De los 47 alcaldes y síndicos del PRD que se reunieron con Miguel Vargas la semana pasada, es muy probable que para el 2016 solo queden cinco o seis con uno de esos títulos.

Y no perderán por falta de cualidades políticas o capacidad de trabajo, sino por la división de su plataforma política natural: el PRD.

Perderán también, por dejarse conducir por una ruta confusa, conservadora y de escasa sintonía con la mayoría de la población que reclama cambio de gobierno, nuevo rumbo político y nuevo modelo económica.

Y me extraña esa metamorfosis, porque un buen número de esos dirigentes tiene una reconocida trayectoria de lucha comunitaria muy cercana a la gente sencilla, a las iglesias, juntas de vecinos, gremios y juventudes.

Naturalmente, el disfrute del “poder municipal" y sus arandelas transmuta egos, libera sueños, potencia miserias y convierte en conservador a cualquier "revolucionario". Lo vemos casi a diario.

Algunos de esos alcaldes lucen muy voluntariosos y creídos porque consideran que sus liderazgos están por encima de la división del partido. Peligrosa ilusión: las elecciones reales del 2016 no ocurrirán como se las perciben hoy; serán otra batalla cuerpo a cuerpo en la que Leonel y Danilo, con iguales motivos aunque con fines particulares, procuraran arrasar con todo, mientras que la Convergencia movilizara a medio país para derrotar al PLD y sus aliados.

Naturalmente que siempre hay riesgos, y la polarización que deberá generar la Convergencia frente a la dupla PLD – Gobierno – en cuyo caso desinflaría al PRD-Miguel-, dependerá de la inteligencia y el sosiego estratégico  con que se vertebre la unidad interna de esa todavía cruda plataforma electoral.

Mientras tanto, esos alcaldes representan 47 ayuntamientos con notable influencia   en un partido de gente pobre y con diez anos en la oposición. Este simple hecho ha sido determinante para que el PRD-Miguel Vargas mantenga todavía un veinte y pico de aceptación electoral; no ha sido al revés.

Pero esos líderes locales podrían quedar entrampados y perder para siempre en el 2016, si profundizan sus pasos en una aventura electoral. Sería lamentable, porque muchos de ellos poseen grandes meritos y son verdaderos activistas políticos aparte su relativa juventud.

Mientras tanto, sin 47 ayuntamientos y sin recibir los millones que recibe el PRD-Miguel de la Junta, la Convergencia – según recientes encuestas- aparece como la gran preferida entre los votantes perredeistas.