Recomendar frugalidad al pobre,
Es grotesco e insultante. Equivale
A decir que coma poco al que se
Muere de hambre.
O. Wilde.-
Día tras día, quizás por cinismo o un vulgar sarcasmo nos dicen que somos los primeros o dentro de los primeros países donde la economía es la reina en “crecimiento” y las cifras, armoniosamente presentadas, son las mejores testigos. Mentira del Diablo, hablar de riquezas cuando el hedor arropa por doquier los paraísos donde residen los hacedores de falsas ilusiones.
Desafiantes, arteros y poseedores de una taumaturgia que hasta las estatuas las ponen hablar. Abusivos jugadores con las leyes que hacen y deshacen a su antojo y reiteramos –como el llamado presupuesto general de la nación-, solo con el propósito de “crear” una “legalidad” para sus indelicadezas y establecer un escudo cual si fuera un muro que los mantenga separados de aquellos a quienes les han robado hasta las esperanzas de un tiempo mejor. Y olvidan exprofeso, que todo engaño desde el mismo momento de su creación, nace con su fecha de expiración.
Pretender ocultar cosas sin tomar en consideración que las mismas de tantas veces ser repetidas ya resulta obvio para todos los que no forman ese círculo viciado, sin que existan palabras o actos circenses que los puedan ocultar. Como ese de comprar tierras; restaurantes; invernaderos y cuantos negocios se puedan hacer pero, a nombre de guardaespaldas y adláteres y aún tienen el descaro de hablar de Trujillo porque se hizo dueño del país, cuando ya estos tienen más de la mitad. Es algo así, como le vendió Ramfis Trujillo la casa del km 9 de la carretera Mella a la Fuerza Aérea Dominicana, con la finalidad de instalar en la misma, un centro de tortura, quizás peor que el que existía en la llamada Cuarenta, bajo el dominio de Jhonny Abbes Garcia. Todo esto para cuidarse de los comentarios que se pudieran generar, aun siendo ellos “dueños” del país… ¡Coincidencias del destino serán! Producto de esto, no es de extrañarse que en algunas décadas o antes, resurja una nueva “Corde”.
Malaya sea este cuestionado crecimiento económico. Antes éramos pobres pero sin deberle un centavo a nadie. Se hacían todo tipo de obras sin tomar un centavo prestado y hoy, hasta para hacer un muro de contención es con préstamos que no pagaran ninguno de los que de una forma u otra se regodean con “obras” y ayudas al pueblo, mientras los “lava-jato” no encuentran como llegar a este país. Millonarios, sí, pero, con deudas que pagaran los pendejos de ahora y los inocentes que aun siquiera están en lista de espera para comenzar a vivir.
Pero, como en esta tierra y mientras estemos vivos no hay nada seguro, con excepción de las oportunidades y, como la coincidencia es la herramienta preferida del destino, en este año, con proyecciones llenas de bonanzas, vamos a esperar que este pueblo rompa con la maldición de esas acciones que hasta ahora nos han definido por nuestra pasividad y a sabiendas de que; “el tiempo convierte más personas que la razón”, esperemos que nuestra fe nos ayude a ponerle un punto y aparte a las acciones de los malos políticos, es decir, hacer que un pueblo digno, ponga distancia con los hombres villanos. Así nomas. ¡Si señor!