En esta semana, la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y el Instituto Superior de Estudios Educativos Pedro Poveda, con la visita de una delegación de la Universidad del Salvador, coorganizaron un seminario sobre ética, ciudadanía y derechos humanos. Este acto se organizó con miras a la creación de un doctorado en los temas del evento.
Dentro del seminario, se realizó un panel donde se reflexionó sobre las temáticas y líneas de investigación que deberían contemplarse en el referido doctorado. Me referiré a algunas de ellas.
Los conceptos de ciudadanía y derechos humanos se han ido arraigando desde el surgimiento de la Era Moderna. En América Latina, se asientan en un plano formal desvinculados de los derechos económicos y sociales, sin los cuales, los primeros quedan sumamente restringidos. Pero aunque todavía cargamos con el lastre de la deuda social acumulada, no podemos postergar el análisis de un nuevo tipo de ciudadanía, la ciberciudadanía, con derechos específicos y producto de la revolución digital.
El problema de la ciberciudadanía nos conduce a la ética digital, con interrogantes generadas por la revolución digital, como lo son el desdibujamiento de la demarcación entre la esfera pública y la esfera privada como consecuencia de las redes sociales, así como la transformación de las relaciones afectivas gracias a las nuevas tecnologías.
Y no debería obviarse como línea de investigación del programa, el tema de la violencia, Nuestro continente ha sido durante décadas un escenario privilegiado de ella, no solo de la violencia política, sino de todas las modalidades de violencia, desde la económica y social, hasta la epistémica, moral y psicológica.
Este último problema es fundamental, porque su solución es condición necesaria para la conformación de una auténtica ciudadanía y para la construcción de una sociedad democrática.