Reiteramos que el rebrote del coronavirus en USA y Canadá está causando gran preocupación en nuestro país, porque supera los 200,000 contagios diarios. Esta crisis, que no ha respetado siquiera a la Casa Blanca, ha obligado a muchos Estados a retroceder en las medidas de normalización.
Anthony Fauci, el epidemiólogo de mayor experiencia y responsabilidad en Norteamérica, señaló que lo peor todavía está por venir. Joe Biden, el presidente electo, está concentrando sus mayores recursos para contener el COVID19, pero el bloqueo de Trump retrasará los resultados esperados de esta nueva política.
En Europa la situación no podría ser más preocupante. España y Alemania volvieron a decretar estados de emergencia y a cerrar los restaurantes y bares. En Francia e Inglaterra se impuso un toque de queda y el cierre de los centros nocturnos, mientras en Italia el uso de cubrebocas volvió a ser obligatorio, con multas de 1,000 euros.
En nuestro país, David Collado, ministro de turismo, consciente del riesgo y de sus consecuencias, declaró que “sin coherencia y sin protocolos seguros contra el COVID19, los turistas no vendrán al país”. Y recalcó que, sin estas medidas sanitarias, absolutamente necesarias, “no es posible que el turismo se recupere a mediano plazo”.
Por su parte, el Colegio Médico Dominicano (CMD) y la Sociedad Dominicana de Neumología y Cirugía del Tórax, nuevamente alertaron sobre un posible rebrote del COVID19, señalando que el relajamiento de las medidas de distanciamiento social y del uso de las mascarillas “podría traducirse en un resurgimiento de la pandemia en el país”.
¿Navidad con relajamiento social?
¿Qué va a pasar en las Navidades, con la fuerte tradición de fiestas ilimitadas y una afluencia masiva a las tiendas y supermercados, a partir de la entrega de la “Regalía Pascual”? ¿Están las tiendas y comercios preparados para exigir a sus clientes el debido distanciamiento durante las compras navideñas, o sencillamente se van a hacer de la vista gorda para aprovechar esta zafra?
¿Aceptarán las familias dominicanas observar las restricciones sociales, para la protección propia y de los demás? ¿Están nuestras autoridades dispuestas y preparadas para aumentar la vigilancia en el cumplimiento de las recomendaciones sanitarias? ¿Se extenderá el tiempo de expendio de las bebidas alcohólicas?
Crece la demanda de grupos y sectores para que se liberen las restricciones y así poder cumplir con las “tradiciones navideñas”. Exhortamos a las autoridades a resistirlas, tomando en cuenta el trauma y el costo económico, político y social de tener que volver atrás imponiendo el cierre de actividades por tiempo indefinido.
La tradición se ejerce según las circunstancias. Por ejemplo, son más intensas en los tiempos de bonanza, y menos lucidas cuando un familiar fallece. En este año, la misma está subordinada al interés nacional de superar esta pandemia, cuanto antes y al menor costo, para abrir las escuelas, fomentar el turismo, reactivar la economía y generar más empleos.
La Fundación Seguridad Social Para Todos (FSSPT) apoya la decisión del presidente Abinader de extender el estado de emergencia, y abriga la esperanza de que la misma sea acompañada de mayor información sobre el riesgo y el costo económico y social de un rebrote, y finalmente, que exista la firme decisión de impedir el relajamiento de las restricciones sanitarias, por el bien de todos.