“Te dí cuenta en mi carta anterior del índice del primer número de Monterrey, que espero te parezca interesante. Ya están componiendo en la imprenta. Si hay correcciones que hacer a tu folletón, siempre llegarán a tiempo. La índole  de la publicación hasta consiente publicar correcciones en números posteriores.  Pero aún creo tener tiempo para introducirlas en el texto mismo. Como ves, trabajo. La verdad es que dispongo de más tiempo que allá y sobre todo, dispondré… en cuanto acabe la condenada e inacabable tournée, que aquí se ha vuelto muy complicada.” (Carta de Alfonso Reyes  del 6 de junio de 1930, enviada a Pedro Henríquez Ureña, p. 396)

El acomodo logrado poco a poco ha logrado introducir a Reyes a sus faenas habituales. Aún con problemas de arreglo en la nueva casa, también tiene los de la secretaria que le trabaja y que no puede llevar por los gastos extra que le produce. Las deudas contraídas por él y su esposa Manuela en Buenos Aires influyen en su nueva situación en Río de Janeiro, pero a pesar de todo podrá salir pronto a camino luego de vencer algunos obstáculos. Por el momento, debe “tapar agujeros” importantes.

Según Alfonso le comunica a Pedro Henríquez Ureña:

“Tengo casi preparada la copia de todo el capítulo final del ENTE DILUCIDADO, sobre la navegación aérea. ¿Qué hago con esto? ¿Convendría para los Cuadernos de Don Segundo Sombra? Puedo preparar un prólogo a manera de libre ensayo, no un prólogo erudito, pues carezco de noticias y de medios de consulta. Tú te encargarás de la corrección allá, y el cuaderno asociaría nuestros dos nombres. También tú si sabes algo del autor, podrías añadir una nota con tus noticias. ¿Qué te parece? Te aseguro que es algo muy divertido y bellamente escrito. Se llama: “Si el hombre puede artificiosamente volar”. (Ibídem.)

De dicho trabajo AR le informa a PHU sobre algunos detalles y correcciones que ha hecho y le pide opinión a su amigo sobre algunos cambios en torno el estado de su trabajo que “será de 9 páginas y media tamaño de carta a máquina”. (Ibíd. Loc. cit.)

En el tren de La Plata a Buenos Aires, a las 19 horas, de regreso de clases, el viernes 6 de junio del mismo año, PHU le responde la última carta recibida a propósito del “encargo aviónico”:

“Yo, entre tanto, te contestaba aviónicamente.  Como no viajo con las cartas que debo contestar, no sé bien los términos de lo que me proponías con relación a la CIAP: lo creo factible, pero no creo que me convenga una retribución fija; eso crea obligaciones molestas on devient employé (énfasis nuestro).” (Ver, p. 398, op. cit.)

Las ofertas de trabajo que en este proceso ha tenido que aceptar PHU se deben a la batalla de lo cotidiano, la lucha por la supervivencia y otros menesteres. En consecuencia Pedro ha tenido que rechazar ofertas de este tipo a Binayán y a Pirovano:

“Acabo de rechazar el sueldo que me ofrecían Binayán y Pirovano en su fábrica de suplementos para diarios de provincia: sólo habría aceptado tantos por ciento, y Pirovano –barrio norte- se asusta. Así, con la CIAP, yo sólo querría, -y tú deberás exigir para ti también, -tantos  por ciento: ya saben ellos que sólo les daremos cosas buenas.” (Ibíd. Loc. cit.)

Pedro le arroja en este sentido, más detalles a Alfonso y le describe algunos puntos de interés económico al respecto:

“El terreno está vendido a Binayán; pero él está escaso de recursos por ahora (debe $7,000.00) y yo me hago cargo de las mensualidades: llevo pagadas abril, mayo y junio. Cuando él pueda hacerse cargo de los pagos, irá a la vez depositando sumas a cuenta tuya y yo te las enviaré cuando sean fuertes: sino, en pocos, se desvanece. ¿Te parece bien? Yo creo que Binayán ganará con Prensa Argentina, pronto, “2,000.00 mensuales.” (Ibídem.)

