Desde la explosión de la crisis financiera mundial a finales del 2008, uno de los países más afectados ha sido España, producto de un excesivo endeudamiento por parte del gobierno central, déficit público, burbuja inmobiliaria, desempleo y pérdida de competitividad. Dentro de todos estos problemas el más pesado ha sido el desempleo, el cual ronda el 20% de la Población Económicamente Activa, superando con creces la media de la Unión Europea del 9.6%.
Si analizamos la población joven, el desempleo supera el 40%, lo que ha llevado en los últimos meses a un éxodo de jóvenes profesionales hacia los distintos países de Europa, incluso países de América, en aras de alcanzar un mejor futuro. Pero no todos los jóvenes han corrido la misma suerte, la gran mayoría han quedado indignados ante la incapacidad del gobierno para tratar de reactivar la economía.
Ante esta situación, miles de jóvenes agrupados bajo la sombrilla de la organización Democracia Real Ya, formaron el movimiento 15-M, que desde el pasado domingo 15 de mayo han tomado las principales plazas en más de 50 ciudades españolas, en un grito de desesperación ante la eventualidad de una generación perdida.
Una de las particularidades de esta manifestación ha sido el uso intensivo de las redes sociales como Twitter y facebook, logrando difundir de manera efectiva el mensaje de la revuelta y pudiendo aglutinar en solo cuestión de tres meses a miles de jóvenes molestos que no alcanzan una plaza laboral y que tienen bien claro que la única manera de ser escuchados es lanzándose a las calles a protestar, ejerciendo de manera organizada el derecho otorgado por la constitución en cuanto a la libre expresión y manifestación del pensamiento.
Estas revoluciones juveniles han logrado tener un alto impacto en la sociedad, basta con observar como gracias a estas explosiones de protestas, en medio oriente han logrado tumbar dictadores que se perfilaban como eternos en sus cargos, prevaleciendo la voluntad colectiva contra el deseo de unos pocos.
Estas revoluciones juveniles han logrado tener un alto impacto en la sociedad, basta con observar como gracias a estas explosiones de protestas, en medio oriente han logrado tumbar dictadores que se perfilaban como eternos
Y esto no es todo, esta revuelta se juntó con las elecciones municipales y autonómicas del 22 de mayo, donde el pueblo le dio una bofetada al PSOE de Zapatero con datos sorprendentes: los socialistas no podrán regir en 12 de las 13 comunidades autónomas que se disputaban. Uno de los ganadores de las elecciones ha sido el opositor Partido Popular, quien ha ganado terreno en el manejo de las comunidades autónomas.
Otro de los ganadores ha sido el voto en blanco, representando el 2.54% en las elecciones, equivalentes a medio millón de sufragios. Logrando obtener una cuota representativa dentro de la democracia española, simbolizando el descontento de los diferentes sectores de la sociedad con el gobierno de turno.
Estas manifestaciones han logrado convertirse en este año en la herramienta preferida por los que no tienen voz para ser escuchados, armados con la rápida transferencia de información brindada por las redes sociales, los jóvenes se empoderan cada día más, haciendo valer sus derechos, no dejándose pisotear por ningún gobierno y dejando claro que la única manera de que un pueblo prospere es utilizándolos como materia prima.