China tiene una población  que supera los 1380 millones de personas y ocupa una extensión territorial de más de 9 millones 500 mil kilómetros cuadrados. De ahí que considerar las contribuciones del Estado al Desarrollo Humano tiene verdadera relevancia; además por los grandes giros que se han producido  en la organización económica, instaurando el socialismo desde el 1ro de octubre de 1949,  para luego a partir del 1980   asumir la economía de mercado que negaban.

Ese giro hacia la economía de mercado junto  a la promoción de variadas formas de iniciativas individuales empresariales y la apertura para la inversión extranjera, ha impulsado de forma extraordinaria el crecimiento económico. Esos giros y enfoques han  tenido impactos tales que más de 300 millones de personas salieron  de la pobreza en menos de 25 años.

Como se recuerda, para el  Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo- PNUD-  la calidad de vida de las personas se asocia al incremento del ingreso por habitante, la educación y los años promedio  de existencia, entre otros factores. Mientras que para el Informe Global de Competitividad se asocia al desarrollo de la institucionalidad, la educación y la eficiencia de los mercados.

Ese conjunto de factores han estado en el centro de las políticas públicas de China generando un crecimiento  económico promedio de 9.5% desde 1980 al 2010 y a partir de entonces hasta la actualidad, superior al 6%. Además, entre otros factores que se resaltan,  la calidad de la  educación se ha incrementado de forma tal que 5 regiones de China están entre las 10 mejores calificaciones en  la prueba internacional PISA.

Cuando se observa la posición de China en el Índice de Desarrollo Humano del PNUD en el que ocupa el lugar 90 entre 188 países; pero que en el Índice Global de Competitividad está en el lugar número 28, significa un gran empuje para seguir avanzando. De ahí que sus  dirigentes hayan proyectado que en el 2049 China sea un país plenamente desarrollado. Lo cual sería un gran paso de avance para la humanidad.

Más quedan pendientes desafiantes problemas. Cuanto se enfoca  el Desarrollo Humano como la ampliación de las opciones de las personas para elegir el tipo de vida que consideren más apropiada,  afloran otras dimensiones de la libertad como la de expresión del pensamiento, de organización, libertad de prensa, de asociación o protestas pacíficas, todas  ausentes hoy en China; pero su realidad es sumamente compleja y  entendemos que la elevación constante  de la  prosperidad  creará las condiciones en el tiempo para importantes avances en esas otras dimensiones de la libertad.