Si bien la pregunta es muy general, nos vamos a fundamentar en dos textos que limitan mucho una apreciación absoluta, pero que nos permiten atisbar cuáles son los autores clásicos que las nuevas generaciones leen con mayor interés. Uno en un extraño libro de entrevistas a diez escritores de Santiago y del Cibao y otro aparecido en la Web en el portal literario de Puerto Rico http://ciudadseva.com/x/pro/los-diez-libros-favoritos/.
Ciertamente, en el caso de Santiago no hubo una pregunta pertinente, la joven Arelis Albino en un curioso libro titulado ‘Entrevistas a diez escritores de Santiago y la región’ editado por Ángeles de Fierro, de la Editora Nacional en abril del 2008, que ella consideró escritores importantes para su trabajo, curiosamente solo hay una mujer de su decálogo: Ella es Carmen Pérez Valerio. Los demás son: Víctor Estrella Rodríguez, Dionisio López Cabral+, Fernando Cabrera, Manuel Llibre Otero, Puro Tejada, Andrés Acevedo, Juan Gelabert, Ramón Peralta y Enegildo Peña.
Aunque no hizo la pregunta pertinente de la lectura preferida más que a uno de los entrevistados, siempre un escritor se delata exponiendo sus autores favoritos. En el presente caso nos vamos a referir únicamente a los clásicos, sean o no nuestros, que accidentalmente expresaran conocer, aunque haya unos contemporáneos que esperan la consagración. Fiel al título de este artículo solo incluiremos los muertos como referencia, aunque de pasada señalemos actuales que fueron citados.
Dionisio López Cabral, el único fallecido, habló ante una pregunta, de Tomás Morel, clásico de Santiago y citó a su tío Manuel del Cabral, clásico entre clásicos.
Fernando Cabrera, el autor de una obra importante, menciona a Lewis Carroll por Alicia en el país de las maravillas y a Antoine De Saint-Exupéry por su Principito. De los nuestros cita a Domingo Moreno Jimenes, Tomás Hernández Franco, Héctor Incháustegui Cabral, Pedro Mir, Franklin Mieses Burgos, Antonio Fernández Spencer, Freddy Gatón Arce, Manuel del Cabral y Manuel Rueda.
Manuel Llibre Otero habla de Juan Bosch. La entrevistadora citó a Gabriel García Márquez y él a Julio Cortázar y a René del Risco Bermúdez.
Finalmente, Enegildo Peña ante una pregunta específica, habla de Jorge Luis Borges; y ante la de sus escritores favoritos, señaló entre los muertos a: Pedro Henríquez Ureña, Virgilio Díaz Grullón, Pedro Peix, Franklin Mieses Burgos, Manuel del Cabral, Tomás Hernández Franco, Manuel Rueda, Pedro Mir, Domingo Moreno Jimenes, Aída Cartagena Portalatín, Enriquillo Sánchez y entre los latinoamericanos a Octavio Paz, a César Vallejo, Pablo Neruda, Julio Cortázar, Rubén Darío, José Martí y Gabriel García Márquez, de España a Vicente Alexander y de Portugal a Fernando Pessoa,
Lo raro es que ninguno cita a un clásico antiguo, ni siquiera a los llamados Dioses Mayores. Ante la duda quedamos pensando al leer las entrevistas, que los jóvenes o no ya tan jóvenes escritores nuestros tienen más en cuenta sus talleres literarios, sus grupitos, aunque de pasada citaran algunos vivos como a Marcio Veloz Maggiolo, Cayo Claudio Espinal, José Enrique García, José Mármol, Plinio Chahín, Andrés L. Mateo, Bruno Rosario Candelier y Diógenes Céspedes.
Sin duda alguna estos muchachos de provincias se han modernizado en exceso. En mis tiempos era obligatorio leer a los viejos nuestros y a los clásicos de verdad y no teníamos las facilidades actuales para bajar a cualquiera que se nos antojase leer.
En cuanto a los boricuas, como la pregunta era directamente sobre escritores clásicos no vivos, las respuestas suyas son muy ilustrativas de lo que los escritores actuales leen.
En la Web existe el citado de Ciudad Seva, el cual si alguien se inscribe recibe cuentos y poemas y otras informaciones culturales. Incluso tienen cursos y una selecta biblioteca on-line con abundantes ejemplos de autores clásicos y modernos.
Recientemente hicieron una pequeña encuesta entre los miembros directivos, iniciando con la administradora de Ciudad Seva y de Noti Poesía. Son 13, de los cuales 8 son féminas y solo 5 varones. Lo contrario de lo ocurrido en Santiago. Daré los nombres y sus selecciones de escritores realmente clásicos de la antigüedad (que son muy pocos) y de los que produjeron sus obras antes de 1900. Naturalmente, la mayoría de los que consideran clásicos, entre ellos varios boricuas, son del pasado siglo, que ahora, como quien no quiere la cosa, respecto al fenómeno literario latinoamericano y norteamericano podría decirse que fue su Siglo de Oro. Entre nosotros lo fue sin duda alguna.
Encabezo con la administradora 1) Mara Daysi Cruz, sus preferencias son casi todas del romanticismo: Balzac, Zola, Dostoievski, Flaubert, Dickens, Stendhal y Tolstoi.
