El principal reto de una institución consiste en articular armónicamente sus áreas de acción, es decir, que el éxito de una contribuya al logro de los objetivos de las demás. Ahora, garantizar esa sinergia no es tarea fácil.
En efecto, las dificultades institucionales crecen en la misma medida que lo hace la corporación. De ahí, que en ministerios como los de Salud Pública y Educación parezca imposible lograr un mínimo de armonía en el trabajo.
La actitud de la mayoría de los técnicos básicos y técnicos gerenciales en estos ministerios, complican la dinámica laboral. En la práctica, los médicos, enfermeras y profesores en algunas ocasiones entorpecen los servicios en sus respectivos ministerios. De igual manera, los ministros y el personal técnico gerencial, mantienen una mirada miope hacia esos mismos médicos, enfermeras y profesores estigmatizándolos como adversarios, nunca como aliados.
Para fines de enfoque, en lo adelante nos centraremos en el Ministerio de Educación.
Las características particulares de cada área de acción, son determinantes para establecer los niveles de compromiso entre una y otra área. Por ejemplo, en el Ministerio de Educación es de vital relevancia, conducir un proceso que selle la alianza entre la escuela, la familia y la comunidad. Para que esta unión sea fuerte, antes debe concretarse una hermandad entre varias direcciones nacionales del citado ministerio. ¿Cuáles son esas direcciones? Veamos.
La dirección de Cultura, la Dirección de Educación Artística, la Dirección de Participación Comunitaria y la Dirección de Género. ¿Por qué razón estas direcciones y no otras? Es sencillo, el rol principal de estas áreas está estrechamente vinculado al territorio y a la comunidad.
Propongo al ministro de Educación, Antonio Peña Mirabal, que inicie este proceso de alianza en la Regional 08 de Educación, provincia Santiago. Más específico, creo que debe ser una iniciativa piloto en el Distrito Escolar 08-05.
Hay dos razones fundamentales para proponer que sea en el Distrito Escolar 08-05. La primera, al Distrito 08-05 le corresponde la comunidad de Bella-Vista, donde está el Politécnico en Arte Julio Alberto Hernández, único en Santiago. La segunda, el mismo Peña Mirabal, ministro de Educación, es nativo de Bella-Vista, por lo que él tiene un compromiso con la población de estas localidades.
Impulsar este programa, requiere una coordinación especial entre la Dirección de Cultura y la Dirección de Educación Artística del Ministerio de Educación. Es así, en el entendido que la tarea de Educación Artística es dirigir el proceso pedagógico de la formación de los estudiantes en arte. Entre tanto, que a Cultura le toca poner esos artistas en su escenario natural que es la comunidad, con obras que armonicen con las prácticas cotidianas locales.
Las obras de arte producidas por los estudiantes en proceso y los egresados de las escuelas deben responder a los intereses de sus respectivas comunidades. Hacer una obra de arte con dichas característica, requiere que los artistas hagan antes una interpretación objetiva y subjetiva de la realidad local y nacional. De ahí la importancia de hacer sinergia además, con la Dirección de Participación Comunitaria y la Dirección de Género.
Ahora, antes de iniciar el proyecto fusionista entre cultura, arte, familia y comunidad desde las escuelas, es necesario disponer de técnicos que dominen la gestión cultural y la educación artística. Sin temor a equívocos, creo que este programa puede ser la punta de lanza para darle sentido a la verdadera revolución educativa-comunitaria, que en definitiva debe ser una revolución cultural.
Porque la “Cultura es, en definitiva, aquello que entreteje la vida subjetiva con la vida material y en cuyo entrelazamiento se evidenciaría un sistema central de prácticas bajo la forma de relaciones de poder implícitas”, puntualiza Carlos A. Gadea. Y recalca que “Toda producción de sentido se considera cultura”.
Aprovecho la ocasión, para invitar a los lectores a participar de la presentación de los estudiantes de arte del Politécnico Julio Alberto Hernández. El evento artístico será, en el Gran Teatro del Cibao, los días 10 y 11 de abril, entrada es libre.