¡Escándalos, escándalos¡, es una bella y atractiva canción del inmenso Rafael de España, que solíamos escuchar repetitivamente en la Radio de entonces cuando estábamos mozalbetes. A eso, no me refiero en este caso, sino a la vinculación de la política y los negocios mal llevados en nuestro Pais, al punto que somos bombardeados diariamente y durante todo el año por escándalos que sacuden hasta los tuétanos la sociedad dominicana. Siendo propicio a final de año provocar la atención de la gente acerca de la terrible estadística que soporta el gráfico dimensional de escándalos. Con las penas de saber que pasan ya como algo normal o corriente al recibirlos en noticias esparcidas por los diversos medios que escuchan los dominicanos del espectro noticioso nacional.
En un artículo anterior del año pasado me referí a los escándalos que por causa de corrupción y otras sandeces corroen las entrañas del alma nacional, deteriorando el ambiente democrático y ofreciendo una imagen distorsionada moralmente de la esencia del ser dominicano, presentando un ente carente de valores éticos y abrumado por una insensibilidad que lo convierte en extremadamente egocentrista, sin piedad para los demás, asumido por un " capitalismo salvaje". El hombre es un lobo contra el propio hombre, en la versión de Thomas Hobbes. Entonces, los hechos escandalosos se suceden en cadenas interminables, con la desgracia que uno deja el espacio a otro que no puede perdurar en la conciencia colectiva del dominicano, desde luego para dar paso a un novedoso escándalo generalmente propiciado por agentes o funcionarios del Gobierno, que permanecen impávidos y no ofrecen respuestas algunas a la población.
Pues, ofrezco algunos de los últimos escándalos que apenas mi memoria alcanza recordar, a propósito de un inventario de fin de año, que merecen recapitular los dominicanos, que pierden una fortuna de su patrimonio por culpa de la irresponsabilidad en el manejo de los fondos públicos. Así que, el Gobierno del PLD esta gravemente salpicado por los escándalos, en serie que se producen en el País. La construcción de la Carretera a Samana y su elevado Costo y el pago de un peaje que no usan los transeúntes; el pago de peaje en los puestos de cruce sin recibo al conductor; el escándalo del pago de  cerca de 2500 millones de dólares por la Barrick Gold, sin saberse en que se gastaron, ni exigir a la empresa su compromiso con el deterioro grave del medio ambiente y respeto a los campesinos de la zona, que exhiben sus cuerpos llenos de " ñañaras".
Además, los contratos aprobados en el Congreso sin previa lectura y amarrados en conciliabulos movidos por la corrupción; todavía más, la venta de los Tres Brazos por 84 millones sin oportunidad para los residentes con más de 20 años en esos terrenos; el mayúsculo escarceo de la empresa Odebrecht con,una división para Pago de Sobornos, vox populi, pero los funcionarios dominicanos se daban por no enterados, con su costumbre de esperar los resultados de investigaciones de la justicia norteamericana o sus órganos de inteligencia.  También las ventas de los periodicos estatales y estaciones de televisión y radio en licitaciones amañadas y en ocasiones ocultas a los interesados, donde se preve prevaricación y altas comisiones en favor de los incumbentes, como el caso de una planta televisiva en la Feria vendida por debajo de su real precio.
Todavía continuamos. El cacareado proyecto de Punta Catalina, en Bani, rechazado por lugareños y ambientalistas, avisado por el Gobierno con un costo de 650 millones de dólares, va por 1200 millones de dólares y todavía no se termina; la "diarrea"" de préstamos denunciados por la oposición y la sociedad civil, donde sólo este año se acerca a los 4000 mil millones de dólares, asustando a la sociedad de hipotecar al Pais y a las próximas generaciones, con atrevimiento tal que pudiera llevarnos a la hecatombe de Grecia, España o Argentina en recién pasado. El Gobierno se torna silencioso, irresponsable y da por callada su imprudencia, a tal punto que los economistas nos informan que el propio presupuesto nacional se paga la nómina con préstamos financieros internacionales y nacionales, como el ejemplo del diseño presupuestario del 2017. Al mismo tiempo que el Congreso se aumenta en más de 40 por ciento sus ingresos, en cambio les niega a otros trabajadores y policías un aumento de sus penosos salarios.
