Hace 28 años, en el mes de octubre, el día de su cumpleaños, un compañero de trabajo le obsequio a mi esposa Raulina, gerente de Bayer, con una fina dedicatoria el libro “ESCOGE LA VIDA”, que recoge un maravilloso diálogo de profunda sabiduría entre dos eminentes filósofos, uno inglés, Arnorld J. Toynbee, el otro japonés, Daisaku Ikeda, que visitó el país y quedó vivamente impresionado de este y de su gente. Ambos nos enseñan la esencia del ser humano, diferente al ser animal “porque la naturaleza le confiere una dignidad que los seres animales no poseen y siente que debería mantener su dignidad para ser respetado” sin importar su origen, su condición y circunstancias, sólo cumpliendo las normas espirituales “que conducen al amor un intento contario al egoísmo que realiza el ser vivo para consagrarse en el universo y no explotarlo”.

El libro se me ocurrió releerlo ahora en estos tiempos de pandemia, de ocio forzado, precisamente en período crítico de las elecciones generales donde la población deberá con su voto responsable escoger quienes serán los futuros dignatarios que ocuparan el Solio Presidencial y los curules de la Cámara de Diputados y del Senado de la Republica.

De su lectura llamó mi atención un tema, tratado con absoluta propiedad por ambos contertulios, preocupados por el temor de que la democracia se convierta en dictadura y la responsabilidad del pueblo que constituye la masa electoral, la muchedumbre, con la dificultad de su bajo nivel educativo y sus múltiples necesidades no atendidas que no le permite distinguir con discernimiento y elegir libremente sus gobernantes y funcionarios políticos serios, que “no tienen la habilidad de hacer su propia propaganda”, de aquellos otros que hacen de la política su carrera profesional y “llegan a ser profesionales en el arte de persuadir a sus conciudadanos para que lo lleven al poder y lo mantengan pero no logran conquistar el respeto del electorado, que los desprecia y con su descrédito desacreditan el régimen político constitucional”.

Una de sus tantas habilidades surge a última hora de manera desesperada al solicitar el candidato del PLD y del Gobierno a los candidatos opositores, firmar un acuerdo donde se respeten los resultados de las elecciones. Eso le cabe al Lic. Luis Abinader que ocupa la señera posición en las últimas encuestas publicadas, y hasta el Dr. Leonel Fernández Reyna, que no tiene tampoco posibilidad alguna de torcer el resultado de las elecciones.

El pueblo humilde llega “a advertir la insinceridad y la deficiencia de los políticos, pero no ve la manera de elegir a gobernantes más respetables. La actual y difundida desilusión con respecto a los políticos, junto con la incapacidad de traducir esa desilusión en reformas, está poniendo en peligro a la democracia”.

Cada palabra de aliento de esos autores nos enseña lo hermoso que es la vida, si supiéramos vivirla ajustado a las normas éticas y religiosas de respeto a la dignidad humana.

La solución está en manos del pueblo soberano.

“Escoge la vida. Vergüenza contra dinero”.