Alfonso Reyes le escribe a Pedro Henríquez Ureña con respecto al PEN CLUB de Brasil, pero también a propósito de MONTERREY y los números por preparar. Le refiere también su tristeza al leer la carta suya del 18 de septiembre y a la vez le comenta sobre sus impresiones referidas en dicha carta. Había recibido ya el artículo de Gabriela Mistral, ya mencionado en carta anterior por PHU.
El 15 de octubre de 1930 PHU le envía una carta a AR para explicarle lo del viaje de Isabel y las niñas, lo de Pedro Sáinz y la colección de Clásicos, el gobierno provisional, la política y la persecución a los comunistas y otros tópicos importantes sobre figuras como Battistessa, Rosenblat (que PHU lo escribe con m en lugar n) y su apresamiento.
Así las cosas, en el primer párrafo de la carta le explica a nombre de Isabel lo siguiente:
“Isabel ya estaba lista para irse y dos cosas la han detenido: la revolución brasileña y mi enfermedad. Seguí empeorando hasta que se vio claro que tenía una sinusitis: irritación del seno maxilar y del frontal derechos. Estuve cinco días enfermo en cama, y me hicieron una punción: atravesar con una aguja el hueso entre la fosa nasal y el seno maxilar, para limpiarlo. Ya he vuelto a clases”. (Ibídem. p. 416)
La salud de PHU ha estado precaria para las fechas señaladas sin embargo, aún así, ha estado pendiente a los acontecimientos políticos; persecuciones políticas del gobierno provisional contra los comunistas y líderes obreros en Córdoba y otros acontecimientos sociales.
Le informa PHU a AR lo sucedido esta vez, en Córdoba y Buenos Aires:
“En Córdoba (¡Ibarguren interventor!) prendieron a Gregorio Bermann. En Buenos Aires a nuestro joven filólogo Rosemblat (sic.) que pidió pasaporte para ir a Europa con beca universitaria y fue detenido: quizás denuncias del envidioso marica Battistessa; le iban a quitar la carta de ciudadanía (es nacido en Polonia y vino de nueve años) embarcarlo para Nowhere: deshecho en fin”. (Vid. p. 417)
La preocupación por este hecho llevó a PHU a buscar sus amistades y relaciones junto con Amado Alonso para evitar dicha situación:
“Yo me espanté –fíjate que Hermelo, el jefe de policía, recibió a Amado Alonso con suma severidad- y acudí a Nieves: Nieves heroicamente acudió a sus influencias políticas y después de seis o siete horas de labor telefónica, logró conseguir libertad. Al día siguiente estaba libre Rosemblat (sic) y podrá ir a Alemania con su beca. Hemos salvado la vida al primer filólogo de tipo moderno que tendrá Argentina (s. n.): sus anotaciones al Espinosa que saldrá próximamente en la Biblioteca del Instituto es extraordinaria de información”. (Vid. Ibídem. Carta citada)
En dicha carta Pedro le informa a Alfonso algo que es de necesidad familiar, debido a la salud de las niñas y de la misma Isabel:
“Creo que Isabel y las nenas tendrán que emprender viaje a pesar de la revolución brasileña; lo deseo por la salud de las nenas, que aquí no acaban de ponerse bien. Natacha juega diariamente con los chicos de Nieves y gusta mucho en las dos casas por lo bien educada. Además les baila la Firmeza y les canta canción de la Trucha de Schubert. Físicamente se parece mucho a Is.”(Ibíd. Loc. cit.)
Pedro le describe prácticamente la evolución familiar en términos de crecimiento, carácter de Isabel y relaciones de amistad:
“Sonia está muy linda y tiene unos modales de señora que no sé de donde los toma. Isabel está muy buena de carácter; a veces trabaja mucho y nuestra casa marcha bien. Si ella quisiera podríamos ser muy felices (énfasis nuestro). (ALFONSO: YO QUIERO MUCHAS COSAS QUE PEDRO NO QUIERE). No hagas caso de Isabel, yo quiero todo lo que ella quiere.” (Ibídem.)
La problemática que atraviesa el hogar de los Henríquez Lombardo ha sido tema recurrente en el volumen 3 del Epistolario íntimo, debido a los problemas de adaptación, sobre todo por el brusco cambio de México a la Argentina, donde la incidencia climática y cultural ha afectado a Isabel y a Pedro, pero también a Natacha y a Sonia.
