El sistema de cuentas nacionales es esencial para poder monitorear la actividad económica, y por consiguiente medir el desempeño económico de una nación en un período de tiempo determinado. En el sistema de cuentas nacionales se incluyen transacciones no monetarias, de producción, consumo y financieras. Entre las transacciones no monetarias que deben ser incluidas en las cuentas nacionales, está el intercambio de bienes y servicios sin la incursión de ningún medio de pago financiero, como por ejemplo el trueque. En cuanto a la producción, todos los bienes y servicios, producidos con el objetivo de venderlos o utilizarlos como materia prima en el proceso de producción, excluyendo la producción de bienes y servicios para el propio consumo personal (servicios domésticos). Las actividades informales e ilícitas al menos en teoría deben ser incluidas en las cuentas nacionales, de acuerdo con lo estipulado por el manual del sistema de cuentas nacionales del año 2008. Las actividades de consumo que deben ser incluidas en las cuentas nacionales son aquellas que van dirigidas al consumo final, a la producción de bienes y servicios, y por último a aquellas actividades que van a generar formación de capital o inversiones. En cuanto a las actividades financieras y no financieras, que cualquiera pensaría que no están incluidas en las cuentas nacionales son: La ostentación de propiedades, reparación y mantenimiento y el capital humano.
Uno de los indicadores más usados para medir la actividad económica en el sistema de cuentas nacionales es el Producto Interno Bruto (PIB). El Producto Interno Bruto (PIB) lo podemos medir de tres maneras: por la producción, el ingreso y el gasto. El producto interno bruto a través de la producción se mide calculando el PIB en precios corrientes o de mercado más los impuestos a la producción e importaciones menos los subsidios. Por el lado del ingreso, se calcula de la siguiente manera: ingreso de los empleados más ingresos recibidos por actividades individuales más los beneficios de las empresas generados por la actividad económica más los impuestos a la producción e importaciones menos los subsidios. Por el lado del gasto, el PIB se calcula de la siguiente manera: consumo más el gasto gubernamental más las inversiones o formación de capital más las exportaciones de bienes y servicios menos las importaciones de bienes y servicios. No importa cual de estos métodos utilicemos para medir el PIB en términos nominales deben arrojar el mismo resultado. Los países utilizan cada una de estas metodologías dependiendo del tamaño y la diversificación de la misma.
Las discrepancias en la medición del PIB surgen cuando se trata el crecimiento de este en un período de tiempo de determinado. El manual del sistema de cuentas nacionales 2008 señala que el crecimiento del PIB se puede medir en volúmenes. La utilización del método de volumen se debe a que los bienes y servicios sufren variaciones en los precios y en las cantidades en el tiempo, y para medir ese crecimiento debemos extirpar el efecto de los precios para que no distorsionen el crecimiento del PIB. Existen dos métodos para calcular el volumen.
- Deflación: este método utiliza valores corrientes del año actual a precios corrientes, índice de precios entre el año de referencia y el año actual, al igual que la utilización de los valores del año actual a los precios del año de referencia (volumen).
- Extrapolación: este método utiliza los valores del año de referencia a los precios del año de referencia, índices de volumen entre el año de referencia y el actual. Finalmente se puede utilizar el valor del año actual a los precios del año de referencia (volumen).
Uno de los problemas principales que enfrenta la medición del PIB a través del método de volumen es que el valor agregado bruto (VAB) no cuenta con cantidades ni precios para medirlo en términos de volumen. El método preferido para medir el VAB es utilizando el método de doble deflación, el cual consiste en calcular la producción y el consumo de intermediación en términos del volumen de forma separada, y deduce el valor agregado bruto (VAB) en volumen como diferencia; este método es utilizado por países que utilizan series encadenadas, como la mayoría de los países miembros de la OCED. Otro método eficaz es el de la extrapolación simple, que consiste en aplicar el índice del volumen de la producción al valor agregado bruto del año de referencia; este método es el que utilizan la mayoría de los países del mundo para medir el PIB. Y por último, queda un método que ya está descontinuado en el sistema de cuentas nacionales, que es el método de deflación simple, este método consiste en aplicar el índice de precios de la producción al valor agregado bruto (VAB) del año actual, el único país que hasta la fecha utiliza este método es China, es por ello que, las cifras de crecimiento del PIB de China pueden estar un poco infladas, ya que este método no toma en cuenta los efectos del precio en el PIB.
