Para seguir con nuestro tema sobre el acondicionamiento de espacios exteriores en temporada estival, veremos algunas estrategias específicas, de acuerdo con cada situación de ausencia de confort.  Retomaremos algunos conceptos ya expuestos en esta misma serie, para dar continuidad a nuestro argumento global de protección frente a los fenómenos que ocasionan la falta de comodidad exterior y ampliar los mismos.

Tal como hemos mencionado anteriormente, cuando tenemos una ganancia de calor por radiación solar directa en el exterior, es decir, ganancia de calor por la incidencia directa de los rayos del sol, partiremos desde lo más básico para solucionar esta situación y es la colocación de elementos de protección solar para dichos espacios.

Las ganancias por la radiación solar llamada difusa, es decir la que está esparcida en la bóveda celeste, las propias nubes e incluso algunas superficies, se resuelven también utilizando elementos de sombreamientos, tal y como se hace para protegernos de la radiación directa.

Para  solventar el tema de las ganancias de calor por radiación reflejada en las superficies circundantes, hablábamos de que las mismas tuvieran un bajo nivel de coeficiente de reflexión. Para esto podríamos utilizar acabados opacos y combinaciones de vegetación y agua, para capturar, por decirlo de alguna manera, dicha radiación reflejada.

Una ganancia de calor muy habitual en nuestros espacios exteriores (y también interiores) es la que se produce por la liberación de radiación de onda larga por parte de las superficies y elementos del entorno. Un ejemplo de esto es una pared que se ha sobrecalentado, al paso de una unidad de tiempo determinada, liberará dicho calor a su espacio adyacente sobrecalentando, en mayor o menor medida, el mismo. En este caso la solución para evitar el sobrecalentamiento del entorno es que los elementos estén compuestos por materiales con bajos niveles de absorción o de dotarles de acabados con estas características. También podría hablarse de combinar enfriamiento mediante riego, sombreamiento de dichos elementos, y la siempre combinación de vegetación y agua en las medidas adecuadas.

Siguiendo con los posibles fenómenos que se pueden producir en los espacios exteriores y que pueden robar la sensación de confort a sus usuarios en temporadas de calor tenemos el intercambio por convección con el aire. Para evitar esto es conveniente aumentar  la velocidad del aire, siempre y cuando este tenga una temperatura baja, que permita que el movimiento del mismo produzca sensación de frescor y bienestar.

Si con todo lo que hemos citado someramente en los párrafos anteriores y en los artículos anteriores, nos hiciera falta plantear una solución breve para plantarle cara al calor del verano en un patio de una casa familiar, nos decantaríamos por colocar elementos de sombra con una combinación de lamas, tipo pérgola, con vegetación a modo de parra o con árboles que la cubran y elementos practicables de sombra, sean estos textiles o de otro material     que no absorbiera el calor. También plantearíamos vegetación en el entorno y algún sistema de enfriamiento por agua para equilibrar la temperatura del entorno…Un solución muy breve y elemental, a modo de ejemplo y de final de esta serie.

Hasta la próxima.