Quienes fundaron los Estados Unidos, los llamados Padres Fundadores, estaban conscientes de que echaban los cimientos de un imperio. Eso fue en 1776. En vez de establecer un reino separado pero a semejanza de Inglaterra, como habría sido lo natural y que le fuera sugerido a George Washington, optaron por fundar una República. Tampoco se quedaron, como veremos más adelante, en formar un archipiélago de pequeñas repúblicas (los estados, antiguas colonias) sino que formaron una poderosa federación.

Crearon unas instituciones, articuladas en la división de poderes, que perduraran por encima de los individuos y que fueran el punto de referencia inamovible para el funcionamiento del Estado.

Estas instituciones fundamentales fueron aprobadas en su forma original en la Constitución del 17 de septiembre de 1787 por la Convención Constitucional de Filadelfia y luego ratificadas por en convenciones en cada estado en el nombre de “Nosotros el Pueblo” (We the People).

La ratificación fue un proceso arduo pues habían acordado que el texto entraría en vigor tras la ratificación de nueve estados, lo cual tomó tiempo.

Crean la federación

La federación real no llegaría hasta 1789, cuando la Constitución de 1787 quedó ratificada por el suficiente número de estados y fue así adoptada, en aquellos primeros días del mes de julio de 1776 fue cuando los nuevos estados tomaron por primera vez decisiones conjuntas y se presentaron al resto del mundo como un solo cuerpo político: los Estados Unidos de América. Las colonias británicas podían haberse independizado y, como luego harían muchas otras colonias en el continente sudamericano, haber permanecido simplemente como estados independientes; pero entonces no nos hubieran dejado el legado de un proceso constitucional estructurado y singular. Sin embargo las trece colonias fueron más allá y, una vez independizadas, iniciaron el proceso de “federalización” de los Estados Unidos, proceso que alcanzó su punto álgido con la mencionada ratificación en 1789 de la Constitución de los Estados Unidos de América.(1)

Trump presta juramento como presidente de los Estados Unidos
Trump presta juramento como presidente de los Estados Unidos

Una vez que el Congreso de la Confederación recibió noticias de la ratificación de Nuevo Hampshire, estableció fechas para que la Constitución entrara en vigor, y el gobierno creado por la Constitución comenzó a operar el 4 de marzo de 1789.

El primer presidente de la federación fue el general George Washington, quien gobernó del 30 de abril de 1789 al 4 de marzo de 1797.

Perfeccionan las instituciones

La Constitución de los Estados Unidos ha sufrido 26 enmiendas, ninguna de las cuales ha alterado el texto original de 17 artículos. La “Carta de Derechos de los Estados Unidos” es el nombre colectivo que se le otorgan a las primeras diez enmiendas de la Constitución, aprobadas el 15 de diciembre de 1791. Fue una respuesta para calmar los temores de los grupos anti federalistas, algunos de ellos influyentes oponentes de la Constitución, y prominentes miembros de la Convención de Filadelfia, quienes argumentaron que esta fracasaba en defender los principios básicos de la libertad humana. Estas enmiendas garantizan una serie de libertades personales, limitan el poder del gobierno en los procesos judiciales y otros; y se reservan algunas facultades a los estados y al pueblo. Originalmente las modificaciones aplicaban sólo al gobierno federal, sin embargo, la mayor parte se aplicaron posteriormente al gobierno de cada estado a través de la Decimocuarta Enmienda por medio de un proceso conocido como la incorporación. (2)

20 de enero: reafirman las instituciones

El 20 de enero, cada cuatro años, con la transmisión de mando presidencial, es un día que los Estados Unidos dedican a reafirmar y celebrar sus instituciones. Quien estuviera presente en Washington ese día, o lo haya visto por Internet o televisión, podía darse cuenta de que las instancias de poder se congregaron allí para dar una demostración ante el país y el mundo de que estaban unidas haciendo confesión de fe en la federación.

Glorificaron hasta la saciedad el mentado bipartidismo (republicano-demócrata) que no es más que la manifestación de un mismo cuerpo de ideas expresado en dos ramas: partido republicano y partido demócrata.

Mientras en Washington se recitaba el credo de “Estados Unidos primero”, el país entero, a excepción de unos cuantos miles de manifestantes contra las políticas del nuevo Presidente (en una población de 315 millones), respondía Amén.

Donald Trump ante las instancias de poder

Reunidas las instancias de poder formales, así como los órganos informales y los magnates del mundo corporativo y financiero, los expresidentes, el Presidente entrante, Donald Trump, fue juramentado y pronunció su esperado discurso inaugural.  Consciente del escenario en que se encontraba, Trump echó a un lado casi totalmente la retórica que le ganó el favor de amplias capas de la población y lo condujo hasta ese ansiado día.

Pronunció una joya discursiva engarzada en una nueva retórica (3) repleta de promesas y esperanza. Dijo Trump: Presidente de la Corte Suprema John Roberts, Presidente Carter, Presidente Clinton, Presidente Bush, Presidente Obama, conciudadanos y personas de todo el mundo: Nosotros, los ciudadanos de Estados Unidos, nos unimos ahora en un gran esfuerzo nacional para reconstruir nuestro país y restaurar su promesa para todo nuestro pueblo.

Juntos podremos determinar el curso de Estados Unidos y del mundo en los años venideros.
Enfrentaremos retos. Enfrentaremos dificultades. Pero cumpliremos nuestra tarea.

