Con el auge de las nuevas tecnologías, la forma de enseñar debe transformarse y tener como objetivo principal el desarrollar en los niños y jóvenes las competencias, destrezas y capacidades que les serán útiles en la vida adulta y les permitirán tener un buen desempeño en los trabajos y oficios que están surgiendo en la actualidad. La misión de los centros educativos debe orientarse en transformar su accionar educativo y enfocar sus esfuerzos más allá de transferir información y conocimiento; la óptica debe estar  orientada a fortalecer las destrezas de nuestros alumnos en las tres dimensiones del desarrollo humano (i.e., cognitivo, lenguaje y comunicación, socio emocional) y en promover las competencias y habilidades requeridas para que ellos sean exitosos en el ámbito educativo, profesional y personal.

Constituye una prioridad que los centros educativos transmitan a sus alumnos, desde muy temprana edad, la importancia de tener altas expectativas, metas claras y planes de acción para lograr cada una de sus metas. En tal sentido, se les debe trasmitir que la excelencia académica y humana se logra a través del esfuerzo y la dedicación continua para alcanzar cada uno de los objetivos propuestos. Y esto es, cada vez más cierto a medida que los jóvenes alcanzan los niveles superiores del bachillerato, por tal razón, su currículo académico y programa de estudios debe:

  • Incluir una amplia oferta de materias a nivel avanzado, que sean impartidas con la rigurosidad de las universidades y que abarquen los intereses de los jóvenes y todas las áreas del saber: idiomas, humanidades, ciencias, matemáticas y tecnología de la información. Los resultados obtenidos por los alumnos en estas materias le indican a las universidades que estos jóvenes están orientados a la excelencia educativa, que son buenos candidatos para ser admitidos en sus centros educativos y que serán exitosos en sus programas; por lo que cursar estas materias le abre puertas que no estarían disponibles para ellos sin este aval académico.
  • Promover que los estudiantes se certifiquen en múltiples programas de tecnología de la información (i.e., programación, administración de redes, diseño y bases de datos) los cuales dotan a los alumnos de conocimiento y habilidades computacionales que les permiten obtener un entrenamiento técnico de altos estándares. Los jóvenes que adquieren estas certificaciones tienen la gran ventaja de que al momento de insertarse en el mercado laboral, pueden demostrar un más alto impacto en la empresa, mejor productividad y, por tanto, tienen mayor probabilidad de conseguir valiosas y mejores oportunidades profesionales.
  • Administrar pruebas estandarizadas, dirigidas a optimizar el desempeño de los alumnos en las diferentes áreas del saber, potenciar sus conocimientos y habilidades, promover destrezas a un alto nivel cognitivo, así como prepararlos para lograr su inserción en las universidades que tienen altas exigencias en sus procesos de admisión. Las universidades más competitivas internacionalmente valoran cada vez más los resultados que obtienen los jóvenes en estas pruebas y les sirven para pronosticar el éxito que tendrán en esas altas casas de estudios.

En definitiva, proveer a los niños y jóvenes de una educación según se requiere en estos tiempos garantiza múltiples beneficios que permiten preparar a los jóvenes para que sean competitivos y desarrollen las competencias requeridas en las empresas de hoy y del futuro.

Pero, ¿qué otros beneficios se pueden obtener de un currículo académico de alto nivel y estándares? Entre los beneficios, podemos citar que:

  1. Promueve la adquisición del conocimiento y de las habilidades a más alto nivel cognitivo.
  2. Genera mejores hábitos de estudio y permite a los alumnos organizarse productivamente; promoviendo una mejor administración del tiempo.
  3. Permite a los alumnos identificar las estrategias que le son más convenientes según su estilo de aprendizaje y personalidad.
  4. Contribuye a potenciar las destrezas de análisis y retórica, el razonamiento deductivo, el pensamiento crítico y el lógico matemático, la resolución de problemas, la creatividad, la comunicación oral y escrita, así como la capacidad de abstracción y de innovar.
  5. Permite a los alumnos optar por materias más interesantes y relevantes para ellos y donde se sienten más retados, lo que implica mayor motivación, compromiso y satisfacción.
  6. Garantiza la admisión en las universidades y centros de estudios más competitivos del país y del extranjero.
  7. Permite optar por mejores oportunidades de becas.
  8. Ahorra tiempo y costo de la matrícula en las universidades, ya que estas convalidan las materias avanzadas que los alumnos cursan en el colegio. Lo cual permite que los alumnos terminen su programa universitario en menor tiempo y a menor costo de la matrícula universitaria.
  9. Facilita una mejor inserción laboral; contribuyendo a que los jóvenes sean contratados en los trabajos que desean y que representan mejores oportunidades para ellos.

En conclusión, a través de las propuestas y retos aquí mencionados, los centros educativos pueden promover y optimizar en sus estudiantes las competencias que le sirven de andamiaje para sus estudios universitarios, así como las destrezas requeridas para cursar los mismos con mayor probabilidad de éxito, contribuyendo a que se inserten en el mercado laboral con los conocimientos y las habilidades requeridas en el siglo 21; preparándolos para que asuman un rol de liderazgo y de excelencia en cualquier ámbito en el que se desempeñen.