En el contexto del próximo 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, se está desarrollando una jornada mundial denominada “Paro Internacional de Mujeres”. En solidaridad con las mujeres, los hombres conscientes y comprometidos también debemos decir “Yo Paro”. Razones sobran para parar, porque el déficit social de la desigualdad entre los géneros, acumulado históricamente, es y ha sido una gran injusticia. Por eso tenemos muchas razones para parar.

Yo paro, porque los avances en los derechos de las mujeres son logros que únicamente no benefician al género femenino sino al ser humano de modo integral.

Yo paro, por la tolerancia a la libertad de pensar, de decir y actuar de mujeres y hombres. La libertad de decidir sobre lo racional subjetiva y objetivamente sin que exista coerción política o religiosa.

Yo paro, porque es un imperativo que en el planeta Tierra exista una justa distribución de la riqueza con enfoque de igualdad de oportunidades para hombres y mujeres. Para que las mujeres del sur, el norte, el este y el oeste; las mujeres de occidente y oriente; las de América, Europa, África, Asia y Oceanía gocen de un bienestar social, económico, cultural y político sin discriminación por edad, color, clase social, religión, preferencia sexual, etc.

Yo paro, para reafirma la voluntad de combatir el conservadurismo estatista, político y religioso, que ejercer violencia contra los derechos de las mujeres a parir o no parir, a fecundar o concebir, o no concebir. Contra el conservadurismo promotor de los falsos patrones culturales que colocan a las mujeres como única responsable de la crianza de los hijos y con rol de subordinación servil en la familia, la iglesia, los partidos y la empresa.

Yo paro, para reivindicar que el Estado, además de decir, haga políticas públicas para la protección de las madres adolescentes, y de aquellas adolescentes potencialmente expuestas al embarazo, que son las más pobres y excluidas. Paro, por las muchachas de Azua, Pedernales y Bahoruco.

Yo paro, por voces de mujeres apagadas, por ser víctimas de feminicidio, por las lesbianas y travestis asesinadas, por las presas políticas, las perseguidas, las asesinadas en nuestro territorio latinoamericano por defender la tierra y sus recursos. Paro, por las muertas y las presas por abortos inseguros; las desaparecidas por las redes de trata; las víctimas de la explotación sexual.

Yo paro, por la complicidad de los medios de comunicación y su manipulación sobre la cuestión de género y la igualdad de oportunidades.

Los que poblamos el planeta Tierra seremos más humanos cuando pare la violencia en todas sus manifestaciones. No te equivoques dejando sola a las mujeres en su lucha, que es también nuestra lucha, porque el significado de más bienestar en las mujeres es bienestar para el ser humano.