Cada cuatro años, nos reunimos en estos escalones para llevar a cabo la transferencia ordenada y pacífica del poder, y estamos agradecidos con el Presidente Obama y la Primera Dama Michelle Obama por su gentil ayuda a lo largo de la transición. Han sido magníficos.

Sin embargo, la ceremonia de hoy tiene un significado muy especial. Porque hoy no estamos simplemente transfiriendo el poder de una administración a otra, o de un partido a otro, sino que estamos transfiriendo el poder de Washington, D.C. y devolviéndoselo a ustedes, el pueblo estadounidense.

Durante demasiado tiempo, un pequeño grupo en la capital de nuestra nación ha cosechado los frutos del gobierno mientras el pueblo ha sufragado los costos.

Washington floreció – pero el pueblo no se benefició de esa riqueza.

Los políticos prosperaron – pero los empleos desaparecieron, y las fábricas cerraron.

El sistema se protegió a sí mismo, pero no protegió a los ciudadanos de nuestro país.

Sus victorias no han sido las victorias de ustedes; sus triunfos no han sido los triunfos de ustedes; y mientras ellos celebraban en la capital de nuestra nación, las familias que luchan en todo nuestro país tenían muy poco que celebrar.

Todo eso cambiará – a partir de aquí y ahora mismo, porque este momento es el momento de ustedes: les pertenece a ustedes. Pertenece a todos los reunidos hoy aquí y a todos los que observan en todo Estados Unidos. Éste es su día. Ésta es su celebración. Y este, Estados Unidos de América, es su país.(4)

Estado laico/población religiosa

La religión no podía estar exenta de participación en este día.

La mayoría de los estadounidenses dicen que la religión toma un papel "muy importante" en sus vidas, una proporción única entre los países desarrollados.(5)

Desde los primeros días de la colonia, cuando los futuros colonos británicos y alemanes iban a lo que hoy son los Estados Unidos buscando libertad religiosa, los Estados Unidos han estado profundamente influidos por la religión. Tal influencia continúa en la cultura estadounidense, en su vida social y política. Varias de las 13 colonias originalmente fueron establecidas por personaas que querían practicar su religión sin discriminación: la Colonia de la Bahía de Massachusetts fue establecida por puritanos británicos (congregacionalistas), Pensilvania por los cuáqueros británicos, Maryland por los católicos británicos y Virginia por los anglicanos británicos. Todos los Presidentes de los Estados Unidos han sido blancos y protestantes, excepto Thomas Jefferson (deísta), John F. Kennedy (católico) y Barack Obama (afroamericano). (6)

Actualmente, la mayoría de los estadounidenses (73%) se identifican como cristianos y alrededor del 20% no se identifican con ninguna religión. De acuerdo con el American Religious Identification Survey (ARIS), en 2008, el 76% de los estadounidenses se identificaban como cristianos, con el 51% asistiendo a diferentes tipos de iglesias protestantes, y el 25% profesando ser católicos. La misma encuesta dice que alrededor del 4% de la población se profesa otras religiones (incluyendo, entre otras, el judaísmo, el budismo, el islam, y el hinduismo), que el 15% de la población adulta no tenía ninguna religión, y que otro 5.2% no sabía o se negaba a contestar. De acuerdo con una encuesta de 2012, el 36% de los estadounidenses dice asistir a la iglesia al menos una vez por semana.(7)

El acto de inauguración estuvo precedido por oraciones pronunciadas por seis representantes religiosos, comenzando con el cardenal Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York, quien aunque no vestía las indumentarias propias de su alta jerarquía se identificó al hacer la señal de la cruz. Al final rezaron tres religiosos más, entre ellos un maestro (rabino) judío.

Según reportó El País “El sábado, siguiendo la tradición de sus predecesores, Trump asistió a un servicio religioso en su primer día como nuevo presidente de Estados Unidos. Junto a su familia y su vicepresidente, Mike Pence, y representantes cristianos, musulmanes y sijs, participó una ceremonia interreligiosa en la Catedral Nacional de Washington.

En el acto hablaron más de una decena de líderes religiosos. Greg Laurie, un pastor cristiano de California, pidió “protección divina” para las Fuerzas Armadas. “Bendigamos a todos cuyas vidas están ligadas a las nuestras”, dijo Jesse Singh, líder de Sijs por América.

Trump, cristiano adscrito a la iglesia presbiteriana, no es conocido por su religiosidad, pero en su fulgurante ascenso político cosechó el apoyo de millones de votantes evangélicos y de influyentes líderes fundamentalistas cristianos”.

Esos son los Estados Unidos. Así se maneja un imperio.

Notas

  1. Luis Grau / Manuel Martínez Neira: Historia del Constitucionalismo Americano. Universidad Carlos III de Madrid, Tema III, páginas 1-2

      2. Enlace: https://es.wikipedia.org/wiki/Carta_de_Derechos_de_los_Estados_Unidos

      3. Retorica: Arte de expresarse con corrección y eficacia, embelleciendo la expresión de los conceptos y dando al lenguaje escrito o hablado el efecto necesario para deleitar, persuadir o conmover.

     4. Enlace: http://www.univision.com/noticias/politica/el-discurso-completo-de-la-toma-de-posesion-de-donald-trump-en-espanol

     5. https://es.wikipedia.org/wiki/Religi%C3%B3n_en_los_Estados_Unidos

     6. Idem

      7. Idem