Con el perdón de nuestr@s amig@s maestr@s, si queremos que en el 2030 tod@s l@s dominican@s de dieciséis años tengan dominio tanto del inglés como del español no podemos contar con los actuales docentes ni con los métodos tradicionales de la enseñanza del inglés (¿existe?) en nuestras escuelas y liceos. Claro que haciendo más de lo mismo jamás llegaremos a la meta.

No basta con enunciar una meta sin proponer una vía que conduzca a ella.

Para desembocar en el 2030 con una población joven plenamente bilingüe no podemos trabajar de manera aislada. Es preciso aunar esfuerzos públicos y privados para con las mejores prácticas criollas y de países amigos diseñar una estrategia integral que nos conduzca a la meta.

En el país tenemos valiosas experiencias en la enseñanza del inglés que pueden servir de base para la tarea de innovar en la escuela. Para solo citar algunas de las más importantes tenemos el Instituto Cultural Dominico-Americano en Santo Domingo y el Centro Cultural Dominico-Americano en Santiago, ambos con muchas décadas de experiencia y miles de egresad@s con un buen manejo del inglés, aprendido en su mayoría en programas complementarios a la escuela por las tardes y los sábados. Otra institución sin fines de lucro es la Escuela de Idiomas de UNAPEC que también lleva décadas instruyendo a jóvenes en diversos idiomas pero con preponderancia en inglés. Estas instituciones y otras como ellas no solo podrían  aportar sus buenas prácticas sino los contactos con sus egresad@s como potenciales candidat@s a ser instructores. También podrían  proveer programas de formación de instructores de inglés para las escuelas y liceos, ya que ambas funcionan a nivel universitario y tienen valiosas experiencias que aportar.

El Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología viene desarrollando con mucho éxito desde hace casi una década un programa de “Ingles por Inmersión” para estudiantes universitarios contando ya con unos 32,000 egresad@s (según el último reporte disponible del 2013). Este programa se ha impartido en numerosas instituciones educativas en muchas de las localidades donde hay importantes concentraciones de universitari@s y se desarrolla simultáneamente con la docencia profesional pues es para jóvenes cursando estudios universitarios.

Debemos iniciar con programas de inglés intensivo parecidos a los que desarrolla el MESCYT a nivel universitario pero en liceos urbanos en zonas donde existe un núcleo de jóvenes bilingües que podamos captar como facilitadores/instructores. Propongo hacer el ingreso a estos programas un premio a los que al ingresar al bachillerato tengan alto índice académico y en las pruebas nacionales de octavo grado. Y que le demos amplio apoyo para que se puedan dedicar de lleno a la inmersión en inglés, puedan disponer de una computadora portátil y otras facilidades a ser determinadas para los jóvenes talentosos que queremos reclutar como maestr@s (ver artículo anterior http://acento.com.do/2014/opinion/8139607-quisqueya-te-quiere/ ). En los liceos con tanda extendida podrían abrirse las secciones necesarias para atender la demanda dentro de su horario y en el espacio del liceo. En el caso de los demás liceos habría que crear el espacio y tiempo fuera del horario limitado de estos. Para complementar esta instrucción durante el calendario lectivo, debemos desarrollar campamentos intensivos de inglés con actividades deportivas y recreativas que sirvan de incentivo a los alumnos a querer participar en este programa muy selectivo. Quizás instituciones como Mayor League Baseball y similares podrían interesarse en colaborar con estos campamentos.

Al mismo tiempo de trabajar rápidamente con adolescentes para ir multiplicando el personal capacitado para impartir docencia en inglés en un plazo relativamente corto, debemos crear programas pilotos para iniciar la enseñanza del inglés en la primaria.  Podrían ser programas que inicien después de consolidar la lectoescritura en lengua materna inicialmente seleccionando alumnos destacados y en escuelas urbanas de tanda extendida y donde se pueda reclutar maestr@s bilingües. El inglés intensivo vendría a ser una buena motivación para los estudiantes en régimen de tanda extendida, sobre todo con programas que destaquen  la tecnología audiovisual, la música, el drama, y no la gramática, la ortografía, la repetición/memorización. También complementando con actividades intensivas de verano.

Proponemos que se convoque un “task force” al más alto nivel que incluya al MINERD, MESYT, ICDA, UNAPEC, AMCHAM, Consejo de Competitividad, entre otras instituciones que deben hacer aportes y colaborar con esta meta  para el 2030.

Pronto el Presidente Medina habrá agotado lugares donde inaugurar nuevas aulas. Ojala que cuando eso ocurra, pueda inaugurar semanalmente nuevos programas de enseñanza del inglés de calidad mundial en escuelas y liceos en todas nuestras concentraciones urbanas de manera focalizada. Las futuras generaciones lo agradecerán cuando cosechen sus frutos.