Una suma de textos como el Epistolario íntimo… se justifica mediante el testimonio y la confesión de ambos interlocutores, a propósito de sus respectivas prácticas literarias, filológicas y críticas. El mismo Epistolario es una obra íntima, pero sobre todo confesional cuya huella le “dice” a la contemporaneidad lo que son las letras y sus funciones en la sociedad-cultura.
El modo más interiorizado de hablar era para Pedro Henríquez Ureña y Alfonso Reyes la correspondencia personal, donde podemos advertir una erótica de la escritura mediante la cual se puede reconocer el concepto de agapé que logra su intensidad por la intimidad de los saberes que revelan sus cartas y sobre todo de esta ars erotica del escribir y el responder.
La cantidad de cartas y la intensidad de un fervor ejemplar, impone una atención que a su vez reclama respuestas inmediatas de ambos protagonistas en un proceso que reclama atenciones particulares y cuando desde una lejanía relativa se establecen programas de acción literaria que necesitan ser llevados a cabo desde el punto de vista editorial, instruccional, personal e institucional.
Desde Chicago y desde Burdeos, Madrid, Paris, Washington, en camino de Chicago a Búfalo, San Sebastián, se cruzan y se escriben cartas sobre diversos temas de interés, bajo acuerdos y objetivos que constituyen empresas intelectuales que dan lugar a procesos y cuerpos de creación, armados por PHU y AR sobre la base de una profunda relación de amistad y de respecto del uno por el otro.
La epistolografía hispanoamericana tiene en esta obra no solo un material de investigación ejemplar, sino también las bases para un programa de trabajo y pesquisa que apenas comienza
Trazados éticos, estéticos, culturales, literarios, académicos, familiares y otros testimonian modos de vida y vínculos afectivos que conforman sus respectivos mundos entre 1906 y 1946. Estados de consciencia, líneas temperamentales, modos de percibir, aceptar o “resumir” la realidad, constituyen una muestra que habla de ambos intelectuales marcados por el fervor a las letras no solo hispanoamericanas, sino también universales. Uno de los grandes valores del Epistolario íntimo de Pedro Henríquez Ureña y Alfonso Reyes es justamente el confesional. Pues desde esta línea basada en un sentimiento histórico, cultural, individual y moral por las letras, los dos autores abrazan la crítica, la investigación, las corrientes culturales y epocales del mundo hispanoamericano. De ahí el valor confesional que sobresale en estas cartas que, en los tres tomos citados, trascienden el marco definicional del género epistolar para convertirse en cátedra, discusión, tratado, crítica textual, análisis filológico, ensayo literario, en fin, en obra crítica. En tal sentido, entendemos que todo el trazado filosófico de estos tres volúmenes constituye un Opus crítico de gran sustancia literaria y analítica para el conocimiento de las letras hispanoamericanas.
La presencia de una escritura confesional y crítica en el marco literario de este Epistolario, anuncia las grandes obras de estos dos autores que, como hemos visto a todo lo largo de la influencia que han ejercido en el discipulado que lograron crear en vida, fundaron un discurso crítico de apreciable valor y sostén estético-cultural e histórico-literario.
De ahí la importancia de estas cartas, creadoras de ritmos críticos, culturales, editoriales e investigativos. El texto epistolar, en este caso, constituye un texto confesional, manifestativo de un sentimiento de cooperación intelectual y cardinal pedagógico-epistolar donde podemos advertir la fuerza de la razón y del acto crítico militante. Toda una “poética del pensamiento” organiza una obra-modelo de búsqueda, interpretación de las humanas letras hispanoamericanas.
Desde sus respectivas distancias y laboratorios “críticos”, PHU y AR han construido un archivo intelectual donde viven y se diferencian las literaturas nacionales de América, el Caribe, Europa, y en ellas los diferentes discursos culturales y memoriales universales. A través de la confesión como memoria, intimidad de saberes y registros historiológicos, se expresan las diversas identidades y fundaciones culturales manifiestas en todas las vertientes de este itinerario epistolar.
La epistolografía hispanoamericana tiene en esta obra no solo un material de investigación ejemplar, sino también las bases para un programa de trabajo y pesquisa que apenas comienza. Un trabajo de análisis de indicios, imágenes privadas e historia literaria, constituye en este sentido una vía de estudio abierto, si se suman a la vez los diversos epistolarios ya publicados o por publicar de estos dos intelectuales emblemáticos de las letras hispanoamericanas.
A partir de estos tres tomos hace tiempo publicados por la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña UNPHU (1981-1983) y que suman 1101 páginas, se estima un trabajo de estudios y esperanza intelectual, avalado por el soporte confesional ligado a una edad de la razón literaria que comprende varios ritmos de interpretación del mundo de las letras hispanoamericanas y universales.
El Epistolario íntimo de Pedro Henríquez Ureña y Alfonso Reyes es también una obra crítica basada no solo en una actitud confesional y testimonial. La misma es, en su fuerza intencional, una historia de la cultura literaria en cartas y cardinales que se abrazan al sujeto cultural de las letras del continente americano.
Asumir una pesquisa a partir de este conjunto epistolar, permitirá sustentar tesis de interés sobre tópicos que aun hoy reclaman claridad, certidumbre, orden, revisión y sobriedad en torno a un saber general y específico de las letras de América y la península ibérica. Lengua, cultura, geografía, educación, política, economía y sociedad aparecen como rutarios en esta obra que, como ya hemos indicado, traspasa un género específico para convertirse en un archivo intelectual de América.
En efecto, motivar una lectura de una obra que aún constituida sobre aciertos, balances, anomalías, errores evidentes, límites, caídas involuntarias, vacíos momentáneos, desequilibrios, pulsos y limitaciones escriturales, solicita un metatexto crítico, es síntoma de una necesidad de saber y de emprender pesquisas direccionales democratizadoras.
El estudio que sustenta la obra de estos dos colosos del pensamiento literario hispano-latino-americano es una muestra crítica sustentadora de las ideas literarias y culturales continentales. El intertexto crítico visible y legible en el marco escriturario de los tres tomos referidos, alcanza no solo un valor exponencial o cuantitativo, sino intelectual, documental y confesional que activa otras lecturas internas y externas del oficio literario en Hispanoamérica.
El empeño analítico que sugieren estas cartas, participan de una doxa crítica sustentadora de los valores literarios, filosóficos, democráticos, lingüísticos, documentales, intelectuales y políticos de la vida cultural de la América continental, pronunciada en este caso como creación, desarrollo social e identidad cultural.