Enarbolemos la bandera de paz, progreso y justicia social a fin de obtener los cambios necesarios para el bienestar social en el país; pues, a través de toda la historia humana ha habido pueblos y naciones, grupos religiosos, partidos políticos que han constituido y mantenido sus banderas izadas en palos torcidos, quebrados o frágiles. En casos cuando las banderas no ondean sobre rectitud de ética moral, verdadero amor patrio, sensibilidad humana, justicia social, y bienestar para todos los componentes del conglomerado: es porque la base no es firme, el  asta está doblado o quebrado; o bien, la driza esta floja; ante esta condición, la bandera está sujeta a desencajar y perder su razón de ser el símbolo idóneo de representación.

El gobierno del Lic. Danilo Medina ha tomado importantes decisiones, y ha dado pasos firmes positivos para implementar gestiones de derechos humanos; ha encaminado sendas para facilitar recursos en áreas de asuntos de índole socio-económicos, y particularmente en educación. Estos hechos deben ser reconocidos y aplaudidos. De todos modos, sin embargo, el gobierno sigue ondeando la bandera del Partido de la Liberación, y el asta de la insignia del PLD, da señales que en algunas áreas se ha doblado en intenciones y objetivos, y probablemente se quiebre en el futuro, no muy lejano. Si esto sucede, la ideología de la liberación se tornará en patética distorsión y desaliento, y habrá resentimiento en toda la nación.

Las instituciones de todas clases y condiciones están obligadas a izar y mantener  sus banderas en pedestales bien cimentados, con mástiles rectos, y drizas fuertes. Esto es lo recomendable y lo esperado.

Cuando un Estado o una asociación humana no levantan su bandera en un mástil recto, se puede decir o considerar que hay fallo en el sentido nato de identificación de lo que debe representar ese singular emblema.

A falta de seriedad y buena intención en la constitución de una organización, la insignia de ésta se enarbola sobre la rectitud y firmeza de modales, ideas y reglamentos claros, diáfanos y bien fundamentados; pues, es una condición inherente.

La bandera es un símbolo que identifica la ideología, las características fundamentales de la nacionalidad de un pueblo, las características de una institución, la naturaleza de una comunidad o cofradía religiosa, un partido político, un gremio profesional u obrero, un club, o una asociación de personas con intereses comunes. Como símbolo representativo de un pueblo, la bandera tipifica y señala la distinción de la nacionalidad, el ideal patriótico, y la soberanía del Estado, y la  idiosincrasia de la ciudadanía.