Los tiempos y espacios observables en el Epistolario íntimo… se vuelven fuerzas de creación y conjunciones de sentido. La crítica proveniente de la doxa, el testimonio político y el pólemos a propósito de la institución social e intelectual, aparecen a todo lo largo del Epistolario… como positio y explicación que describe y narra el proceso en el contexto de un argumento surgido, negado, acreditado y motivado por el evento provocador de acciones surgidas de la crisis de los nuevos tiempos de creación., política, tiempos de negación y respuestas.

El nuevo liderazgo político, intelectual e institucional se ha vuelto conminatorio a partir de una ética y una moral que reclama los derechos de un sujeto histórico, político y cultural cuyos propósitos vuelven al registro que exige su estatuto dentro de la lógica de un sistema que va cediendo a las presiones y visiones de un discurso burgués-liberal propio de poderes concentrados.

¿Qué sucede entonces con la institución editorial en México, España, Argentina y otros países con menos ventajas y experiencias en tal sentido? En la carta ya citada de 1938, Alfonso Reyes hace un trazado que vislumbra un trabajo cuyo tono de progreso y desarrollo se hace visible en México con el Fondo de Cultura Económica:

“Bajo Daniel Cosío, el Fondo de Cultura Económica está desarrollando un trabajo editorial cada vez más firme. También aquí intervengo. Cualquiera de estos días, también te pedirán alguna cosa. Podrías, desde luego, sugerir algunas buenas obras extranjeras de historia, política o sociología, aunque no sean precisamente de economía, con tal de que tenga temas de actualidad: no libros viejos, sino nuevas interpretaciones”. (Ver p. 444)

Reyes, quien le informa a Henríquez Ureña que Vicente Lombardo Toledano está activo, trabajando duramente política gremial a favor de los trabajadores a nivel de Latinoamérica, “acaba de salir para Oslo. Javierito se ha convertido en un alegre luchador, que no siente los golpes que recibe y los contesta con mucho desenfado”; muestra en esta carta un nuevo norte cultural, económico y editorial en México:

“Villaseñor, el mismo Daniel, Montes de Oca y yo estamos estudiando otros posibles asuntos editoriales. No sé si sabrás que Montes de Oca es director del Banco de México (no confundirlo con el antiguo Banco Nacional). (Ibídem.)

Luego de esta carta de AR, se produce un corte, y es probable que las cartas de ambos “corresponsales” se hayan extraviado o no estén aún localizables, pues se advierte un “bache, para luego reanudarse la comunicación donde Pedro le envía a Alfonso una carta el 8 de agosto desde Buenos Aires, donde le comunica que “…está aquí –de regreso del campo- Adolfito, y le he escrito unas líneas para que te envíe un Mallarmé”. (Ver, p. 444)

La información de PHU a AR describe un nuevo mapa editorial, así como también nuevas expectativas en tal sentido:

“Espasa-Calpe Argentina, bajo la presión del franquismo, se ha reducido a poca cosa. No puede publicar sino libros de ultraderecha o libros antiguos inofensivos. Los que allí estábamos- Guillermo de Torre, el pintor Atilio Rossi y yo; medio afuera y medio adentro, Romero y Amado- nos hemos ido con Gonzalo Losada, ex-gerente de Calpe, que ha fundado una casa editorial. Hoy salieron tres libros: Unamuno, La agonía del cristianismo; Maeterlinck, Las abejas; Hessen, Teoría del conocimiento. En la semana saldrán otros tres”. (Ver, pp. 444-445)

El momento en el que surgen estas nuevas acciones editoriales (Fondo de Cultura Económica, Losada) presenta nuevas contradicciones en el mundo sociocultural hispanoamericano; las llamadas economías nacionales también pasan por crisis de modelo y transición que poco se advierten, pues las mismas son impactadas por eventos políticos e institucionales surgentes en el marco de nuevas ofertas y demandas que exigen, también, otras líneas de concentración de capitales y valores en todo el contexto de la América continental.

PHU le adelanta el siguiente dato, en tal sentido:

“Torre te ha escrito para que niegues a Espasa-Calpe el derecho a reimprimir tu versión del Cid. Yo he sentido escrúpulos de intervenir en el asunto, porque Urgoiti, que se ha quedado en Calpe, ha sido conmigo muy decente. Guillermo creo que te diría que yo sabía su intención y tal vez haya agregado que yo la compartía. La verdad es que no la comparto del todo. El da una razón, y es que en tu situación política no te conviene aparecer en relación con una casa editorial que está, en suma, bajo las órdenes de Franco. Tú sabrás si eso debe pesar. Estoy abrumado de trabajo y no puedo escribir más”. (Ibídem.)

La respuesta de AR a esta carta es del 1º de septiembre de 1938 y enviada desde Río de Janeiro, donde le pide a PHU su opinión sobre el problema Espasa-Calpe y Guillermo de Torre:

“Yo necesito tu opinión clara sobre las cosas editoriales argentinas. Guillermo de Torre me impulsó a escribir a Espasa-Calpe una carta que ahora considero inoportuna, puesto que la edición del Cid, ha salido ya a la venta. Ellos me han puesto una carta en que me aseguran ser los mismo de siempre, y me manifiestan sorpresa por mi actitud, pues dicen que ya estaban organizados como ahora lo están cuando yo mismo corregí en persona la edición inmediata anterior, dan a entender que ese trabajo de corrección fue remunerado (a mí, en todo caso, no. lo pedí) y dicen que aún tienen en estudio mi proyecto de publicación de ciertos libros, proyecto que envié a través de la Espasa de México, y sobre el cual se me había dicho ya que no había nada ni nada se podría hacer por ahora”. (Vid. p. 445)

AR se percata del problema provocado por el historiador y crítico español Guillermo de Torre y le escribe a PHU sobre ciertas confusiones y circunstancias de Espasa-Calpe y Losada en el contexto de publicaciones, contradicciones, planificación de acciones, proyectos y conflictos editoriales en España y América:

“Pero examinando los extractos de mi correspondencia que mi hijo me remite, veo que quien me dijo esto fue Guillermo de Torre y yo creí que me lo comunicaba a nombre de Espasa-Calpe Argentina: ¡Cosa de los viajes! Por otra parte, el paso de Victoria por aquí me ha hecho saber que Guillermo se separó de SUR y la Edit. Losada. ¿Cuál es tu modo de ver en todo esto? ¿La Losada es realmente cosa de porvenir, y seria? ¿No es preferible sumar las fuerzas del núcleo de Victoria y al fin hacer allí aquella colección americana que andamos soñando? ¿Tú, Amado, Romero, estáis definitivamente ligados a la Losada? ¿Hay razones para preferir a la de Victoria?” (Ibídem. pp. 445-446)

La preocupación de AR en esta carta es un síntoma de contradicción que conduciría más tarde a nuevas creaciones editoriales, tentativas editoriales mayores que habrán de influir en el negocio editorial latinoamericano y español. Reyes no está bien ubicado con los problemas editoriales en Argentina en estos momentos y le pide mejor explicación a Pedro:

“¿Quieres explicarme un poco el subsuelo de todo esto? Perdóname que te quite el tiempo, pero necesito ver claro y sólo tu opinión me parece desinteresada en el caso”. (Ibíd.)

Según Reyes:

“Los absurdos de Relaciones (sic) hacen imposible de momento mi viaje por allá. Es lamentable: en un rato de Charle (sic) me lo explicarías todo. Otra vez te ruego que intereses a los amigos de DESTIEMPO para que me den el gusto de conocer un ej. De mi Mallarmé”. (Ibídem).