La semana pasada estuvo bastante cargada con noticias que en su mayoría fueron negativas, pero solo me centraré en las dos de mayor relevancia.
En primer lugar causó revuelo la afirmación del Ministro de Educación al decir que no se acogerían a la lectura de la Biblia en las escuelas porque existen migrantes que no practican la religión cristiana y entre ellos mencionó la población haitiana que representa el 85.2% de los migrantes en el país. Como era de esperarse la población se rasgó las vestiduras pues hizo mención de un tema que en nuestro país elevan los ánimos de inmediato.
Ese solo dato opacó todo lo demás que dijo en esa entrevista y de paso le lanzó más leña al fuego porque al conflicto con las Iglesias Cristianas por el tema de género, ahora le agrega la no lectura de la Biblia y la justificación que ofrece predispone la sociedad entonces ahora tiene en contra a las Iglesias y al pueblo. Qué manera de iniciar en un puesto.
Por otro lado, está el tema del atentado contra David Ortiz, un ídolo a nivel nacional e internacional por su carisma y por la labor social que realiza en favor de la niñez.
David Ortiz fue víctima de una acción de violencia aparentemente perpetrada por un sicario, pero la sociedad ha preferido poner el énfasis en su reputación, en el cuestionamiento de las parejas que busca y hasta en exponer la intimidad de la mujer haciendo viral videos y fotos en situaciones comprometedoras violentándose su intimidad.
Otros han puesto el énfasis en cuestionar el sector social del lugar donde se encontraba quizás acentuando el eterno estigma que subyace a la sociedad barrial que son los violentos y los delincuentes. Pero nadie se ha detenido a mirar en cómo va en aumento en la Sociedad Dominicana el tema del sicariato que debe llamar a inquietud.
Aquí a diario se asesinan y asaltan personas inclusive gente de bien, pero ninguno se llama David Ortiz. El tema de la violencia y la delincuencia va reciclando sus formas y asumiendo maneras diferentes de expresión. Lo que debe llamar la atención no es la mujer como se ha especulado, sino el que no hay miramientos de la persona que sea para atentar contra la vida de alguien porque no todos somos David Ortiz, pero a diario ocurren casos de muchos David Ortiz anónimos.
La mujer y su sexo es lo menos preocupante de este caso, lo realmente preocupante es hacia dónde nos estamos encaminando como Sociedad
Se debe reconocer que la policía ha actuado rápido y han apresado a los autores materiales del atentado contra David estableciendo que se pagó 400 mil pesos por asesinarlo, en una operación que envuelve alrededor de cinco millones de pesos, pero el pueblo está a la espera de que también se diga quién ordenó este atentado y por qué.
Y es que, el gran problema nuestro es que nunca se llega al fondo del problema y para muestra existen muchos botones de casos que se han quedado en la simple captura de los autores materiales, pero de los intelectuales no se sabe nada.
Desde el Senador Darío Gómez hasta el Viceministro de Energía y Mina en Cotuí solo guardan prisión quienes mataron, pero no quien dio la orden y siempre ocurre lo mismo, se termina protegiendo a criminales que quizás son peores y más peligrosos que los sicarios a quienes contratan.
Ojalá no suceda lo mismo esta vez, el pueblo debe saber la verdad.
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