La pandemia en España
La pandemia del coronavirus llegó a España a finales de enero, después de haber llegado a Italia. De manera que el modo de abordar el Covid-19 allí brindaba un cúmulo de experiencias para ser aplicado en un país del mismo entorno geopolítico. Ya que siempre se expone que el caso Chino es muy diferente para tratar de ser imitado.
Durante los años de gobierno del PP ha habido una disminución del gasto en salud y en cubrir puestos necesarios tanto de médicos como de enfermeras, auxiliares y celadores en los hospitales. En Madrid –gobernado desde hace mas de 30 años por el PP-se calcula que los puestos no cubiertos eran más de 2000 según las asociaciones dedicadas a temas de Salud.
Unido a ello se ha tratado de privatizar parte de la sanidad pública y frente a la resistencia encontrada-las mareas de sanitarios protestando en las calles-, lo que se ha hecho es privatizar la gestión de muchos hospitales. Todo esto no se hace para mejorar la gestión sino con fines de favorecer el lucro de algunas compañías de servicios. Esto se ilustra con el caso del señor Güemes un ex consejero de Salud de la CAM que dejó su cargo para pasar, tiempo después, a desempeñar un puesto en un consejo de administración de una de las compañías beneficiadas por la externalización de servicios sanitarios. (4)
También en Cataluña, los nacionalistas de Convergencia de Cataluña y ahora independentistas, que cambiaron el nombre del partido por JxCat, han descuidado las inversiones en Sanidad. Eran muy eficaces cobrando un 3% de los contratos de obras y servicios concedidos por la Generalitat, para los bolsillos del tradicional dirigente del partido Jordi Pujol y su familia (una fortuna estimada en 290 millones de euros robados a los catalanes y al resto de los españoles). Algunos independentistas catalanes gritan “España nos roba”-porque como región rica aporta una parte de sus rentas fiscales para el resto de regiones españolas, como también hace Madrid-, pero callan que el ladrón de verdad está dentro y era su jefe político: la familia Pujol.(5)
Es decir, las derechas españolas hasta el momento no han tenido un especial interés por la Sanidad Pública, pero gracias a que los políticos se alimentan de votos, no han podido privatizarla como hubiera sido su deseo y su interés lucrativo. Si lo hubiesen hecho los ciudadanos los hubieran echado del poder. Y como dijo aquél: ¡París, bien vale una misa!
El gobierno y la gestión del Covid-19
Pese a todo ello, la sanidad pública española es muy mejorable pero no es deficiente, aunque no se encontraba en su mejor momento cuando llegó el Covid-19. Siempre se puede criticar al actual gobierno (sólo tres meses desde su toma de posesión), el que no hubiese contratado, desde que se dieron los primeros casos en Italia, partidas millonarias de mascarillas, batas, máquinas respiradoras, pruebas rápidas del virus, e incluso, si se quiere ser híper exigentes, hasta se puede criticar que no se hubiera doblado el monto destinado para la investigación en preparación de una vacuna desde que se dieron los casos en China.
Ahora bien, sin llegar a ese criticismo –fácil en cuanto es a posteriori-, lo que goza de mucha aprobación pública en los sondeos es que el gobierno se esfuerza por hacerlo lo mejor posible, pese a la escasez mundial de medios para atender a todas las necesidades de la pandemia y, que la oposición de derechas lo está haciendo muy mal con su criticidad nociva y su falta de empatía con la situación que vive el pueblo español. Ni siquiera en tiempos como éstos, que invitan a poner el todo por encima de las partes, esta derecha hispánica abandona su politiquería, si ellos no están en el Gobierno, están en Cruzada permanente sin parar mientes en cual sea la situación. Obvio, con algunas excepciones de políticos con sentido común y de Estado. Simplemente no pueden resignarse a estar bajo la sombra del poder político de la izquierda, ya que es harto evidente que detentan el poder económico.
