Estamos consumiendo Organismos Genéticamente Manipulados sin saber que pasará. Las empresas que producen esos alimentos esperarán evaluar en el tiempo sus efectos, y hacer cambios cuando ya el daño sea irreversible, luego de que algunos infortunados sufran las consecuencias.
Las empresas biotecnológicas dueñas de las semillas genéticamente manipuladas aumentan sus ganancias y su control, sobre la comida y la agricultura.
Lamentablemente los consumidores difícilmente podemos saber la real composición de nuestros alimentos, no está la opción de saber qué alimentos son Organismos Genéticamente Manipulados y cuáles no.
Los consumidores debemos demandar responsablemente a las autoridades del gobierno y a las empresas productoras, comercializadoras de alimentos que etiqueten los alimentos que utilizan OGM.
Las encuestas de percepción pública realizadas en distintos países del mundo, indican que la ciudadanía no desea consumir alimentos con Organismos Genéticamente Manipulados, por sus preocupaciones sobre seguridad alimenticia, impactos ambientales, cambios culturales y dependencias económicas.
Cuando la gente se ha expresado públicamente diciendo no a los Organismos Genéticamente Manipulados, las empresas multinacionales, dominadoras del mercado alimenticio, deben escuchar.
El objetivo es informar al público que estamos comiendo productos con Organismos Genéticamente Manipulados sin saber, debemos buscar una herramienta que permita diferenciar, y escoger libremente los productos que deseamos adquirir.
¿Qué es un Organismo Genéticamente Manipulado?
Un Organismo Modificado Genéticamente (OGM), es un organismo vivo que ha sido creado artificialmente modificando sus genes naturales. Esto se realiza empleando técnicas de Ingeniería Genética que consiste en aislar uno o varios genes de un ser vivo (virus, bacteria, vegetal, animal o humano) para introducirlo (s) en el patrimonio genético de otro.
A diferencia del mejoramiento genético convencional, la Ingeniería Genética crea nuevos organismos, que nunca se producirían en forma natural, generándose nuevos, impredecibles e irreversibles riesgos en la salud y en el medio ambiente.
Los mayores cultivos agrícolas en el mundo de origen transgénico son soya, maíz, canola (raps), arroz y algodón, de los que se generan numerosos ingredientes que se emplean en nuestra alimentación.
Varias empresas multinacionales que venden alimentos al público utilizan Organismos Genéticamente Manipulados (OGM), sin regulaciones higiénicas que defiendan a los consumidores.
Kentucky Fried Chicken, más conocido por sus siglas KFC, es una franquicia de restaurantes de comida rápida especializada en pollo frito, que pertenece al grupo Yum! Brands. Cuenta con más de 18.000 restaurantes en 120 países.
Ahora se llama KFC porque no pueden utilizar la palabra pollo ya que no utilizan pollos reales. Ellos realmente utilizan organismos manipulados genéticamente.
Esta “mutuación de pollos” se mantienen vivos por tubos insertados en sus cuerpos para bombear sangre y nutrientes a través de su estructura; no tienen picos, plumas, ni patas; su estructura ósea se contrae drásticamente para obtener más carne de ellos.
Esto es muy bueno para KFC ya que no tienen que pagar tanto por sus costes de producción. No hay más desplume ni eliminación de los picos y los pies, los “pollos” están prácticamente listos para cocinarse.
El gobierno norteamericano ha dicho a KFC que deben cambiar todos sus menús para que no digan pollo en ningún lugar
McDonald’s: Las ventas de McDonald’s en EE.UU. cayeron un 4,6%, según un informe oficial, debido a la desconfianza que generan los ingredientes de la marca de comida rápida.
La cadena está perdiendo a sus clientes por utilizar ingredientes que contienen OGM o productos genéticamente modificados, lo que ha sido comprobado por varias organizaciones sanitarias.
Las papas (patatas), de McDonalds, son con OGM.
La transgénica patata Innata, con Organismos Genéticamente Manipulados (OGM) desarrollada por la empresa proveedora de McDonalds, ha hecho saltar en EE.UU. la enésima polémica en torno a la idoneidad de los productos genéticamente modificados.
La realidad es que hoy estamos consumiendo alimentos con OGM, sin que los consumidores sepan lo que realmente estamos comiendo.
Los defensores de los consumidores, deben estudiar cuidadosamente esta situación, pues no sabemos lo que sucederá en el futuro. Ahora estamos consumiendo productos que no sabemos que sucederá en el futuro, los sufrimientos o enfermedades que tendrán los jóvenes de ahora y las futuras generaciones consumiendo productos alimentarios con organismos genéticamente manipulados.