Hoy celebro los esfuerzos de la Junta de Vecinos de Los Cacicazgos por contribuir con la sostenibilidad y habitabilidad de su vecindario y de su país. No obstante el negativismo que abruma a los medios de comunicación, nuestro país está lleno de historias esperanzadoras, historias inspiradoras, como la de esta junta vecinal, que merecen ser valoradas y multiplicadas.
En aras de defender los derechos a la ciudad y garantizar la calidad de vida en su sector, los moradores de Los Cacicazgos se hacen representar por una Junta de Vecinos. Desde 1982 y de la mano de las autoridades municipales, esta Junta brinda soporte en la gestión de la solución de problemas relacionados con su seguridad ciudadana, la polución sonora y ambiental, la comercialización de alcohol y otros tantos ejemplos de transgresión a las normas del sector.
Hace seis años, la Junta de Vecinos asumió la lucha comunitaria en contra de los accionistas del Hotel Dominican Fiesta y la construcción de la Torre de Plata, edificación de 31 niveles y 248 apartamentos que pretendía erigirse sin licencia ni permiso en una calle donde las normas municipales permitían construcciones de un máximo de 6 niveles de altura. Dicha torre, que originalmente estaba prevista como un edificio de parqueos, hoy cuenta con 9 niveles de construcción, incluyendo cinco de parqueos soterrados.
A pesar del engaño por parte de la compañía constructora y de la probada confabulación entre los constructores y el Ayuntamiento para cambiar la normativa municipal de modo que favoreciera a los promotores de la Torre, la Junta de Vecinos nunca retrocedió. Empoderada en su abogada la Lic. Miriam Paulino, la Junta dio inicio a un largo proceso penal. El 25 de marzo del 2008, la Junta interpuso una querella ante la fiscalizadora del Juzgado de Paz para Asuntos Municipales. El proceso agotó todas las instancias judiciales, hasta arribar a la Suprema Corte de Justicia, donde finalmente culminó de manera más que satisfactoria con una sentencia gananciosa para la Junta Vecinal y los moradores del sector Los Cacicazgos.
El pasado 09 de septiembre, fui participe de la rueda de prensa donde la Junta de Vecinos notificó a los promotores de la Torre de Plata de la sentencia emitida por la Suprema Corte de Justicia que les requiere demoler la construcción en un plazo de treinta días tal y como establece el artículo 111 de la Ley 675-44 sobre Urbanización, Ornato Público y Construcciones.
Esta decisión de la Suprema Corte es una muestra de lo que se logra con la unidad ciudadana. Es muestra de lo que se logra cuando nuestros dirigentes políticos, que fue el caso particular de varios legisladores de la Circunscripción 1 del Distrito Nacional, trabajan de la mano con sus electores para dar voz a sus demandas.
Una instancia de justicia, un grupo de ciudadanos empoderados, una historia de trabajo colectivo bastan para demostrar que una República Dominicana más justa y más respetable es posible. Gracias a los abogados y por sobretodo, a la propia Junta de Vecinos por nunca ceder en su lucha por ver hacer justicia.
Sólo bajo el estricto cumplimiento de la ley pondremos fin a la impunidad.
¡Sí se puede, sí podemos! ¡Enhorabuena Junta Vecinal!
Samuel Bonilla | @sbonillabogaert | se.bonilla@gmail.com