El entramado crítico y cultural que presenta el Epistolario íntimo… justifica el hecho estimado por sus autores a través de una “guerrilla cultural” que en muchos casos, satisface la comunicación y sobre todo el contexto pragmático de las cartas, habida cuenta de su significación cultural en cuyo espesor ideológico leemos “lo social”, “lo literario” y “lo histórico” en Hispanoamérica.
El “cableado” textual del Epistolario crea (y ha creado) relaciones reales que se deben a los diversos “oficios” literarios desempeñados por nuestros autores que luego de haber obtenido sus diplomas de estudios continúan trabajando en sus resultados. Sin embargo, las ofertas de trabajo aparecen y en el caso de Pedro Henríquez Ureña, cuando no escribe estudios o ensayos ya comprometidos, imparte cursos en universidades norteamericanas:
“Celebro que la situación mejore en España. Sin embargo no iré ahora, porque hay muchas dificultades para ir y para volver. Si acaso me decidiré a ir después del verano. En el verano voy a Chicago, en cuya Universidad (una de las cinco principales del país, con Harvard, Columbia, Yale y Johns Hopkins enseñaré dos meses, literatura, con $600 de sueldo.” (Carta de Pedro a Alfonso de fecha 13 de febrero de 1919, p. 143)
La docencia universitaria será una cardinal de PHU, y es su práctica de profesor (el profesorado) lo que contribuirá también (junto al trabajo de edición), a su mala salud y finalmente a su muerte en 1946.
“Es horrible lo que hacéis con la Antología americana. Lo es tanto, que me da trabajo no irritarme –pero ya rara vez me irrito. He enseñado un curso de literatura hispano-americana aquí, y probablemente enseñaré otro en Chicago, en que debería usar la Antología, y no he podido. Realmente no me quedan ganas de volver a España cuando pienso que habría de encontrar la vieja montaña de poesías y ocuparme de ellas. No tienes ganas de que yo vuelva, por lo visto, y lo conseguirás. Entretanto, yo leo pacientemente a los poetas argentinos, y te envío notas sobre ellos.” (Ibídem. p. 143)
Sobre la queja de PHU a AR no hay respuestas del último al primero. Sin embargo el 7 de abril de 1919, Pedro le envía a Alfonso parte de sus investigaciones sobre el endecasílabo:
“Va a quedar como los zapatos o el vestido –no recuerdo- en El Buscón, donde ya no quedaba nada del material originario. Otra cosa: enséñalo a Diez-Canedo, y dile que yo le ruego que, si tiene algo que agregar, escriba su artículo o nota que salga junto al mío. Él podría tener algo bueno qué sacar de Maeny o de Juan Gualberto González, a quien no he podido leer. No hay sus obras en este país, en ninguna biblioteca, según parece, de las universitarias.” (p. 149)
Noticias literarias, académicas y artísticas aparecen en esta carta, pero sobre todo de la versificación irregular y el endecasílabo en la RFE:
“Yo sigo muy ocupado. Quiero acabar de copiar mi trabajo sobre la versificación irregular para enviarlo. Haz que se me escriba –o escribe tú mismo en papel de la RFE- una carta en que se me diga que el trabajo está aceptado para la revista; sino en junio tendré que pagar cien dólares de multa. Yo me excusaré diciendo que por la guerra no se ha podido publicar antes el trabajo, pero que ahí está la aceptación para publicarlo. En seguida, please. Y publicar cuanto antes el Endecasílabo, que debe preceder al otro. ¿Qué sucede con la RFE que aquí no se recibe? ¿Se ha retrasado?” (Ver, p. 150, carta citada).
Así, las noticias de amigo se suceden, y en carta del 9 de abril de 1919 las noticias se vuelven más invasivas, sobre Zenobia de Jiménez; en carta del 30 de abril del mismo mes le comunica a AR su visita a Nueva York como jurado de los Juegos Florales de La Prensa, un periódico español “pagado por Camprubí, el milonario hermano de Zenobia de Jiménez y el premio se lo llevó Méndez Rivas. En el jurado participaron también Onís, Thomas Walsh, Don Pepe Castellar y Orestes Ferreras, un ítalo-cubano.
¿Pero qué hizo PHU, además, en Nueva York? Asistir a los teatros. Ponerse al tanto sobre lo último en materia de ópera y música?
“En Nueva York vi en los teatros: Dear Brutis de Barrie (tema: a Second Chance, -en lo que haríamos si pudiéramos comenzar de nuevo nuestra vida); Un burgomaestro de Bélgica, de Maeterlinck, -drama de guerra; Shakúntala, de Kalidasa, representado en uno de los teatros artísticos, el Greenwich Village Theatre, -la región llamada Greenwich Village pretende, pero no logra, ser Barrio Latino de Nueva York (¡imagínate un barrio latino cerrado!); en la ópera, parte de Aída, con Caruso, y Claudia Muzio, -y Mireille de Gounoud oí en el Metropolitan la Missa Brevis de Palestrina, con coros, -una de las pocas cosas que me gustaron en música religiosa.” (Vid, p.152)
Así las cosas, todas las noticias sobre arte forman parte del contenido de la carta en cuestión, donde nuestro autor informa sobre “el regreso de los soldados minnessotanos, las tarjetas de Reyes y su mal estado de salud; la posible licencia para irse a España, la búsqueda de un profesor que lo sustituya y otros puntos de su interés. Pero el 28 de junio del mismo año vuelve sobre La versificación irregular y le comunica a AR que:
“¡Va el primer capítulo al fin! de mi trabajo sobre La versificación irregular. Quedan cuatro capítulos más, que irán pronto. Te ruego que influyas para que se publique en seguida este capítulo, ya sea solo, ya en compañía de segundo, que irá dentro de muy poco tiempo. Yo debía haber hecho publicar siquiera una parte del trabajo antes de ahora, pero salud y labor no me dejaron enviarlos a la RFE antes… En mis notas verás que las indicaciones son tal vez demasiado extensas. Quizás quieran corregirlas o abreviarlas. No me niego a que así se haga, pero te recomiendo prudencia por diversas razones: una que el trabajo existirá, no solo como parte de la RFE, sino también como libro suelto, destinado a lectores quizás no familiares con la bibliografía a que hago referencia o con las abreviaturas que se introduzcan; otra, que no me gustan las abreviaturas pero si acaso se introdujeron las abreviaturas usuales en la RFE, entonces suplico que con el sobretiro se imprima una lista de abreviaturas.” (PHU a AR, Carta Chicago 28 de junio 1919, pp. 154-155).
Desde que PHU asumió la investigación que lo llevó a obtener el doctorado en Filosofía y Letras, entró en un proceso de preparación del manuscrito de tesis con el fin de publicarla en una revista seria y acreditada de filología. Como colaborador de la Revista de Filología Española y siendo amigo de los profesores y colegas del Centro de Estudios Históricos de Madrid, envió algunos capítulos de su tesis para que se publique por partes en la RFE.
De ahí el cuidado que le exige a su amigo AR para que la publicación salga bien. Más tarde la investigación saldría publicada como libro en 1920 bajo el título La versificación irregular en la poesía castellana, con prólogo de Ramón Menéndez Pidal, editada por el Centro de Estudios Históricos de Madrid, y más luego, en 1933 saldría la segunda edición. En 1961, en edición póstuma se publicó ampliada bajo el título Estudios de versificación española en el Instituto de Filología Hispánica de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires.
Un libro que sería anterior a La versificación… fue su Antología de la versificación rítmica publicada en San José de Costa Rica, por la Editorial Convivio en 1918.