"Reafirmamos que la inequidades en salud entre países y al interior de ellos, son política, social y económicamente inaceptables, así como injustas y ampliamente evitables; y que la promoción de la equidad en salud es esencial para el desarrollo sostenible y para una mejor calidad de vida y bienestar para todos, lo que a su vez contribuye a la paz y la seguridad"….

"Reiteramos nuestra determinación para tomar acción sobre los determinantes sociales de la salud, como fuera acordado colectivamente por la Asamblea Mundial de la Salud, reflejado en la Resolución WHA 62.14 ("Reducir las inequidades en salud mediante la acción sobre los Determinantes Sociales de la salud), en la cual se destacan las tres recomendaciones  de la Comisión sobre Determinantes Sociales de la Salud: Mejorar las condiciones de vida, acometer la distribución desigual del poder, y los recursos, y medir  para comprender el problema y evaluar el impacto de las acciones"-

Las inequidades en salud devienen de las condiciones sociales en que la gente nace, crece, vive, trabaja y envejece. Las cuales son referidas como Determinantes Sociales de la Salud….. Estamos convencidos  que la acción  sobre estos determinantes en los grupos vulnerables y toda la población, es esencial  para crear sociedades inclusivas, equitativas, y económicamente productivas".

"La actual crisis  económica mundial  y la crisis financiera, requieren urgentemente la adopción de acciones para reducir las crecientes inequidades en salud y prevenir el empeoramiento de las condiciones de vida y el deterioro de los sistemas universales de atención de la salud y de protección social.".

Los anteriores son extractos de la Declaración final de la Conferencia Mundial sobre Determinantes Sociales de la Salud, convocada por la Organización Mundial de la Salud y realizada en Rio de Janeiro recientemente.

En esta Conferencia Mundial, participaron más de 1,500 personas, representativas de Gobiernos  de unos 120 países (incluyendo más de 70 Ministros),  de Organismos de Cooperación Internacional, de Organizaciones No gubernamentales, y de Movimientos Sociales. Ha sido considerada la más importante actividad propiciada por la OMS desde la Conferencia de Alma Ata  (1978 ) por la Atención Primaria de la Salud y la Salud Para Todos.

Se espera que las conclusiones de esta  Conferencia se traduzcan en una propuesta operativa, por parte de la OMS y sus Gobiernos Miembros, para reducir considerablemente las inequidades sociales en salud en una generación. Si esto acontece, como es de esperar,  estas orientaciones podrían marcar  las acciones de la organización Mundial de la Salud por varios quinquenios venideros.

Ciertamente, las inequidades sociales constituyen el principal problema de salud a nivel mundial, y en el contexto de la actual crisis  económica mundial, estas inequidades tienden a profundizarse como consecuencia de las limitaciones al desarrollo de los sistemas públicos de salud y de protección social, en parte derivadas de la crisis misma, y en gran parte consecuencia de la implantación de las reformas de corte neoliberal en las economías, los Estados y los sistemas de salud y protección social, en los últimos quinquenios.

Con esta Declaración, los países y el Secretariado de la OMS toman distancia de dichas reformas neoliberales basadas en el mercado y la competencia, y optan por el fortalecimiento de sistemas públicos, universales y preferiblemente financiados mediante el sistema tributario de cada país.