ESTRAZA – TRAZA

“. . . se han firmado y duermen entre la TRAZA y las polillas . . .”

Hay algunas palabras que son de uso poco frecuente en las diferentes lenguas. Como una consecuencia de eso las ortografías se convierten en imprecisas y terminan en errores. El asunto se complica aún más si es posible hacer con el error incluido una combinación del español real, pero que constituye un fallo en la redacción específica. Eso que acaba de esbozarse en estilo impreciso se explicará más abajo para que se entienda.

En el epígrafe de esta sección figuran dos palabras propias de la lengua; ambas poseen sus respectivas acepciones acreditadas por el uso.

Estraza es “trapo, pedazo o desecho de ropa”. Al leer la acepción que consta en el diccionario oficial de la lengua española se nota que tiene relación con tela, tejido, lienzo. Esta estraza se conoce también por el papel que se emplea para envolver cosas poco delicadas, no es blanqueado, por lo general es de color ocre amarillento o gris. Diccionario de uso del español (2007-II-2174).

Una vez más se comprueba que algunos errores se cometen cuando el redactor trata de refinar demasiado el estilo

En cuanto a traza, es una palabra con varias acepciones en la lengua común que van desde diseño, plan, pasa por invención, recurso, modo, apariencia hasta llegar a huella, vestigio. De allí migra a significaciones en el campo de la electrónica y la geometría.

Con la lectura de las acepciones de las dos palabras se llega de inmediato que no se “duerme entre la traza y la polilla”; sino entre la estraza y la polilla. Eso de dormir en esa compañía equivale a decir “en el abandono”, para significar “en el olvido”.

Una vez más se comprueba que algunos errores se cometen cuando el redactor trata de refinar demasiado el estilo e incorporar a su texto palabras que no son de uso diario. Como consecuencia de lo anterior termina usando términos que no son de su conocimiento cabal. La forma aconsejable para evitar estos desencuentros es mantenerse en los límites de lo bien conocido.

DESARCHIVAR

“. . . el presidente Abinader trata ahora de DESARCHIVAR . . .”

Archivar es un verbo de uso en el español dominicano. Eso sobre todo porque en el español dominicano no se habla de archiveros, sino de archivos para el mueble. No se acostumbra a mencionar el mueble por el nombre de archivador ni tampoco a la persona que tiene a su cargo los archivos con ese nombre, pues a esa persona se llama archivista.

En el español peninsular se entiende por archivo, en primer lugar, a la acción y el efecto de archivar, (guardar documentos); en segundo lugar, al conjunto ordenado de documentos. Además, el archivar es la acción de “dar por terminado un asunto”. Eso que expresa la redacción entrecomillada equivale a considerar lo que expresa el adjetivo como decidido.

Aunque el verbo desarchivar no consta en el diccionario oficial de la lengua, es válido

Para el asunto de relegar al olvido, archivar un asunto, darlo por terminado, el español dominicano cuenta con el verbo engavetar para esa acción. Este verbo engavetar mantiene relación estrecha con la gaveta, que en el español insular se conoce con el nombre de cajón.

El prefijo des- desempeña varias funciones en español, tan variadas son, que algunas de ellas terminan contrariando a otras. La más conocida, la que se manifiesta en el ejemplo, es la que denota negación o inversión del significado de la palabra simple a la que va antepuesta.

En el caso específico del verbo desarchivar, aquí transmite el mensaje de que se retrotrae eso de lo que se habla o escribe a la atención, que se centra la atención sobre ese algo, que se recupera eso que yacía en un archivo. Es recuperar algo, o un asunto.

Aunque el verbo desarchivar no consta en el diccionario oficial de la lengua, es válido porque está formado de acuerdo con las normas vigentes en la lengua.

CONDICIONAR – ACONDICIONAR

“. . . teniendo en cuenta que ahora soplan vientos diferentes a todos los episodios del pasado que otrora, ACONDICIONARON la escogencia . . .”

Esta cita quizás necesita de dos lecturas porque esa coma (,) antes del vocablo destacado en mayúsculas rompe el rumbo de la exposición y descontrola el mensaje. Aparte de eso el punto a estudiar en esta sección es el relativo al uso del verbo acondicionar. Del modo en que se procede en estos trabajos, aquí se presentan en el título dos vocablos; primero el que se propone y, segundo el que se critica.

Algunos diccionarios de uso prefieren el verbo “determinar” en lugar de influir

Condicionar es hacer que una cosa, acontecimiento, acto, decisión, dependa de otras que son consideradas condiciones. Esa es la primera acepción aceptada por la generalidad de los diccionarios de lengua española. En segundo lugar, se coloca la acepción que utiliza el verbo influir, que la Real Academia considera “de manera importante” en el comportamiento de alguien o en el desarrollo de algo. Algunos diccionarios de uso prefieren el verbo “determinar” en lugar de influir, para reconocer el poder que así se ejercen las condiciones sobre el resultado. La relación que se establece es la de asociar el resultado de un hecho al estímulo con que se rodea.

El verbo acondicionar para los fines de esta exposición es poner o preparar algo de manera adecuada, conveniente. Enseguida se lee la redacción de lo que se considera el verbo acondicionar hay que reparar en el adjetivo adecuado que indica que una cosa se adapta o acomoda a otra.

Por medio de la lectura de las peculiaridades de las definiciones de los dos verbos es fácil sacar la conclusión con respecto a la oportunidad del uso de uno u otro de estos verbos.