Los Estados Unidos de Norteamérica, desde que declararon su independencia en 1776 (hace 241 años), se han mantenido como la democracia más robusta y estable del continente. Las razones son múltiples, debido a la visión de sus fundadores: 1) potencia económica; 2) potencia militar; 3) potencia política – cuentan con misiones y agencias en todo el Planeta Tierra y parte del universo. Son reconocidos como primera potencia mundial. Sus instituciones, son fuertes, estables, temidas, respetadas al tiempo que ofrecen servicios de calidad indiscutible. Funcionan como una gran nación, donde la razón no está subordinada a la emoción, hay separación entre el Estado y la Religión.

Muchos dominicanos ambicionan obtener visa, ser residentes o convertirse en ciudadanos para insertarse en una sociedad próspera, donde se puede alcanzar el “American Dream”. Se estima que un 20% de la población dominicana vive en esa gran nación, formando la 5ta minoría por su tamaño. Nos complace tener visa y nos duele si la cancelan.

Los Estados Unidos controlan o influyen en la dinámica política y económica en el globo y muy especialmente en nuestro país. Históricamente, imponen la agenda en base a sus intereses, mediante acciones y presiones diplomáticas. Otras veces mediante imposiciones, acompañadas de amenazas de sanciones o fuerza militar, cambiando el rumbo político del país. Esas intervenciones, le llamamos injerencia en los asuntos internos del país, que suele ser rechazada.

Veamos:

1)  En 1916, sufrimos la primera invasión militar, causado por la deuda de la época;

2) En 1965, sufrimos la segunda invasión militar, que produjo una guerra civil;

3) En 1978, un barco de guerra, fue fondeado en el malecón, como intimidación para garantizar el traspaso de mando presidencial;

4) En 1991, el país debió ceder a las presiones del gobierno de Los Estados Unidos, para utilizar el territorio, para aplicar el boicot comercial al gobierno de Haití;

5) Definen nuestras políticas y acciones en contra del narcotrafico;

6) Por los perjuicios a sus intereses comerciales, junto a Brasil han investigado la corrupción de Los Tucanos y Odebrecht, influyendo para que no queden impune.

Han forzado a la Administración del presidente Danilo Medina, a tomar acciones judiciales, para someter a la justicia los receptores de los sobornos confesados por Odebrecht y Embracer -viaje del Procurador a en Washington D.C-. De ahí, las acciones judiciales aunque sean timoratas, que incluye a algunos de sus miembros del Comité Político y Central del Partido así como miembros de la oposición.

Revisando la historia de las intervenciones acciones del Gobierno de los Estados Unidos en nuestro país, desde 1916 hasta la fecha -forzosas-, podemos afirmar que en esta oportunidad (casos Tucanos y Odebrecht), son bienvenidos por el pueblo dominicano, ya que no tenemos cultura, vocación ni voluntad política para combatir la corrupción y frenar la impunidad. Y, frente al secuestro de las instituciones judiciales por parte del Gobierno, solos no podremos hacer justicia.

En estos casos, la intervención de Los Estados Unidos, nos ha librado de manera momentánea y circunstancial, del nacionalismo -que suele rechazar según las conveniencias, el apoyo foráneo- porque no nos oponemos a que prosigan presionando y tomando acciones, a fin de castigar la corrupción y detener la impunidad, hasta las últimas consecuencias “caiga quien caiga” y sin respetar “vacas sagradas”, especialmente, si dichas vacas sagradas se guarecen en el Palacio Presidencial, el Congreso y Ministerios.

Es preciso que el inescrupuloso hombre repartidor de los sobornos, debe ser protegido por todos los medios, para prevenir que algún inescrupuloso del Gobierno, trate de eliminarlo sin que declare la verdad. Es prioritario urgente que dicho implicado sea preservado aunque sea en una suite, pero en territorio de Los Estados Unidos y que se premie por sus confesiones. Si no, los esfuerzos podrían quedar truncos, en perjuicio de la sociedad dominicana. Son bienvenidos!!!