Las siguientes respuestas de una maestra de primer grado en el sector público ponen en evidencia el gran esfuerzo de muchos maestros y los retos que están enfrentando en este inicio de año escolar a distancia. Al mismo tiempo, nos invitan a la reflexión y a la acción.

¿Cómo valoras el inicio del año escolar a distancia?

Estamos haciendo camino al andar. Es un reto. Estamos buscando estrategias para evitar que el año escolar se caiga. Las clases por televisión son genéricas. Aunque los niños están en el mismo grado, no tienen el mismo nivel. Esto trae dificultad a algunos niños pues a todos se les presenta lo mismo.

Considero que los maestros se hubieran beneficiado de conocer previamente los temas que se iban a abordar para prepararnos con tiempo. Vemos los programas junto a los niños y, a partir de ahí es que reforzamos. En mi caso, veo la clase del día anterior para crear un video y preparar material que le envío a los niños. No todos los maestros están usando las mismas estrategias. Hay maestros que están viendo el televisor en tiempo real y planificando simultáneamente. Es difícil, pues no hay interacción, no podemos responder a las preguntas e inquietudes de nuestros estudiantes.

Los estudiantes necesitan interacción con su maestro y con los demás compañeros, sobre todo los mas pequeños. Una estudiante de pre-primario dijo “A mi no me gusta la escuela de ahora. La maestra no me oye”. Ella intenta hablarle y hacerle preguntas a la maestra de la televisión pero no es escuchada. Se siente frustrada.

Hay que reconocer que han ido modificando las clases por televisión. Ahora están dividiendo el contenido por bloques de 10 minutos y cada tema se trabaja en menos tiempo. Esto facilita el seguimiento, pero es difícil llevar la secuencia y progresión, tomando en cuenta que no todos los niños van al mismo ritmo.

¿Cual ha sido el mayor reto?

No poder ver el avance de los niños, cuánto han aprendido. Les envío videos e instrucciones de actividades a realizar, pero no tengo forma de confirmar o verificar que lo están haciendo ellos mismos. De mis 30 estudiantes, tengo 9 de los cuales que no he sabido nada. No los hemos podido contactar.

Mi contacto es con los padres. No he tenido interacción con los niños. Intenté tener encuentros presenciales con pequeños grupos, pero no me permitieron. No conozco a mis estudiantes. Solo me enviaron una foto de cada uno. He tratado de recopilar información del contexto, de las personas que están en cada casa para saber con quien cuenta cada uno, pero no he podido. No confío 100% en los padres. Estoy pensando hacer unas visitas domiciliarias para tener esta información tan importante y que me permitirá responder a las necesidades de cada uno.

Los maestros estamos manejando muchos temas. Uno de ellos es el de los conflictos entre los padres. A cada rato debemos cerrar los grupos por sus intervenciones inadecuadas, los maltratos y la falta de respeto entre ellos. Es muy triste cuando usan palabras feas, se critican y hasta se gritan.

Tenemos que estar muy pendientes de todo. Cuando iniciamos, pedimos a los padres que enviaran fotos de sus hijos tomando sus clases por televisión y radio. La mayoría de los niños estaban acostados en sus camas, lo cual no es apropiado. Hemos tenido que intervenir para que aseguren un espacio y se preparen para sus clases.

¿Cómo están manejando los padres esta experiencia?

Una parte de los padres tiene mucha ansiedad, otros están preocupados. Hay algunos que están respondiendo, pendientes de la televisión. La mayoría no ha entendido como trabajar con el cuadernillo. Algunos han respondido a la ligera, diciendo que no van a trabajar. Les ponen el televisor para entretener a los hijos pero no los acompañan.

Algo positivo

Estamos en la lucha, tratando de salvar el año, trabajando, dispuestos a dar orientaciones a los padres. Voy todos los días a la escuela. He recibido a los padres que han necesitado apoyo. Se está haciendo todo lo que se puede.

Estas y muchas otras experiencias de docentes nos llevan a confirmar que los maestros necesitan ser escuchados y acompañados y que todavía hay muchos aspectos fundamentales que se deben abordar para asegurar el sano desarrollo y aprendizaje de todos y cada uno de los niños.

Valoramos el gran trabajo que realizan cada día y el esfuerzo de nuestras autoridades, invitándolos a continuar generando soluciones viables a los problemas y situaciones que se están presentando, considerando la gran diversidad de características y necesidades de cada familia, cada escuela y cada comunidad para tomar las mejores decisiones. Esperamos poder regresar pronto a las aulas.