Además de lo beneficioso que ha resultado  para el Estado y la sociedad dominicana, han sido muy relevantes y titánicos los esfuerzos que han desplegado los diferentes sectores sociales en las provincias y regiones del país, por medio de la  formulación e implementación  de planes y estrategias tendentes a  propulsar un desarrollo real y palpable junto a la consolidación y el establecimiento de instituciones soportadas en un liderazgo comprometido con el progreso social.

Estos resultados positivos y consistentes, vertidos  a favor de las poblaciones de las diferentes zonas de nuestra nación, constituye una plena identificación y abrazamiento a  las propuestas que desde el año 1991 han venido realizando el  Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD) y su dirección técnica, a fin de enrumbarnos hacia metas y objetivos que permitan encarar la falta de desarrollo y el atraso social, por medio de una idónea planificación del uso de los recursos y la toma de decisiones a nivel de los municipios, las provincias, las regiones y el gobierno central.

Por ello es que,  en nuestros tiempos se viene imponiendo el establecimiento de las condiciones necesarias que nos están conduciendo a  proveernos de las herramientas que  permitan definir las iniciativas y propósitos que debemos alcanzar en un período de tiempo determinado, dentro del rumbo a tomar para  el bienestar colectivo y el de cada uno en particular, creando escenarios que faciliten plataformas que garanticen avanzar por senderos de modernidad hacia el desarrollo sostenible.

Estas razones, han motivado la planificación estratégica como el principal recurso para lograr  objetivos y políticas claras, y a la vez, para  detener las perjudiciales consecuencias que durante muchas décadas ha generado la aplicación, elaboración e implementación de presupuestos, políticas e iniciativas  municipales y nacionales sin contar con las estrategias y los planes de prioridades que son requeridos, y además, sin la tan imprescindible participación de los actores claves.

Por medio de la planificación, estamos redefiniendo las metas que urgen cumplir nuestra nación y nuestras comunidades, para encontrar por medio de ella la ruta correcta para definir con certeza y sin equívoco alguno, cuáles son las prioridades de la ciudadanía, las implicaciones  del crecimiento y lo que se espera de las autoridades,  nuestras instituciones y de nuestro liderazgo social y político, como de cada ciudadano y ciudadana.

El bienestar colectivo que todos hemos deseado por mucho tiempo junto con  tan necesaria inserción en  el mundo del alto desarrollo y de la economía de altas tecnologías, llama a la unión de todos los dominicanos y dominicanas, para que continuemos llevando el barco de nuestra nación por el rumbo correcto que nos traza el desarrollo estratégico, mediante la implementación y la reformulación si fuese necesario, de las estrategias metodológicas de cara a las próximas décadas que en favor del bienestar integral y  permanente, ha formulado el Consejo Regional de Desarrollo, Inc. ( CRD).