprender las categorías de una comunidad.
- La ilusión de creer que se dispone de unas categorías que no tenemos para comprender un tipo de experiencia. ("Espejismo hermenéutico". Concepto creado por la Dra. Pérez y el profesor Blas Radi).
La primera expresión alude a la clásica definición de injusticia hermenéutica por parte de la filósofa Miranda Fricker. Una persona sufre de injusticia hermenéutica cuando carece de los conceptos que le permiten hacer comprensible su experiencia social, como aconteció con las personas que sufrieron de acoso escolar o acoso sexual,pero no concibieron dichas experiencias como tales debido al "vacío hermenéutico de sus épocas".
En otros casos, podemos disponer de los conceptos, pero esto no erradica la injusticia hermenéutica, ya sea porque dichas categorías no forman parte de los discursos aceptados desde el punto de vista epistémico, o porque contradicen la forma de entender el mundo predominante en una determinada sociedad. Esto ocurre con numerosos conceptos que forman parte de los saberes propios de las comunidades indígenas en América Latina.
En la tercera situación, podemos pensar como expresión de la injusticia hermenéutica,el caso de como nuestros intereses y compromisos emocionales nos hacen resistentes a comprender determinados tipos de conceptos, o a malinterpretarlos para legitimar determinados tipos de imaginarios y de acciones. Piensen en las constantes distorsiones hermenéuticas que muchos grupos conservadores realizan de, por ejemplo, algunos discursos feministas.
Finalmente, en el caso del "espejismo hermenéutico", reflexionemos como, una vez acomodamos a determinados discursos, empleamos viejos conceptos para explicar experiencias que requieren ser reformuladas. Se trata de una actitud dogmática de intentar encasillar los fenómenos y experiencias humanas en las categorías clásicas de una determinada ideología.
Agradezco a la Dra. Pérez compartir sus reflexiones en el referido congreso de filosofía y estimularnos a pensar en un fenómeno social presente en todas nuestras sociedades y que requiere de una mayor visibilización en beneficio de las víctimas condenadas a la incomprensión, a la indiferencia o al silencio.