El arte epistolar y la consulta intelectual o erudita, crean en el Epistolario íntimo de Pedro Henríquez Ureña y Alfonso Reyes dimensiones de lo literario y lo cultural que afloran en cada carta, en cada gesto del texto epistolar. La necesidad de la consulta y el encargo, constituyen también las bases del Epistolario íntimo… y de los otros epistolarios familiares, institucionales, académicos e informativos que se encuentran en los archivos de ambos intelectuales.
Sin embargo, el discurso epistolar que encontramos en ambos polígrafos, concentra, no solo actitudes intelectuales, sino también territorios de preguntas y respuestas que definen el trayecto y la pasión de sus vidas. De ahí la importancia del testimonio epistolar que encontramos en los tres tomos del citado epistolario.
De esta suerte, la consulta y el encargo constituyen la más genuina experiencia nutricia del Epistolario…, tanto así que las cartas de PHU y AR se convierten, en muchos casos, en pretexto para el encargo de libros, búsqueda de informaciones, preguntas y respuestas sobre problemas históricos, literarios, culturales, diplomáticos, editoriales y académicos de suma importancia para el trabajo intelectual.
Todo lo cual se convierte a su vez en necesidad de un método sugerente de soluciones propias del problema, sus objetivos y respuestas que en cada caso, encontramos en la travesía visible de un itinerario intelectual propiamente literario de ambos corresponsales.
Sin embargo, es importante destacar la calidad de la consulta y el encargo, allí donde ambos se necesitan como respuesta para ofrecer soluciones a determinados proyectos urgentes y presente en contextos de sustentación que se han de llevar a cabo desde sus experiencias reales en un enmarque de trabajo, respuestas y procesos de creación y productividad.
Las etapas diversas de constitución del corpus epistolar en PHU y AR, propician un estado diferencial de problemas literarios, filológicos, artísticos y culturales entre otros, generados en el marco de necesidad del Epistolario… y bajo condiciones de producción intelectual precarias desde el punto de vista editorial y técnico.
Cada carta, enviada o recibida, posee características propias de un catálogo de temas y asuntos culturales que tanto PHU como AR, activan en el contexto de trabajo con la cultura, la literatura, la lengua y la educación en Hispanoamérica. Las relaciones que se dan en el marco editorial, docente, diplomático y político suponen un trabajo ligado a responsabilidades instruccionales, a veces públicas y otras veces privadas.
Los pulsos y cambios literarios o culturales en México, Argentina, Cuba, Francia, Londres y otros países europeos, de América latina y el Caribe implican serias necesidades de datos, aspectos técnicos, consultas especiales y encargos específicos para ser llevados a cabo por los protagonistas y allegados mencionados. Estos adquieren valor en el momento en que los corresponsales han adquirido un estatuto social, público y cultural legible en el citado epistolario. Sin embargo para AR y PHU la consulta tiene un valor bio-bibliográfico, filológico, editorial y formativo.
A partir de las encomiendas, peticiones o informaciones necesarias para el manejo en cuanto a la creación de la obra literaria, AR logra entender la vastedad del conocimiento proporcionado por PHU; elemento este que funciona a todo largo de su discurso epistolar, así como en la línea de una interpretación y comprensión de las funciones públicas o privadas de de la literatura. Lo que se hace explícito en la dinámica misma de las cartas enviadas o esperadas por ambos locutores existe como base de trabajo en el Epistolario…y razones para reconocer, refundar archivos culturales que explican el universo intelectual de ambos polígrafos.
Todo lo anterior conduce a una malla de indicaciones consultoras y consultivas a todo lo largo de la relación intelectual que se hace observable en la lectura interna y contextual del epistolario. Examinar los ritmos y tiempos de la consulta y el encargo, convierte el texto epistolar en un discurso de la acción cultural, sustentable en las líneas de contexto de la América Continental y sus visiones caracterizadoras de un oficio, cuya mediación principal es el propio texto epistolar basado siempre en contexto de enseñanza, control, aprendizaje, visión, práctica socio-cultural y socio-literaria.
El fenómeno consulta ligado al fenómeno ensayismo cultural sobresale, desde luego, por los niveles de competencia de algunos intelectuales y profesores en Hispanoamérica. Este caso concita interés en intelectuales europeos, latinoamericanos, caribeños y otros que han particularizado su objeto como parte de una concepción de la palabra, la historia y la memoria cultural. Esto habrá de lograr, a pesar de inconvenientes de comunicación, todo un entramado histórico-literario puesto en la balanza en un sistema histórico y comunicativo necesario para que las deudas internas de nuestros literatos y obras aspiren a ser convertidas en horizontes, soluciones y estatutos críticos; aquello que va hacia una suma de perspectiva y horizontes, sugiere respuestas especificas mediante se va constituyendo toda una historia personal, pública e institucional como justificación a la verdad de lo cotidiano, la reclusión política el concepto de productividad, agenciamiento, tratamiento discursivo del texto editorial y sus correspondencia con el estatuto que rige el ordenamiento público y privado.
El temario que abarca la forma de vida y el orden propiamente estético cultural, conjuga las diversas actitudes en la escena misma de la cultura literatura y de la institución pública y privada debido a los tantos eco y huecos de un trabajo cultural, accional y tecno-dinámico. Como habrá de entender en esta concepción historiográfica y cultural que se perfila como un “negocio” de la cohesión jurídico-social no atendible regularmente en los gobiernos de Hispanoamérica.
A contra- corriente con la institución cultural fragmentada por las diversas concepciones del trabajo intelectual, el Epistolario íntimo… sugiere en muchos casos una consolidación de las políticas públicas que rigen la institución pública, manteniendo especies, fases de producción, estrategias y coyunturas desgastadas por el uso sumado a los límites de una productividad que aunque siendo precaria desde el punto de vista funcional,sin embargo deja pasar los instrumentos de trabajo generados por líneas internas de alta significación intelectual y perspectivas estéticas orientadas hacia un cambio en cuanto a la práctica intelectual en el contexto hispanoamericano; lo que habrá de crear relaciones y conceptos historiográficos que justifican lo que se entiende por cambio social, interinstitucionales, productivos y cualificados bajo la idea de una concepción democrático-liberal que es aquella que presenta y hace legible el epistolario intimo en sus niveles de consulta, encargo, peticiones especiales y respuestas especiales.
La dirección que presenta el discurso epistolar en el caso citado se pronuncia en diversos modos de producir productos intelectuales, estéticos e históricos, donde la literatura,la historiografía y el espacio social conjugan un orden cultural regido por la misma práctica alcanzada por sujetos que transitan o penetranen todo el ámbito de la cultura continental y metahistórica. Se sabe que tanto la intrahistoria como los tiempos y la evolución de la misma requieren niveles necesarios de respuestas.
Todo lo cual dará lugar a una re-conceptualización de los diversos órdenes de producción intelectual en toda Hispanoamérica. Por supuesto, las diversas concepciones de la historia cultural y de las “corrientes literarias” explicadas por Pedro Henríquez Ureña y practicadas por Alfonso Reyes, darán lugar en tiempo y espacio a una relectura de las formas artísticas, culturales e instruccionales. El sentido de una historia cultural crítica y una conjunción del orden intelectual hispanoamericano, piden como intención, una orientación y un sentido de productividad del sujeto en la perspectiva de un cambio o una fractura de los espacios artísticos, culturales y editoriales.