No conozco a Carlos Francisco Elias. He leído algunos de sus escritos. He leído otros autores referirse a él como un respetado intelectual dominicano. Por lo que he leído escrito por él, por el respeto que otros le tienen y por el afecto que otros tantos parecen profesarle, llamándole cariñosamente Cuchi Elias, yo también, aunque desde lejos, y, sin que él jamás lo supiera, le había tomado cierto cariño.
Es por ello que el último artículo de Cuchi Elias publicado en Acento (31/07/2015) titulado "El informe Almagro de la OEA: prudencia pero con resistencia absoluta", me dejó desconcertado y preguntándome si debo retirarle mi desconocido y humilde cariño.
Gran parte de dicho artículo es un conjunto de afirmaciones, anotaciones de historia y argumentos que debió llevar por nombre "Biografía de Almagro", en vez del título enunciado. Otra parte del artículo es una serie de verdades, medias verdades, verdades incompletas, con un sesgado matiz político ideológico. Una tercera parte del articulo parece ser, o tener la intención de ser, una serie de consejos y recomendaciones al gobierno dominicano sobre cómo manejar dicho informe y qué hacer con relación a la "cuestión haitiana". No hay en el artículo nada concreto en base a lo cual deba ser rechazado, modificado o aceptado el "informe Almagro de la OEA".
Parece habérsele olvidado a Cuchi Elias que todo el lío de la crisis actual en la relación RD-Haiti emana de dos hechos, dos acciones recientes del gobierno dominicano actual: 1.- La sentencia 168-13, que despojó, retroactivamente, a cuchumil dominican@s de ascendencia haitiana de su ciudadanía dominicana, legalmente otorgada por la Constitucion vigente hasta 2010. Y 2.- El Plan Nacional de Regularización de Extranjeros, mezquina y maquiavelicamente concebido, y pobre y "piormente" ejecutado.
Estas dos ejecutorias del gobierno dominicano afectaron a por los menos 700 mil personas (según varias fuentes) dominican@s y haitan@s en RD. Podemos teorizar mucho y eternamente sobre las razones del gobierno para hacer lo que hizo, pero nunca jamás debemos perder de vista estos dos hechos. Jamás debemos perder de vista que hablamos de más de 700 mil seres humanos atrapados en la politiquería de dos gobiernos. Jamás podemos perder de vista que fue el gobierno dominicano el que inició el pleito, el que dio la primera trompada. Todo lo demás puede ser tema de discusión en la academia. Todo lo demás puede ser tema de bizantinas discusiones a nivel del pueblo, de la calle, para entretenernos y pasar el tiempo.
Que Luis Almagro es, o fue, derechista; que otro uruguayo en el ’65 sirvió a la OEA de instrumento para la intervención Norteamericana en RD, realmente no tiene nada que ver con la crisis actual RD-Haiti. Francamente, hablar del ’65 y hablar de cual lado se está o se estuvo, no es un buen ejemplo. ¿En qué lado están hoy algunos constitucionalistas dominican@s que se destacaron en la guerra de Abril?
Por otro lado, se es o no se es miembro de la OEA, con todo y su secretario general actual (Dicho sea de paso, electo con el apoyo del voto dominicano). El gobierno dominicano debe elegir: ser o no ser miembro de la OEA. Ser parte integral de la OEA o aislarse. No puede ser las dos cosas al mismo tiempo. Si RD quiere ser parte de la OEA (y hasta querer ser sede de algún evento futuro de la misma) debe participar en ella con las cartas viradas, con honorabilidad, sin doble moral. Sin chantajes, sin vocinglería. La membresía de cada país implica una serie de compromisos y estar sujeto a ciertos escrutinios. Y, si, también, a tener que rectificar o enmendar políticas cuando la mayoría de los otros países miembros o las instancias directivas de OEA las consideran incorrectas.
Francamente, todo la historia del pasado de Almagro y de la OEA en RD en el artículo de Cuchi Elias, el autor pudo habérsela ahorrado para otra ocasión. Podría ser un buen ejercicio de estudio histórico, de ensayo político, pero no aporta nada al debate de la actual crisis RD-Haiti.
