No se trata solamente de aspiración o diferencia. Ni se trata de búsqueda insaciable de saber o “deseo de escritura”.  El Epistolario íntimo… va más allá de su espesor textual y de su volumen inacabado.  La estructura misma que sugieren los tres tomos se repite en otros cuerpos epistolares de ambos interlocutores que escribieron cartas por cantidad en todas sus circunstancias de amistad, placer y compromiso existencial.

Leyendo las Obras (casi) Completas de ambos interlocutores, se hace necesario un conformante crítico del aparato vehicular, productivo y textual de Pedro Henríquez Ureña y Alfonso Reyes, en la medida que la elección de motivos obliga a la reflexión desde la literatura, la historia, el arte y la filosofía.  El maestro orientador y el discípulo deseoso, construyen juntos el argumento de vida y razón de la literatura en toda su extensión humanística y artística, tal y como podemos poner en claro cuando la lectura misma del corpus sugiere varias respuestas de los protagonistas o co-locutores.  El elemento perlocucionario e ilocucionario de la carta, participa de un “deseo” de sentido cualificado por el hablante mismo en la carta, esto es, aquel que se hace protagonista de la acción implícita y explícita en cada núcleo de escritura.

La misma historia de cada texto epistolar, no evita su estructura crítica, exegética y dramática, pero sobre todo, las líneas argumentales que reclaman el cumplimiento de una petición de principio o empresa intelectual.  Órbita y pensamiento constituyen un “ensayo” en torno a las variables de la escritura que encontramos cono forma y estilo en los tres tomos que conforman el Epistolario íntimo de PHU y AR.

Sin embargo, la agudeza del género epistolar traduce un mundo cuya clave se encuentra en las relaciones literarias y en las relaciones de poder, tal y como se pone de manifiesto en muchos epistolarios hispanoamericanos del siglo XIX y del siglo XX.

El mundo expresivo y sentiente de este muestrario intelectual y epistolar que, sin proponérselo y sin saber que las mismas serían conocidas o puestas a circular públicamente, ambos críticos produjeron como espacio de crítica y amistad que revela un tiempo intelectual y crítico-literario de serias consecuencias para la historia intelectual de la América continental. De hecho, la historia intelectual y la historia cultural se abrazan mediante los usos de una axiología militante y una ética de la interpretación y la producción crítica en ambos autores.  El acercamiento que desde la escritura, la crítica y los ejes del discurso cultural hispanoamericano acentúan en el Epistolario íntimo… construye un camino cuyos tonos, timbres e intensidades diasincrónicas facilitan los mismos mensajes posicionales de ambos escritores y humanistas.

Tal y como se pre-siente y observa en el Epistolario… de marras, las ideas y las prácticas literarias que el mismo acoge, existe un movimiento intensivo de la escritura que induce a conocer mediante la esperanza, los valores, la moral del pensamiento y “la cultura de las humanidades”.   Los textos seminales de PHU y AR constituyen procesos de formación y de fundación intelectuales donde está presente una perspectiva crítica de imágenes integradoras y dialógicas que implican visión, relación, historia e interpretación.

Obras como La cultura y las letras coloniales en Santo Domingo, La corrientes literarias en la América hispánica, El español en Santo Domingo, Plenitud de América, Horas de estudio y la Historia de la cultura en la América hispánica  de Pedro Henríquez Ureña crean y motivan un discurso identitario donde el sujeto latinoamericano y caribeño co-actúan como entidades, fuentes e ideas creadoras y productoras de valores socioculturales.

En el caso de Alfonso Reyes tiene la América continental y con ella todo el mundo hispánico, una experiencia literaria y humanística respaldada en la obra-vida y crítica-mundo que logró conformar en vida el polígrafo mexicano.  Búsqueda y trabajo, estética y mitología, crítica y retórica, cultura y literatura comprenden un saber y un “decir” que democratiza la obra de Reyes.

Ahí están como vórtices críticos y entendimiento literario sus textos seminales: La crítica en la edad ateniense, Tentativas y orientaciones, La antigua retórica, Simpatías y diferencias, La experiencia literaria, La filosofía helenística, Letras de la Nueva España, Estudios helénicos, Algo más sobre historiadores alejandrinos, Tres puntos de exegética literaria, Religión griega, Los poemas homéricos, El deslinde, Apuntes para teoría literaria y otros ensayos compendiosos y teóricos.

De AR se han publicado epistolarios en los que el escritor mexicano ha hecho de las cartas con muchos escritores un testimonio de escritura.  Diario y carta fueron en la vida de Reyes aventura, pasión, necesidad de escritura, tal como se hace legible en sus epistolarios y en los diversos amigos y escritores europeos y latinoamericanos.

El Diario, de Alfonso Reyes (Vol. 1 y 2), que cubre el período de 1911-1930, con sus respectivos cuadernos, índices, notas, relaciones y otros apuntes (Vol. 1, Edición crítica de Alfonso Rangel Guerra; y Vol.2, Edición crítica de Adolfo Castañón),  publicados por el Fondo de Cultura Económica, encontramos las estructuras míticas y generadoras de una experiencia escrituraria reveladora de una filología que en su caso comprende vida, obra, escritura y cultura.

En el caso de PHU su Memorias, Diario, Notas de viaje (1989, FCE), permite comprender y constituir una Filología comprensiva de la tensión vida-obra-crítica-cultura, así como de sus cauces y caminos que remiten al fundamento crítico, moral y fundador de un intelectual que comienza a cobrar importancia en los diversos críticos de la América continental.  Sin el conocimiento de las diversas aristas que propician las obras de estos dos grandes pensadores y críticos de la América hispánica y continental, no podríamos pensar las tensiones fundamentales del siglo XX en lo que Martí llamó “Nuestra América”.

Fieles ambos a esa perspectiva de pensamiento basada en la unidad de América y su independencia cultural, la idea de pueblo, lengua, cultura, nación, historia y sujeto, se va forjando mediante el desarrollo y la aventura espiritual a través de la cultura que es para PHU y AR una tensión necesaria que también define y convoca a los pueblos de la América continental.