Varios senadores de Estados Unidos introdujeron un nuevo proyecto de ley de reforma de inmigración con medidas "severas, inteligentes y justas", según sus redactores. El proyecto incluye medidas para reforzar la seguridad fronteriza, mejorar la aplicación de las leyes de inmigración en los centros de trabajo y los requisitos que deberán seguir los cerca de 11 millones de inmigrantes indocumentados presentes en EE.UU. 

Algunos reticentes resumen irónicamente que ahora los inmigrantes se registrarán ante el gobierno, pagarán sus impuestos, aprenderán inglés, los que estén ilegales pagarán una multa, habrá un chequeo de sus antecedentes, y esperarán en una fila por la residencia permanente.

Sin embargo, el proponente principal, Bob Menéndez (demócrata por Nueva Jersey) expresó: "Esta legislación envía señales al pueblo estadounidense de que nos tomamos en serio arreglar nuestro sistema de inmigración fracturado (…) Estamos a favor de una solución completa ‒una solución real‒ para poner fin a la inmigración de indocumentados y restaurar el imperio de la ley". Mediante la legislación, "que aborda la realidad de la situación, se detiene el flujo a través de nuestras fronteras, y se contribuye a la recuperación económica". 

Y en una abierta convocatoria a sus opositores republicanos, dijo: "Si podemos colocar la tribuna política a un lado y nos unimos en un proyecto de ley integral, pragmático como este, podemos traer a la resolución de una necesidad nacional grande ". 

Otro de los proponentes, el senador Patrick Leahy (D-Massachusetts), expresó: "Algo que todos debemos apoyar es un debate civil sobre la mejor manera de actualizar nuestras leyes de inmigración para frenar la ola de inmigración ilegal, la de fortalecer nuestras fronteras y crear un sistema que funcione mejor para Estados Unidos".

El proyecto de ley fue presentado pocos días después que las autoridades federales de inmigración anunciaron nuevos cambios en la aplicación. Los cambios, según las autoridades, se concentrarán en los criminales más graves para dar a los abogados del gobierno mayor discreción. Se trata de "hacer un mejor trabajo para garantizar que el programa se enfoque más en los objetivos que plantean el mayor riesgo para las comunidades", dijo John Morton, director de la Oficina de Inmigración y Aduanas de EE.UU. 

Menéndez comentó que algunos republicanos, en privado, han manifestado su voluntad de seguir adelante con una reforma migratoria integral. 

El problema migratorio en EE.UU. es complejo y se alimenta de celo, racismo y xenofobia, algo común con grados diferentes en las comunidades humanas. En la actualidad, el tema migratorio está en la orden del día de los gobiernos de casi todas las regiones del globo. 

Los argumentos contra la presencia de inmigrantes en los países de destino se repiten como un sistema de espejos en casi todo el mundo. Se afirma que los inmigrantes le quitan los trabajos a los nacionales cuando en realidad, en muchos casos, los inmigrantes complementan la capacidad de la fuerza de trabajo nativa, que no siempre está dispuesta a realizar las labores más arduas y peor pagadas. En muchos países, los inmigrantes satisfacen la demanda de mano de obra en sectores en los que no compiten directamente con los trabajadores nacidos. 

Entre otros males, se dice que contribuyen a disminuir los salarios de los nacionales, cuando en general aumentan la productividad, y no tienen un efecto importante en los salarios de los trabajadores locales, porque son víctimas de sus empleadores bajo la amenaza de ser entregados a las autoridades por su condición de ilegal. 

Alegan que los inmigrantes provocarán un crecimiento anormal de la población. En el caso de EE.UU., la generación de los "baby boomers" está en retirada y la tasa de fertilidad, dicen las estadísticas, está en declive. Se necesitará nueva fuerza de trabajo para mantener el crecimiento económico. 

Y esgrimen como una verdad absoluta que los inmigrantes no se asimilan. El proceso de asimilación, como enseña la historia de oleadas migratorias que crearon los EE.UU. de hoy, y las naciones de este hemisferio, es un fenómeno en el que intervienen muchos factores históricos, económicos, culturales y sociales durante un periodo de tiempo imposible de precisar. Tampoco es un proceso en una sola dirección, pues el inmigrante trae sus aportes a la sociedad a la cual que se integra. 

La historia ofrece guías para contribuir a que esta asimilación se produzca de la forma más natural posible y también recoge qué errores no deben repetirse. Es un problema de voluntad política, de educación en el sentido más amplio de la palabra, y de conocimiento.     

"Una mentira puede viajar al otro lado del mundo, mientras todavía la verdad se está calzando los zapatos", dijo Mark Twain. Una gran verdad porque debido al desconocimiento o a la desinformación interesada, una mentira no requiere precisión, ni validación, ni investigación. Además, para todo esto se requiere tiempo y esfuerzo. 

La negación del fenómeno migratorio, abordarlo superficialmente o intentar resolverlo empleando medidas drásticas que dejan a un lado el factor humano e incentivan el rechazo al inmigrante; que se fundamenta en falsedades y tergiversaciones de la realidad será siempre contraproducente no solo para los inmigrantes, ni únicamente para los Estados Unidos.