Si, Haití no es "un régimen democrático", y concedido, RD no tiene nada que ver con “el caos interior que se ha ido acumulando” allí. Pero, igualmente, Haiti no tiene que ver con que miles de dominican@s sean despojados de su ciudadania en RD. Tampoco Haiti tiene nada que ver con que miles de haitian@s , que han cruzado la porosa y enriquecedora frontera dominicana, no tengan un "stutus legal" una vez en RD, cualquiera que el gobierno dominicano considere adecuado.
Estos haitian@s están en RD porque el gobierno dominicano, sus funcionarios y militares lo han fomentado y permitido durante décadas, porque son una mano de obra barata y explotada hasta más no poder. Aun en el caso de que Haiti no provea a estos inmigrantes de documentos, el gobierno dominicano, una vez que lo ha "admitido" (sea como sea) en el país, debe buscarle una solución. No es moral, aceptarlos como trabajadores y al mismo tiempo despojarlos de sus más mininos y básicos derechos como seres humanos, aun en el caso de que Haiti no haya provisto a muchos de ellos de documentos. Alegar que Haiti no es un "régimen democrático", al mismo tiempo que se pasa por alto la esencia antidemocrática de la política migratoria del gobierno dominicano con Haiti, es juzgar en base a dos estándares. Sorprende viniendo de Cuchi Elias.
Con relación a la entrevista del Sr. Almagro para CNN-Espanol, parece que cada persona la ve, escucha e interpreta como le da su santa gana. La que parece haber visto Cuchi Elias no es la misma que yo vi. Es ¿entendible? que el gobierno dominicano y sus funcionarios la hayan interpretado a su manera. Es entendible que medio mundo dominicano este repitiendo la interpretación del gobierno dominicano y acepte (sin haber visto dicha entrevista) como verdadera esta interpretación del gobierno. Pero sorprende que la "lectura" de Cuchi Elias sea la misma que repitió sin cesar el gobierno dominicano.
Confieso que todo lo que había leído anteriormente escrito por Cuchi Elias, y sobre èl, no me había preparado para que apareciera de pronto trazando pautas de como "La Republica Dominicana debe aprovechar el intersticio que le otorga el Informe para organizar su ofensiva, a partir de racionalidades y argumentaciones contundentes, que eviten que la sangre llegue al río". Me sorprendió que de repente aparezca ¿dando consejos al gobierno? de cómo proceder con relación a la actual crisis RD-Haiti. "En este momento, nada de chauvinismos electorales con el tema, solo se necesita resistencia fría y consistente, bien argumentada como un afilado parte de aguas irreversible", como concluye su articulo.
Cuchi Elias tiene todo su derecho a tener la posición política que se le antoje, incluso a cambiarla, lo que no puede hacer es tener dos posiciones políticas al mismo tiempo.
No es nada personal contra Cuchi Elias. Repito, no lo conozco y hasta leer este articulo me habia caído muy bien. Es solo que me sorprende este discurso lleno de tambores de guerra. Esta cierta conminación "a los que se hacen los pendejos y mirones ante la crisis". Esta calificación de ilusos a "aquellos que no saben que hay entre manos". Yo le pregunto a Cuchi Elias: ¿Quiénes serán los que se "hacen los pendejos y mirones"? ¿Quiénes serán los "que no saben lo que hay entre manos"?
Todo el discurso de Cuchi Elias en este artículo es muy parecido a la cantaleta de un supuesto plan de unir a RD y a Haiti en una sola nación. Muy parecido a la cantaleta de un supuesto plan de descrédito internacional contra Republica Dominicana. Si no hubiera estado calzado con la firma de Carlos Francisco Elias podría haberme imaginado que fue escrito por los Vinchos, o cualquiera de los intelectuales de la ultraderecha dominicana. Sorprende viniendo de Cuchi Elias.
Es horrible el camino que ha seguido el gobierno dominicano jugando con la vida de 700 mil seres humanos. Es también fea y lamentable la posición que algunos intelectuales dominicanos han tomado con relación a todo ello. Son las mismas posiciones que tomaron otros intelectuales en el pasado y que han alimentado, por décadas, el racismo antihaitiano presente en gran parte de la población dominicana. Sorprende que la posición de Cuchi Elias, en este articulo, se parezca mucho a ella.
Por el camino que vamos nos llevarán un día en el que todos y cada uno de los dominicanos seremos divididos en dos bandos: o "patriotas" o "traidores". Si llegara ese día, obligado o por propia elección, yo estaré, definitivamente, sin lugar a duda alguna, del lado de los "traidores". Soy un "traidor" incorregible.