Hace 102 años, el 30 de junio de 1909, nació en la Vega Juan Emilio Bosch y Gaviño. Vivió más de 92 años, una vida prolífica en la literatura y la política. Novelas y cuentos, pero sobre todo ensayos socio-políticos e históricos, conforman su repertorio como escritor.
El PRD en el 1939 y el PLD en el 1973, los dos partidos más importantes de hoy en la República Dominicana fueron fundados y dirigidos por él. Después de un largo exilio, por oponerse al régimen de Trujillo, regresa al país a finales de 1961 y un año después gana las primeras elecciones democráticas del país. Toma posesión el 27 de febrero de 1963, promueve la Constitución más liberal que ha tenido el país, reorienta la economía, comienza a enseñar al pueblo dominicano a vivir en democracia.
Lo conveniente para la mayoría fue inconveniente para una minoría que se encargó de ponerle fin a su gobierno antes de que cumpliera 7 meses.
Siempre creyó que para gobernar un país hay que conocerlo. La idiosincrasia del pueblo, su historia, su organización social, sus motivaciones, su miedos, deseos y sueños, de donde viene y hacia dónde va. Los otros dirigentes del PRD no entendían a lo que Bosch se refería, por eso decide renunciar y fundar el PLD, un partido de cuadros.
Cuando el caos y la desorganización estaban en su etapa cumbre, después de los dos gobiernos del PRD y la vuelta de Balaguer, en 1990 el país entendió que Bosch y su PLD podían traducir su disciplina y organización interna al gobierno nacional. Todos conocemos la historia. En el 1996 llegó su segundo partido al poder. Con Leonel Fernández en la Presidencia y los principales dirigentes históricos del PLD en el Gobierno, se entendió que había llegado la hora de hacer realidad el sueño del profesor Juan Bosch, de poner sus ideas en práctica, pero no, desde ese momento la orientación fue clara, Balaguer era el paradigma, lo cual no es malo del todo, porque la historia está demostrando que Balaguer fue un verdadero estadista, que aunque cometió errores y permitió excesos injustificables, parece que como dijeran en su autodefensa, Adolfo Hitler primero y Fidel Castro después, la historia lo absolverá.
Dirigentes sensatos de los dos partidos fundados por el profesor, han reconocido que han fracasado en honrar su memoria, que los tres gobiernos del PRD y los casi tres del PLD, con las excepciones que existen, tanto en personas como acciones, han sido una vergüenza a su memoria.
No es tarde, todavía el presidente Leonel Fernández y el PLD con Danilo Medina están a tiempo de honrar su memoria y por qué no decirlo, también el PRD con Hipólito Mejía, que de acuerdo a las encuestas si las elecciones fueran hoy, sería electo presidente 2012-2016. No obstante, para eso deben, tanto un partido como el otro, redefinirse, replantearse, gobernar con una nueva mística, con un nuevo paradigma basado en los ideales del profesor Juan Bosch.