El año base es esencial en el cálculo del PIB, el año base no es más que el año que utiliza sus precios como denominador para calcular los precios relativos. Es de suma importancia cambiar el año base con frecuencia, ya que la tendencia de los precios relativos se vuelve menos relevante con el paso de los años, y es por ello que se necesita un año base nuevo para que pueda capturar los efectos de los cambios de precios. De acuerdo con el manual del sistema de cuentas nacionales del 2008, estipula que lo ideal es cambiar el año base cada año, para que pueda capturar los efectos del cambio de precios, sino puede ser de dicha manera, lo recomendable es cambiarlo cada 5 año o 10 como máximo. Países con una economía poco diversificada es recomendable que cambie su año base de manera más frecuente, ya que una economía con unos pocos productos de exportación, el efecto de cambio de precios será muy difícil de capturar, y las cifras del crecimiento del PIB resultarán un poco infladas. Venezuela es un buen ejemplo para este caso, ya que las exportaciones de este país dependen en un 96% del crudo, y su año base data del 1997 según datos del Banco Mundial, por lo que las cifras del PIB de este país sudamericano pueden estar infladas.
Otras de las razones por las cuales se debe cambiar el año base, es cuando los países se abocan a la adopción de un nuevo sistema de cuentas nacionales, por ejemplo, cambiar del sistema de 1993 al 2008, esto puede afectar de manera significativa las cifras del Producto Interno Bruto (PIB). Un ejemplo de ellos es Nigeria, el 6 de abril de 2014, este país se convirtió en la economía más grande de África, en el 2013, pasó de tener un PIB nominal de 270 mil millones a 510 mil millones de dólares. Este cambio brusco en el PIB de Nigeria, se debió a distintos factores, entre los principales podemos destacar: El cambio del sistema de cuentas nacionales del año 1993 al 2008, la aplicación de nuevas encuestas para recopilar datos, la aplicación de un nuevo Índice de Precios del Productor (IPP), entre otros.
Factores impositivos pueden inflar el crecimiento del PIB, este es el caso de Irlanda, un país que tiene una tasa corporativa de 12.5%, esto causó que muchas compañías mudaran su cuartel general a Irlanda, por dicha razón la oficina nacional de Estadística de Irlanda reportó un crecimiento económico de 26% en el 2015, ya que la producción resultante de esos activos de las empresas ahora son parte del PIB de Irlanda, lo cual no se reflejó en más inversiones ni empleo en dicho país, son errores de cuentas nacionales que pueden inflar el crecimiento de la economía. Otras de las distorsiones que puede sufrir el PIB, es medirlo con relación a la deuda de un país, ya que el PIB no se utiliza para pagar la deuda de los países, sino los ingresos tributarios, este debe ser el indicador utilizar, porque utilizar el PIB puede resultar en algo alucinador. Por ejemplo, Jamaica tenía una deuda externa relativamente baja con relación al PIB en la década de los 80, pero cayó en default porque la deuda externa medida en términos del ingreso tributario era muy alta.
Caso de la República Dominicana
En el año 2014, el Banco Central de la República Dominicana cambió el año base con el que realizan sus estimaciones que era utilizando los precios de bienes y servicios del año 1991, y en la actualidad se utilizan como año base el 2007, un año con mayor índice de precios que 1991, lo que infla el crecimiento del PIB, esa fue la razón por la que tuvimos un crecimiento por encima de lo estimado para el 2014.
Como la República Dominicana adoptó el Sistema de Cuentas Nacionales (SCN) del 2008, debe tratar de utilizar el método de doble deflación para evitar distorsiones en la medición del PIB, que ocurre con frecuencia como son las cifras del primer trimestre del año 2019, donde minería que sólo tiene una incidencia en el PIB de 1.8%, de acuerdo con los datos ofrecidos por el Banco Central de la República Dominicana, pero este sector fue de los principales propulsores del crecimiento durante el primer trimestre del 2019 con un crecimiento de 6.4%.
De igual manera, el Banco Central debe cambiar el año de referencia con mayor frecuencia, para evitar que las cifras del PIB sean infladas por el cambio de precios que suscitan en la economía cada año, para de esta forma tener una idea más acabada de que tan real es el crecimiento del PIB.
Otras de las distorsiones es medir el PIB nominal en dólares, y hacer comparaciones en el tiempo. Estas estimaciones violan todos los principios de cuentas nacionales, primero el PIB nominal debe medir en moneda local si se está midiendo indicadores domésticos, no en dólares, porque si se hace una conversión en dólares corrientes, el PIB nominal puede ser inflado por una sobrevaluación o subvaluación de la moneda.
El PIB es un indicador importante para medir el desempeño de la actividad económica en un período determinado, pero no es sinónimo de bienestar. Por tal razón, debemos vanagloriar el desarrollo humano y no el crecimiento económico, que es simplemente un número, y no mejora la calidad de vida de la gente.