Una semana y media más tarde (28-10-1930), PHU le envía otra carta a AR quejándose de la sinusitis y pidiéndole informaciones acerca de sus nuevos planes:
“Te escribo poco porque, con la sinusitis, me hace daño. Pero envíame pronto qué planes tienes para el verano, a fin de saber si, en caso de que no pudiéramos ir a Méjico, sería posible para nosotros (los cuatro H. U.) pasar el verano en Río con ustedes, reduciendo la carga, eso sí, a la mera presencia”. (Vid. p. 418)
Pedro le comunica también a Alfonso lo del negocio con Binayán:
“El terreno está vendido a Binayán, pero la crisis del país le ha hecho disminuir sus entradas y el pago lo hará más adelante. Yo he terminado ya –termino el mes entrante- los pagos que prometí hacer por cuenta de ustedes”. (Ibídem. p. 418)
Las irregularidades de la correspondencia se hacen sentir. Y desde el 28 de octubre hasta el 15 de enero de 1931, el Epistolario íntimo no reporta una sola carta siquiera. Lo que no significa que no se hayan escrito, enviado, perdido, o extraviado por razones circunstanciales. Desde Río de Janeiro AR le envía a PHU la primera carta el 15 de enero de 1931 registrada en el Epistolario íntimo:
“Esta carta pudiera llamarse: “en busca del tiempo perdido”. Ya escribí a Lizardo y a Manuel Sierra. No te olvides tú de hablar al instante con Sanín Cano sobre Jorge Isaac y de poner en marcha los tomos argentinos. Pedro Sáinz me escribe muy entusiasmado con la idea de nuestra colección y muy deseoso de noticias. Espero para el próximo MONTERREY tus “pinos de Heredia”, y cuanto se te ocurra en adelante.” (Ver, p. 421)
La carta de Reyes a Henríquez Ureña supone comunicaciones escritas que no registra el presente Epistolario… lo que supone una pesquisa en archivos de amigos de ambos interlocutores o por lo menos una búsqueda sobre estos temas con sus detalles y puntos de proyectos.
“Esta mañana Miguel Casares pasó en un barco y me dejó el primer número de SUR. Muy interesante. Ojalá tú pudieras influir un poco en la puntuación y las acentuaciones, sin contar con ciertos barbarismos de la traducción de Waldo Frank, como “en virtud de comerciantes”. (Pág. 29) y “pese a no realizar milagros” (pág. 30). Creo que lo de “pueblo avieso” en la página 32 es también un error.” (Ibíd.)
Junto a estas indicaciones y noticias de AR nos encontramos también con envíos para que los regale o haga donaciones como quiera o como le parezca a PHU:
“En paquete aparte te envío números sueltos de 1930, ULISES, CONTEMPORÁNEOS, para que los obsequies como te parezca (Ibídem.)
Como podemos suponer Pedro y Familia estuvieron en Río de Janeiro, tal y como se sabía que iba a ocurrir por lo narrado en las cartas anteriores:
“A raíz de la salida de ustedes, Manuela levantó en peso la casa, la sacudió en el aire, la vació y la volvió a llenar. Resultados: tengo mi alcoba propia donde antes era la de Alfonsito, este se pasó a la de ustedes, y Manuelita está en cama con fiebre. Quedan por ahí algunos libros errantes: el Huxley, que no quiero acabar por lo mucho que me gusta, y la Vida de Byron que se quedará sin concluir puesto que ya se fue Isabel. De Santos nos llegaron tarjetas de ella y de Natacha y carta de mi Cónsul diciéndome que se arregló lo de sus pasajes, aunque él estaba ausente y mi telegrama llegó después de ustedes. Cosas del trópico!”. (Vid. pp. 421-422)
La vida de un Epistolario es finita y la misma depende de la frecuencia y de la contingencia espacial, temporal y comunicativa. Como se puede observar de una década a otra, la variedad de cartas y sobre todo la frecuencia de las mismas, implican el elemento constancia más circunstancia; contexto y uso de informaciones; fluencia en cuanto a envíos y respuestas. Lo que conduce a la relación o relaciones humanas conformadas por el conocimiento, el contacto y el contexto de amistad o familiaridad en el proceso de comunicación que va del yo al otro y viceversa.