Aún peor, vinculación de altos funcionarios vinculados con el Narco y nada pasa. No se inmutan antes las acusaciones del rumor público y las informaciones filtradas por agencias de Estados Unidos o periodicos de prestigio en el extranjero. Suelen declarar que están a la espera de las investigaciones, pero en el patio dominicano  el Ministerio Público designado por el Presidente no manda ningún mensaje de compromiso con las correspondientes investigaciones, como sino hubiera servicio de inteligencia nacional. El Barrilito con aproximadamente dos millones repartidos a cada congresista cada año para gastarlos en supuestos programas sociales en su comunidad, función que no es propia de un legislador y que le da privilegios en campaña electoral.
Pero, seguimos denunciando la responsabilidad del Gobierno peledeista en numerosos escándalos que han signado su impronta en el ejercicio de su competencia.El escándalo sonado y triste de Oisoe descubierto por la muerte del arquitecto por la mafia mañosa encubierta en esa Oficina en materia de construcción. El desayuno escolar con numerosos casos de envenenamientos de escolares por un servicio alimentario sin las prevenciones higiénicas; las construcciones escolares con vicios de construcción, agrietadas por no cumplir las normas de calidad y responsabilidad en las construcciones escolares; al decir de algunos ingenieros en medios televisivos sometidos a sobornos para asignarles las obras y estos terminan reduciendo el varillaje y otros materiales para poder obtener sus ganancias. Ahí, no terminan los escándalos, pues se destapo las ventas de solares por "compañeristos" al Ministerio de Educación a sobreprecio y en terreno no adecuado.
Se olvidaba, las quiebras de cinco Bancos estafando a sus ahorrantes, sin supervisión ni querellas de la Superintendencia de Bancos, llamada a ese rol para proteger a los clientes y ahorrantes, en perjuicio de la buena imagen de la Banca nacional;  el escándalo de decenas de familiares trabajando en Idecoop y Aduanas en Santiago, un nepotismo que genera corrupción e isla de poder. El Presidente se daba por no enterado, ya que los incumbentes son "jefes de parcelas políticas" distribuidas por apoyo a la causa peledeista. Y, por último, porque sino no acabo, el escándalo de Loma Miranda, los Haitises y Valle Nuevo, denunciado por los ambientalistas, para evitar la destrucción del equilibrio ecológico y preservar las zonas hídricas. El Presidente, nueva vez, se da por no enterado y el silencio cómplice se impone, permanentemente los funcionarios de su competencia responden con pretextos y baladíes comentarios, que provocan ironías en la población y se burlan de su " sapiensa"', que no es más que arrogancia y mentiras burdas.
Y para cerrar por ahora, con los divinos escándalos, el tema de la Torre Atiemar de un español asociado al Narco, preso en España y la tanta facilidad que se le presto en el Banco de Reservas para su financiamiento, con el agravamiento del Jefe de la Policía de entonces adjudicandose dos Departamentos de lujo; el asunto de la compra de los aviones Tucanos a sobreprecio, descartando otras mejores licitaciones americanas, dejando entrever el cohecho; la sorpresa que recibe el pueblo dominicano durante la campaña electoral, cuando para permitir la reelección presidencial se mueve en el Congreso con sigilo maquiavélico el hombre del maletín, a fines de cambiar el artículo que la prohibía y pasar Danilo Medina a imponerse como Presidente de la República, con la mentirosa algarabia de una reforma constitucional, siendo un simple cambio de artículo. ¡Sea usted el Jurado.!