A seguidas le comunica a AR sobre la publicación más reciente del colegio Nacional de La Plata:

“Salieron ya las Conferencias del Colegio Nacional de La Plata, tomo grande y feo. Yo pedía tiradas a parte de la mía: hubo errores; me pararon una cuenta por $48.00 – ¡cincuenta ejemplares!- y hoy lo devolví todo a la imprenta ladrona. El viejo Olivierie – es el que hacía Valoraciones y es sordo como el viejo Coni- no quiso oír nada y mandó los cincuenta ejemplares a lo papele viejo. Veré si algún librero amigo le compra a bajo precio eso papele viejo”. (Ibídem. pp. 398-399)

Como se sabe ya, por los reclamos y necesidades de AR, las informaciones de lo que sucede en México y Argentina le hacen bien a su amigo, pues él quiere estar al tanto de todo.  En la carta del 20 de mayo, le había informado sobre la llegada a México del polaco Salomón Kahan.  “¡Quiere ganarse la vida en la enseñanza! Alfredo Palacios y yo tratamos de ayudarlo. Me trajo para ti, el libro de Samuel Ramos on Stravinski. –A propósito: oí un concierto dirigido por Cassella, con cosas de él, menos interesantes que sus Films de guerre.- Dice Kahan que Buenos Aires le produjo impresión extraña: estirada y dura, en grado casi alemán, pero con la impresión de que eso no es el ser natural del argentino, sino una regla artificial”. (Vid. p. 394)

De nuevo, en la presente carta Pedro le comenta otra vez la llegada de Kahan a la Argentina y le agrega otros datos relativos a su condición de “revolucionario en Polonia y que en Varsovia era “director general de enseñanza a los veinte y cuatro años”; llegó Pilsudoski y lo condenó a muerte”. Tuvo que huir y sólo pudo ser acogido por México; de donde luego de su divorcio se manchó a la Argentina, y donde como le narra PHU a AR, no le va bien con el clima, pues “se congestiona de los pulmones y regresará a México de nuevo.

“Íntimo de Samuel Ramos. Me confirmó mi sospecha: en México sí atribuyen al gobierno los ataques comunistas contra las embajadas”. (Ibídem. Loc. cit.)

Los vaivenes de la política internacional inciden en las políticas de  México, Argentina y otros países de la América continental, donde exiliados, trabajadores, profesores europeos y artistas  llegan por estos lares con el fin de establecerse y lograr residencias y ciudadanías debido a los aires, hechos de guerra y política europeos.

Es así como en Sudamérica, el Caribe y los Estados Unidos son acogidos desde comienzos de siglo XX personalidades europeas que han creado espacios políticos, académicos, artísticos y culturales en México, Argentina, Uruguay, Paraguay, Brasil y Venezuela, entre otros países de América, conformando espacios intelectuales de gran valor para la investigación científica y cultural.  Un punto importante en este sentido han sido los intercambios académicos entre Europa y América ocurridos desde comienzos del siglo XX.

PHU y AR que se han beneficiado en tal sentido de estos intercambios, participan de esa “vena” intercultural propiciadora de buenas relaciones internacionales y sobre todo del intercontacto entre intelectuales, artistas y facilitadores de proyectos literarios y culturales.

Es necesario destacar en cuanto a las cartas comentadas hasta ahora, que nuestros actores se sienten más cercanos por razones, más que geográficas, espirituales. Los dos pasan por el terrible período de adaptación en países “nuevos” como forma de vida para ellos y para sus respectivas familias.  De ahí los problemas de salud, trabajo, comunicación y tropiezos económicos. Aparte de la sensación de rechazo, acogida, formas amigables distintas y los rituales de cercanía y lejanía, la hospitalidad es una figura y una condición mediante la cual el errante expresa su mundo de manera muchas veces incierta.

El Epistolario… es entonces un espacio ontológico y existencial donde ambos actores conviven con realidades e imágenes públicas y privadas marcadas por los circunstantes de sus historias personales.  Voluntad y perspectiva se abrazan en un acto humano constitutivo de una psicología existencial, desde la que el sujeto de la historia se moviliza como ser, pensamiento y proyecto.