Le sigue 2) José Borges, Fundador y moderador del Taller Virtual. El único autor seleccionado es un clásico: Giovanni Boccacio con El decameron.
3) Ángel Capparelli, fundador y moderador emérito cita a Harriet Beecher Stowe, a Dickens y a J. Cronin.
4) Emilio del Carril, fundador y moderador del Taller Minicuentos: Lee a Boccacio, al Dante, La Biblia, Las Mil y una noches, Dostoievski, Charlotte Brontë y Stendhal.
5) María Zamparelli, fundadora y moderadora del Taller Novela: a Apuleyo por El asno de oro; Tolstoi, Washington Irving y Henry David Thoreau.
6) Georgina Lázaro León, moderadora del Foro Cuento Infantil: No escoge ninguno, salvo el norteamericano O. Henry que es casi contemporáneo.
7) Alexandra Rodríguez Burgos, moderadora del CS Cultural, PR. Cultural y Tertulia CS, elige a Gustavo Adolfo Bécquer.
8) Yolanda López López, fundadora y moderadora del Taller de Cuento Básico: Solo elige a Tolstoi por La muerte de Iván Ilich.
9) José Manuel Rodríguez, moderador de Tertu Cuento, es como Del Carril un lector selectivo, entre sus preferidos están Aristóteles por la Ética a Nicómaco; Platón por Fedro y el Arcipreste de Hita.
10) Sandra Santana, moderadora de Taller Poesía de Ciudad Seva, lee a Poe y a Guy de Maupassant
11) Elizabeth Nun, moderadora de Inter Cuento, prefiere a Don Quijote de Cervantes, Edgar Allan Poe, Jane Austen. Víctor Hugo y Mary W. Shelley.
12) Luis Alejandro Polanco, moderador de Paredón CLT: Es también muy selectivo, escoge La Biblia, Cervantes, Balzac, Tolstoi, Voltaire, Flaubert, Goethe y William Shakespeare por Hamlet.
13) Saile Pagán Cantres, moderadora de Inter Cuento: La más antigua es Agatha Christie por Tres ratones ciegos.
Sin embargo, estos lectores seleccionan varios puertorriqueños, pero solo Julia de Burgos de los que consideramos realmente clásicos, aunque dos citan a René Marqués, otros a Emilio Díaz Valcárcel, a Carmen Enlate Sanjurjo y a Maximiliano López de Vega.
Del siglo pasado abundan los latinoamericanos siendo el más leído Gabriel García Márquez, le siguen Julio Cortázar, Jorge Luis Borges, Carlos Fuentes, Juan Rulfo, Rómulo Gallegos, Horacio Quiroga, Mario Vargas Llosa, José Donoso, Mario Benedetti, Pablo Neruda, José Ángel Buesa y María Luisa Bombal.
De España además a Miguel de Unamuno, Miguel Delibes, Vicente Blasco Ibáñez y Alejandro Casona.
De los más leídos está El Principito de Antoine de Saint Exupéry. Pero del siglo sí aparecen muchos clásicos: Hemingway, Faulkner, Scott Fitzgerald, Ray Bradbury, John Steinbeck; además están Margarite Yourcenal, Naguib Mahfuz, Franz Kafka, Albert Camus, Erich María Remarque, Lawrence Durrel, Kurt Vonnegut, Ítalo Svevo, James Joyce, J. D. Salinger, Philip Dick, Patrick Suskind, Milán Kundera, Jostein Gaarder, Ana María Matute, Iréne Némirovsky, C. S. Lewis y Harper Lee.
Conclusión: Lo que desarma es que ninguno de los grandes clásicos griegos y romanos haya sido tomado en cuenta, salvo dos filósofos y por dos obras; que brillen por su ausencia muchos premios nobeles.
Aunque las féminas dominan, sus lecturas distan mucho de lo que podría considerarse excelentes lectoras. Los varones fueron más selectivos y sin duda alguna, basta leer sus preferencias para admitirlo. Eso quiere decir que tomen más en serio la labor literaria sin querer con ello desatar los demonios femeninos, que tanto respeto, pero ahí está la prueba, mientras que aquí, con una sola mujer, tampoco tenemos mucho que exhibir.
Ninguno de los entrevistados en Santiago ni por motu propio frente a la ausencia de preguntas de la entrevistadora señaló algún clásico tradicional de la antigüedad.
La gran pregunta que me hago en el prólogo que le he escrito a una Parodia de la Ilíada que ha escrito Giovanni Di Pietro, es qué es lo que realmente está pasando con los jóvenes escritores; no solo los nuestros, de muchos otro países, que desconocen o no son adictos a los grandes maestros.
¿Será por eso que encontramos tan vacías muchas producciones de nuestros actuales escritores tan aficionados a los elogios mutuos, a los grupos cerrados de sus talleres y al orgullo vacuo de decir que tienen tantas obras publicadas, por decirlo nada más?
Algo está fallando. En la biblioteca de Ciudad Seva, por no tener que ir más lejos, están muchas de las obras maestras y el hecho que solo dos citaran a Cervantes y a Shakespeare, los dos clásicos fundadores de la modernidad, es sencillamente desarmador.
Ojalá este comentario despierte en estos dormidos escritores que aspiran a tener lectores, la necesidad de conocer y frecuentar a los verdaderos clásicos del mundo de las letras.