Lo que se presenta, organizado en diez puntos, parte del acumulado latinoamericano y caribeño y de la práctica que, a nivel nacional, se ha tenido la oportunidad de desarrollar desde organizaciones sociales, sociedad civil y desde el estado. Se asume el Aprendizaje de las personas jóvenes y adultas, como un compromiso desde las pedagogías críticas y educaciones populares, haciendo síntesis, sin establecer dicotomías, propiciando “hacer más pública la educación popular y más popular la educación pública”.
Se constata que los temas de la institucionalidad en EPJA tienen una gran complejidad y que existe un gran desequilibrio entre el sistema escolar en general y el subsistema de EPJA. Este desequilibrio se expresa en el nivel de comprensión existente sobre los derechos y las necesidades de la población joven y adulta, así como entre el reconocimiento, el impacto y el poder que tiene el aprendizaje adulto en la sociedad en general.
El ritmo de desarrollo de la institucionalidad de la EPJA, depende de diversos factores, instancias y poderes, entre los que se destacan: la legislación, la estructura presupuestaria; las priorizaciones de las políticas educativas; la gestión en los territorios; la voluntad política y la capacidad de movilización de los diferentes actores, en particular de la población joven y adulta sujeto de los procesos de aprendizaje. En los sistemas educativos generalmente se prioriza la educación de niños y niñas, desconociendo las personas adultas responsables de acompañar su educación y sus aprendizajes.
¿Qué hacer para la transformación de la institucionalidad de la Educacion de personas jóvenes y adultas?
- Sustentar la educación y el aprendizaje de personas jóvenes y adultas, excluidas del derecho a la educación, en paradigmas que superen modelos excluyentes y discriminatorios, que faciliten su visibilidad y posicionamiento, no solo al interior de los sistemas educativos sino en toda sociedad, se destaca el paradigma “el aprendizaje a lo largo y ancho de la vida”
- Transformar la visión y la lógica de funcionamiento imperante de la EPJA, en diversos países de la Región, en una educación pública, gratuita, comunitaria, popular y transformadora, que forma en ciudadanía, integra la ética del cuidado, tanto personal como de la naturaleza y propiciar una convivencia comprometida con la solidaridad, el bien común y el Buen Vivir.
- Construir las bases de una nueva institucionalidad para la educación y el aprendizaje de personas adultas y un sistema de gestión institucional con perspectiva holística, con profundo sentido ético y compromiso con los más excluidos; organizado en estructuras relevantes, que reconocen que se aprende en cualquier lugar, más allá de la escuela y de las aulas.
- Construir modelos educativos y los diseños curriculares correspondientes para todas las ofertas de aprendizaje de EPJA, en espacios formales y no formales; con identidad propia, flexible, modular, centrado en la persona que aprende, su contexto, necesidades y perfiles. Gestionar ampliamente la educación y el aprendizaje de personas jóvenes y adultas desde una perspectiva de derecho y de inclusión que garantice una sociedad más democrática, igualitaria y productiva.
- Crear las condiciones para superar el analfabetismo y asumir nuevas conceptualizaciones del aprendizaje como continuum para facilitar la continuidad educativa a lo largo y ancho de la vida e integrar la conectividad como derecho; la integración de las TICs como una respuesta a partir de la pandemia, en la que se han puesto en evidencia las grandes brechas de desigualdad existente en el mundo educativo y como desafió para el periodo post- pandemia, que supone transformaciones en los modelos educativos vigentes.
- Disponer de financiamiento, producto de la voluntad política de los gobiernos de la Región; facilitar la participación amplia de la sociedad, el trabajo interministerial, en alianza con los gobiernos locales, la sociedad civil, los movimientos sociales y de manera prioritaria con estudiantes y docentes de EPJA, con demandas explicitas, en su proceso de constituirse como sujeto.
- Crear condiciones para una EPJA, que recupera la comunidad y el territorio como espacio para aprender, generar estrategias y servicios focalizados, para grupos específicos, tales como: pueblos originarios, privados de libertad, mujeres en diferentes condiciones, personas con capacidades especiales, envejecientes, migrantes, la diáspora de nuestros respectivos países, entre otros.
- Priorizar la formación y profesionalización de educadores y educadoras de personas jóvenes y adultas, en alianza con las universidades para comprender y garantizar cambios en los paradigmas, enfoques, concepciones y perspectivas, para tener un docente/ educador o educadora, que a partir de su formación y de la práctica se empodera y especializa en EPJA; se aspira a un educador integrado a tiempo completo, que supera la dispersión y el estatus de educador/educadora de segunda categoría.
- Disponer de un Sistema de evaluación, reconocimiento y acreditación del aprendizaje logrado por experiencia y en espacios no formales e informales; adecuar los sistemas de monitoreo y registro de los procesos de aprendizaje de educación de personas jóvenes y adultas.
- Documentar las experiencias, la rendición de cuentas en todos los componentes y procesos de educación y aprendizaje de personas jóvenes y adultas y facilitar la investigación y sistematización como estrategia para conocer la realidad, compartir aprendizajes, introducir mejoras en las prácticas, avanzar en la construcción de la identidad y reconocimiento de la EPJA.