-Hola, señor inodoro, me permite hacerle unas preguntas
-Seguro que sí, que sepa nadie hasta ahora se ocupado seriamente de nosotros y por ende nos sentimos marginados no obstante la importante función que ejercemos para que la sociedad no tenga tanta suciedad
-Qué opina de ser inodoro
-Pues verá en este mundo ya somos muchos los que hemos tenido la muy mala suerte de ser inodoros cuya función como bien sabe usted, es la de recoger directamente los excrementos humanos para pasarlos a las tuberías que las llevan a las cloacas, y de ahí a los pozos sépticos, o directamente al subsuelo, o a los ríos o cañadas, que por eso hay tantos contaminados, menuda tarea nos ha tocado ¿no?, si me pide mi opinión sincera le diré que somos una auténtica porquería, así de claro y crudo
-Pues sí, pero tendrá muchas experiencias
-Si yo le contara, pues para mi mayor desgracia a mí me ha tocado ser un inodoro de los públicos que tenemos demasiado uso y poca higiene municipal ¡la de traseros y genitales de ambos sexos que he visto en mi larga vida! de todas clases y pelajes, tamaños, pequeños, grandes y enormes, ligeros, pesados y super pesados, formas definidas o extrañas, colores blancos, negros, amarillos o cobrizos, calvos, lampiños o pilosos, lisos, rugosos o con granos, jóvenes, maduros y viejos, sanos o enfermos, pero de agradables no tienen nada.
Vienen, se sientan o se quedan de pie, y ahí mismito comienzas las cataratas líquidas o solidas que como usted sabrá por experiencia propia son de lo más repugnantes. Unos nos usan rápido y otros se quedan horas enteras sentados pensando, cantando y hasta leyendo libros o periódicos ¡Cuánta desconsideración!
-Bueno, pero alguien o algo le tocó hacer esa función que como bien usted dijo al principio de gran importancia
-Pues ya podía haber sido yo en vez de un inodoro un florero que esos sí reciben aromas frescos y maravillosos con rosas, claveles, tulipanes… pero la mala fortuna como también les ha pasado al papel higiénico, las compresas, los pañales, los pantys, los calzoncillos, o nuestros primos menores los orinales, vacinillas o bidets, ha recaído sobre nosotros para hacer los trabajos más sucios de la humanidad
-Muy, muy interesante, y antes cómo se hacían las personas para…
-Pues las necesidades las hacían donde les pillaban las ganas o donde podían, en el campo, en las alcantarillas, en las orillas de los ríos y aún muchísima gente sigue haciéndolo, sepa que según la OMS hay 673 millones de personas que excretan al aire libre y 4.200 millones que no tienen instalaciones de saneamiento básico, y muchos millones también continúan usando letrinas asquerosas, después dicen que los humos tienen toda la culpa en la aceleración del cambio climático. Como verá usted eso de cagar sigue siendo un asunto de mierda.
-¡Señor inodoro! modere su lenguaje que hay público decente que nos está leyendo
-Perdonen, es que estar siempre sometido a micciones y defecaciones a veces le hacen hablar mal a uno, ya sabe que los inodoros solemos tener la boca sucia
-Bien, qué otras experiencias nos puede contar
-Imagínese yo que como le dije antes soy inodoro público lo que además de ver lo que también habré sentido, olido y oído. Los sonidos del caer chorreado de los orines, las flatulencias asfixiantes con toda su escala musical de agudos, graves, intermedio, los sibilantes y chirriantes ruidos de las diarreas o los quejidos de los estreñidos pujando: huuugh, guaggg, fuusssjjj, que parecen tenistas jugando una final de campeonato.
También que nos tiran colillas de cigarrillos y tabacos, lanzan escupitinajos, sueltan mocos, echan preservativos, algodones empapados de sangre o pus, cuchillas de afeitar usadas y mil basuras más, tantas y tan gordas a veces que a menudo nos atascan y hay que acudir a las bombas de destape, otros se olvidan durante horas y horas y hasta días de tirar de la palanca del desagüe y ya me dirá usted si esos hedores no son un auténtico martirio… no tienen ninguna consideración con nosotros, he tenido demasiadas experiencias desagradables, de verdad ¡Cuánto me gustaría oír opera, incluso merengues, bachatas y hasta reguetones en lugar de esos sonidos corporales tan horrorosos.
-Cuéntenos algo de su historia, debe ser muy interesante
-Verá, el primer inodoro muy primitivo aún apareció en 1597, fue inventado por Jhon Harington, sobrino de la reina Isabel I y consistió en una caja de madera que se comunicaba con una taza de porcelana, pero a la reina no le hizo gracia y la idea se abandonó
-Y después..
-Después, en 1884 aparecieron mis bisabuelos inventados por Thomas Crapper con el método del sifón, una tubería en forma de S que permitía vaciar los desechos arrastrados por agua y así desaparecía el olor, por eso nos llamaron inodoros, pero hemos evolucionado mucho hasta el día de hoy
-Sí, los hay muy sofisticados
-En efecto, diseñados por finos artistas italianos, franceses, españoles… con materias de cerámicas ligeras, pero resistentes, mucho más cómodos con diseños ergonómicos para mayor comodidad de las nalgas, nos ponen líquidos desinfectantes y desodorantes azules o verdes para cada descarga, ahora hacemos menos ruidos y más suaves, tal vez pronto nos pongan música ambiental. Todos los avances que usted quiera pero los productos vertidos son los mismos, caca y pipi, con perdón.
-Ahora son símbolo de lujo…
-Sí, al igual que los restaurante muestran su la cantidad de tenedores como símbolos de su calidad, las grandes mansiones de ricos y famosos se están midiendo por la cantidad de baños y claro está también de inodoros, hasta ese punto de tontería hemos llegado
-También los ha habido de plata y oro…
-Esos son o han sido unos pocos de algunos reyes, ricachos, artistas famosos o jeques petroleros, pero con todo y ser de las materias más nobles del planeta sufren lo mismo que los demás, ya sabe nuestro refrán: aunque el inodoro se vista de oro, plata o seda, inodoro bien defecado se queda…
-Bien, creo que llegamos al final de la entrevista, alguna cosa más que usted quiera añadir
-Pues que si hay otra vida que no vuelva a ser inodoro, mejor el florero como dije, o un cuadro de pared o lo que sea que no tenga que ver con los asuntos escatológicos.
-Gracias, que tenga un buen día señor inodoro
-Pues como no sea que mis usuarios tengan un largo perido de estreñimiento…