Más Estado no más mercado
Por todo ello, es casi imposible hacer una especie de pactos entre los partidos para tratar de afrontar el sombrío futuro inmediato, porque lo que exige y sobre todo, lo que va a exigir la Gran Recesión que seguirá a la pandemia, son políticas públicas centradas en los servicios sanitarios, los servicios sociales y apoyo sostenido a toda la gente que va a sufrir por pérdida de sus empleos, sea temporalmente o sea por paro de larga duración.
El Estado tendrá que proveer ayudas a los autónomos para que puedan volver a levantar sus minis o pequeñas empresas y sobre todo, se va a requerir la acentuación de las regulaciones económicas y financieras y, en cuanto sea posible, un incremento de los impuestos sobre beneficios extras de sociedades y sobre las rentas de las personas físicas a partir de determinados niveles de ingresos (como ocurre en países europeos como Bélgica, Alemania, Francia, Holanda, los países Nórdicos e incluso hasta en el Reino Unido). PP, Ciudadanos (Cs) y obvio, tampoco VOX, comulgan con esas políticas públicas y fiscales.
No se trata de nada extraño, no se trata de influencias “Podemitas”, ni de “comunismo”, se trata de que si España quiere estar en Europa y vivir como en Europa, o mejor -por el clima y sistema de relaciones sociales del Sur de Europa-, tenemos que tener un tejido social menos desigual y que favorezca la mayor igualdad de oportunidades posible para todos.
Por ende, tener mejores servicios sociales requiere tener un sistema fiscal más cercano al de los países de nuestro entorno más avanzados. Solo así daremos pasos adelante en materia de igualdad, de libertad real y de solidaridad social. No se trata de tener más dinero en el bolsillo sino más servicios públicos y sociales eficientes: mejores guarderías infantiles, escuelas públicas, universidades, residencias de ancianos y servicios de Salud de prevención, atención primaria, clínica-quirúrgica y más dotación para la investigación, el desarrollo y la innovación.
La meta en España no es querer ser como Hong Kong –como propone Milton Friedman, el gran gurú económico de los liberales y los neoliberales, como modelo en materia económica y relaciones laborales -, sino ser como Suecia, Dinamarca, Alemania. Sociedades igualitarias, de prosperidad generalizada y una gran red de servicios sociales. Nada menos.
Torrelodones, 11 de abril de 2020
https://unmundoporganar.org
Notas
1. https://www.publico.es/politica/contratistas-militares-eeuu-financiaron-2009.html
2. (https://www.lavanguardia.com/elecciones/elecciones-generales-2019
3..(https://www.lavanguardia.com/elecciones/elecciones-generales-noviembre-2019)
En enero de 2013 la Unión Temporal de Empresas, empresa a la que Güemes adjudicó siendo consejero los análisis clínicos de 6 hospitales de la Comunidad de Madrid, fue comprada por Unilabs, empresa integrada en el grupo Capio, de la que Güemes participaba dentro del consejo de administración. Dimitió del consejo de administración de Unilabs en 2013. En junio de ese año, un Juzgado de Madrid admitió a trámite una querella presentada contra Güemes y otras ocho personas, acusadas de cometer irregularidades durante la privatización de la gestión sanitaria. En octubre de 2013 fue imputado también por delitos de cohecho y prevaricación. Una muestra al canto de los intereses pecuniarios que están detrás del discurso de la privatización de servicios públicos, incluida la Sanidad. Se trata claramente de lucro puro y duro. El significado y el significante están claros, privatizar es para lucrarse.(El Plural, 23/6/2013, El País, 11/1/2013)
Según la policía, la familia Pujol-Ferrusola ha recibido plusvalías ilícitas “de forma sistemática y recurrente” provenientes “de prácticas corruptas”. Así, se estima, que el total del dinero amasado sería de 290 millones de euros, si bien se admite que esta valoración puede tener errores por los efectos de la inflación y el cambio de las divisas. (La Vanguardia, (16/08/2019)