El martes pasado, asistí a la conferencia magistral de Mohan Munasinghe, publicitado como Premio Nobel de la Paz tratando el tema “Sostenibilidad económica, social y ambiental: la clave para la prosperidad del planeta y la protección de los pobres”, en un acto de la Fundación Tropigas.

Creo, como la mayoría de los asistentes, no reconocía a este ciudadano de Sri Lanka (la antigua Ceilán) y por la curiosidad, busqué su reseña en Internet. Mi sorpresa fue saber que el Premio Nobel lo compartió con Al Gore, el vicepresidente de Clinton, por su activismo en pro de la supervivencia del planeta.

Previamente, Gore ganó el Oscar al mejor documental por su producción de “Una verdad incómoda” que ha sido un best-seller luego de su conversión en libro.

Munasinghe sigue en una región de premios nobeles con alto sentido social: el bangladeshí Mohammad Yunus (Nobel de la Paz 2006 por su creación del “Banco de los Pobres”), y el bengalí Amartya Sen (Nobel de Economía 1998 por su sistematización del “Desarrollo Humano”).

Con un impresionante curriculum académico (ingeniero, con doctorado en  Física del estado sólido y especialista en desarrollo) fue el Presidente del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático, un organismo del sistema de las Naciones Unidas para darle seguimiento a esta amenaza a la sostenibilidad de la vida en el Planeta Tierra.

El mensaje de Munasinghe es meritorio, porque ante la pregunta de ¿si la gran minería debe auspiciarse como base del desarrollo de República Dominicana? Respondió con un enfático “depende” en la mejor tradición económica, ya que debemos comprobar que se busque el bienestar colectivo primariamente. No hay gancho para desdecirse de una labor en pro de la vida en la Tierra. El enlace sobre el IPCC es el siguiente: https://www.coursera.org/courses?orderby=upcoming&lngs=es